El nuevo 'test de la silla' que arrasa en las entrevistas de trabajo

Durante las entrevistas de trabajo, los candidatos se someten a un particular examen por parte del reclutador en la que se sacan a relucir todo tipo de preguntas y cuestiones relacionadas con las fortalezas, aptitudes y capacidades para resolver sacar adelante la faena para la que se está solicitando el empleo. 

Sin embargo, en Estados Unidos se ha puesto de moda una pequeña "prueba inteligente" que está poniendo contra las cuerdas a aquellos que buscan trabajo: el 'test de la silla' es la nueva peor pesadilla de estos encuentros profesionales que, en muchas ocasiones, sirve para determinar qué persona pasa el corte y cuál no.

El Cuerpo de Entrenamiento de Oficiales de Reserva (ROTC) de Estados Unidos está arrasando con esta prueba que cada vez es más común en las empresas. 

Inicialmente, el 'test de la silla' empezó a aplicarse de forma discreta, pero en vista de los resultados que ofrece y la fama que está obteniendo cada vez es más común entre las grandes compañías norteamericanas, lo que significa que pronto se extenderá a más territorios. 

Este 'examen' sitúa al candidato al empleo en una silla con una pata más corta que la otra, para que quede coja, con una silla buena al lado, frente al entrevistador. 

¿Con qué finalidad? Para ver la educación, compostura, valentía y comportamiento del entrevistado y así, además, valorar su modales de cara a la convivencia en oficina.







Desde AS, han recogido el caso de un hombre que pasó por este 'test de la silla' y su impacto no deja indiferente a nadie: "Mi hermano estaba en el ROTC y compartió esta historia conmigo. 

Durante la entrevista, el solicitante tenía que sentarse en la silla justo enfrente del escritorio del entrevistador. También había una 'segunda silla similar' en la habitación, situada ligeramente a un lado. 

Y esa silla tenía una función muy concreta. La silla del solicitante frente al escritorio tenía una pata más corta, lo que hizo que la silla se tambaleara durante la entrevista", explicaba. 

"La prueba era ver si el solicitante sería lo suficientemente valiente como para pausar la entrevista por un momento y pedir cambiar de asiento para no tambalearse", continuaba.

De modo que, a partir de ahora, ya sabéis qué hacer si os encontráis en una entrevista de trabajo con una silla coja: sobre todo hay que ser tan educados como valientes a la hora de afrontar este desafío que sirve para pasar el corte, porque dependiendo de la reacción y la respuesta uno puede quedarse fuera de la candidatura.