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Cuando recibimos un producto empacado nos encontramos con un montón de descartes, empezando por las cajas, bolsas y los protectores de telgopor. Azechi Foods, una empresa de la ciudad de Kochi, Japón, encontró una forma innovadora de reducir los desperdicios del packaging: bolsas de pochoclo que sirven como material de protección para envíos. La idea surgió cuando Shihoko Wada, gerente de la empresa, asistió a un seminario donde un técnico en reparación de computadoras utilizaba snacks Umaibo (bastones de maíz inflado) como material de protección. Si bien algunos asistentes lo tomaron como una broma, para Wada fue una revelación que la llevó a pensar en utilizar las palomitas de maíz que producía su empresa de una manera similar. Azechi Foods diseñó un empaque particular: una bolsa transparente con la leyenda «no comestible» tachada, lo que genera sorpresa en quienes reciben los envíos. La iniciativa tuvo tanto éxito que las fotos de las bolsas se volvieron virales en las redes sociales japonesas, lo que llevó a la empresa a registrar la marca y comenzar a recibir pedidos de distintos tipos de negocios, desde vendedores de videojuegos usados hasta comercios de vinos. Si bien este material de protección es más costoso que las opciones tradicionales como el telgopor o el cartón, tiene una ventaja fundamental: puede comerse después de cumplir su función. De esta manera, se evita generar residuos que terminarían en la basura después de un solo uso, lo que lo convierte en una alternativa más sustentable. Por el momento, la empresa ofrece dos tamaños de bolsas: de 40 y 13 gramos. Sin embargo, planean expandir su oferta con nuevos formatos y presentaciones para mantener el interés de sus clientes.1 VOTO