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Es obligatorio circular con las matrículas oficiales homologadas, que tienen que ser perfectamente visibles, bien iluminadas y encontrarse correctamente sujetas, limpias y en buen estado, sin tapar ninguno de los elementos con pegatinas o cualquier otro sistema. Es la forma en la que se puede identificar a un vehículo en caso de una infracción de tráfico, accidente, robo, etcétera. De lo contrario el conductor se expone a multas de hasta 200 euros en caso de circular sin placa de matrícula o de llevarla no visible o no legible. La sanción puede llegar a 6.000 euros y a la pérdida de seis puntos de carné en casos de manipular la placa de matrícula. Por eso sorprende tanto lo sucedido en la Autovía del Noroeste (A-6), en su punto kilométrico 458, a la altura del término municipal de Becerreá, en el oriente de la provincia de Lugo. Ocurrió en octubre, pero ha trascendido ahora. Una patrulla de la Guardia Civil detectó que un vehículo de alta gama, en concreto un Mercedes GLC 300 d, circulaba con unas matrículas de cartón y con los números y letras escritos con rotulador. Todo bien cutre, sin ninguna intención de imitar unas placas normales y que al menos pudieran pasar desapercibidas a simple vista, con lo que la situación era más que sospechosa. Según explica la Comandancia de Lugo, los agentes dieron el alto al coche e identificaron a sus ocupantes, un vecino de O Carballiño (Ourense), de 58 años, y otro de Silleda (Pontevedra), de 32. Los dos hombres presentaron un permiso de circulación expedido en 2023 y un boletín de circulación que señalaba que el coche contaba con matrículas provisionales de prueba, porque se supone que ellos estaban probando ese vehículo, teóricamente importado desde Alemania por una empresa de compraventa de vehículos con sede en Lugo. Pero la Guardia Civil pudo verificar que esa empresa está extinguida, con lo que no tenía la capacidad de expedir ese documento ni las matrículas provisionales. Además, dentro del vehículo hallaron otras dos placas de cartón pintadas también con rotulador y con una numeración diferente a la autorizada por el permiso de circulación. Todo ello ha llevado a que se hayan presentado diligencias ante la autoridad judicial con el fin de esclarecer la actuación de los ocupantes del coche y determinar si hubo un intento deliberado de falsificación, que es el delito por el que se les imputa.