La ciudad que Jesús “maldijo” por la falta de fe de sus habitantes

Una de las ciudades judías mencionadas en los Cuatro Evangelios es Cafarnaúm, poblado pesquero ubicado a orillas del mar de Galilea, en el norte del actual Israel y que es conocido por los cristianos por ser uno de los lugares elegidos por Jesús de Nazaret para transmitir su mensaje y realizar algunos de sus milagros más famosos, como la cura de un paralítico y de un joven endemoniado.

El pueblo, que se originó en el siglo II A.C., también es mencionado en la Biblia por el hecho de que estaba cerca de los lugares de donde provenían cinco de los 12 apóstoles del Nazareno: Simón Pedro, Andrés, Santiago, Juan y Mateo.

La historia de Cafarnaúm esconde un destino aciago, pues el lugar tiene una conexión directa con la vida de Jesucristo, quien según los evangelios (Mateo 11:20-24 y Lucas 10:13-16) pronunció una maldición sobre la ciudad debido a la incredulidad y la falta de arrepentimiento de sus habitantes.

Para Jesús, la ciudad de Cafarnaúm había sido un centro vital durante su ministerio en la región de Galilea. Y en el Evangelio de San Mateo se relata que el Nazareno comenzó a recriminar a aquellas ciudades donde había realizado más milagros y prodigios, porque no se habían convertido y no habían creído en él como el auténtico Mesías enviado por Dios para redimir a la Humanidad:

“¡Ay de ti, Corozaín! ¡Ay de ti, Betsaida! Porque si los milagros realizados entre ustedes se hubieran hecho en Tiro y en Sidón, hace tiempo que se habrían convertido, poniéndose cilicio y cubriéndose con ceniza. Yo les aseguro que, en el día del Juicio, Tiro y Sidón serán tratadas menos rigurosamente que ustedes. Y tú, Cafarnaúm, ¿acaso crees que serás elevada hasta el cielo? No, serás precipitada hasta el infierno. Porque si los milagros realizados en ti se hubieran hecho en Sodoma, esa ciudad aún existiría. Yo les aseguro que, en el día del Juicio, la tierra de Sodoma será tratada menos rigurosamente que tú”.



En efecto, la “maldición” de Jesucristo se haría realidad con el correr de los siglos, pues de ser era un próspero pueblo pesquero y comercial en la antigüedad, con bellas casas de piedra y una sinagoga de la época del Segundo Templo Judío, Cafarnaúm se fue apagando hasta finalmente quedar totalmente deshabitada en el siglo XI.

Contrariamente a otras míticas ciudades bíblicas que se mencionan en los Evangelios como Belén, Nazaret y Jerusalén, prósperas localidades con miles de habitantes que todavía siguen existiendo hasta el día de hoy, Cafarnaúm es en la actualidad sólo un conjunto de milenarias ruinas, aunque un importante sitio arqueológico en Israel y un destino turístico obligado para aquellos interesados en la historia bíblica y la arqueología.

Algunos aspectos destacados del antiguo pueblo pesquero de Cafarnaúm son las ruinas de la Sinagoga blanca, construida en el siglo IV sobre los restos de la sinagoga original donde Jesús enseñó y realizó milagros, así como la Casa de Pedro, edificación construida a finales del período helenístico sobre la presunta casa original donde vivió Simón Pedro, uno de los apóstoles más importantes de Jesucristo, y que fue adaptada como iglesia doméstica (domus-ecclesia) donde se reunían los judeocristianos de la ciudad.



Fuente: Guioteca.