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Marvel Studios y Sony Pictures alcanzaron en su momento un acuerdo histórico que permitió la integración de Spider-Man en el Universo Cinematográfico de Marvel (UCM). Este trato, que comenzó con Capitán América: Civil War en 2016 y se consolidó con Spider-Man: Homecoming en 2017, permitió que el superhéroe de la araña, interpretado por Tom Holland, formara parte de los proyectos de ambos estudios. Bajo este pacto, Kevin Feige, presidente de Marvel Studios, y Amy Pascal, exdirectora de Sony Pictures, fueron los encargados de producir las películas del trepamuros para Sony. Y funcionó. Pero tras el fracaso del Universo de Personajes de Spider-Man de Sony, que se la ha vuelto a pegar con Kraven The Hunter tras la debacle de títulos como Madame Web, el gigante de Hollywood está recapacitando qué hacer con los derechos del arácnido. A pesar del éxito rotundo de la colaboración, la fórmula también trajo consigo algunas limitaciones. El acuerdo impedía que el Peter Parker de Holland apareciera en proyectos de Sony que no estuvieran directamente vinculados al UCM, una restricción que ahora podría estar en proceso de cambio. Según ha revelado el insider MyTimeToShine, Sony estaría considerando seriamente la posibilidad de revender los derechos cinematográficos de Spider-Man a Marvel Studios, lo que podría tener implicaciones significativas para el futuro del uso del personaje en la pantalla grande. De materializarse este movimiento, Spider-Man podría regresar oficialmente a Marvel Studios, lo que permitiría a la Casa de las Ideas integrar al héroe en sus proyectos futuros sin necesidad de la intervención de Sony. Este cambio también podría facilitar el desarrollo de nuevas entregas en solitario del personaje y sus villanos, sin la participación directa del estudio japonés. Hay que recordar que fue la propia Sony la que impidió que Kraven fuese un antagonista en las producciones de Marvel con Spider-Man involucrado, y decidió apostar por el personaje de Aaron Taylor-Johnson. Aunque el acuerdo original y existente entre Sony y Marvel no restringía el uso de Spider-Man en las películas de Sony no vinculadas al UCM, existía una clara reticencia dentro del estudio a introducir al personaje de Holland en proyectos ajenos al universo compartido. La percepción era que el público no aceptaría fácilmente la idea de un Spider-Man ajeno al UCM en una película de acción real, ya que el universo de Marvel Studios se ha convertido en una suerte de referencia, de piedra de toque, para muchos espectadores aficionados al trepamuros. Pero la realidad está clara. Los intentos de Sony de crear su propia franquicia derivada del universo arácnido fuera del UCM no han tenido el mismo éxito. A pesar de que la trilogía de Venom fue un éxito en taquilla, con más de 1900 millones de dólares acumulados, otros proyectos como Morbius, del que afirmaban haber aprendido de sus errores, no funcionaron en absoluto. Y qué decir de la reciente Kraven o de la película com Dakota Johnson. Aún así, reconocen que no se dan por vencidos. Sony posee los derechos cinematográficos de Spider-Man y su universo desde 1999, cuando adquirió los derechos de Marvel antes de que la editorial se convirtiera en un gigante del cine y de que Disney comprara Marvel Entertainment en 2009 por 4000 millones de dólares. A pesar de los fracasos recientes, Sony ha logrado compensarlos con el éxito de sus películas de Spider-Man, especialmente Spider-Man: No Way Home, que alcanzó casi los 2000 millones de dólares en taquilla. Venderlos sería un posible error a largo plazo, más y cuando hay proyectos como Spider-Man 4 y Beyond the Spider-Verse en el horizonte. El ente japonés se encuentra en una encrucijada, evaluando los próximos pasos para asegurar el futuro de uno de los superhéroes más rentables de la historia del cine.
Hacer que Spider-Man no regrese es como sacar a Batman de DC, o sea, son los personajes más populares de sus respectivas empresas, obvio que lo traerán de una u otra forma.