Omenes de la familia MacKenzie

Una noche, la joven Sylvia MacKenzie estaba sola en su pequeña casa, sentada en la sala de estar. Oyó un sonido de golpes en una ventana frente a un pequeño jardín. Cuando miró, vio una cara extraña con una nariz larga y estrecha y nada en absoluto. Los ojos estaban muy pálidos, en ángulo, y muy separados. La cara parecía estar mirándola de una manera amenazante. Mientras Sylvia miraba fijamente, asustada e incapaz de moverse, la cara desapareció lentamente. Cuando sus padres llegaron a casa, ella les habló de la visión aterrada. Estaban muy molestos porque, como explicaron, su familia creía que esta cara fantasmal aparecía sólo cuando algo malo estaba a punto de suceder.

Al día siguiente, el hermano de Sylvia, Robert, que estuvo en las fuerzas canadienses durante la Primera Guerra Mundial (entre 1914 y 1918), fue asesinado en el frente occidental.

La Srta. MacKenzie y el brazo fantasma:

Una mañana, otra, un miembro de la familia Mackenzie subió a buscar algo de su dormitorio. Mientras se iba, oyó que algo se le había quedado atrás. Cuando se dio la vuelta, vio un candelabro de plata anticuado en el suelo junto al cofre de los cajones. Curiosamente, fue a recogerlo y notó un brazo "hermosamente redondo", desde el codo hacia arriba, saliendo de la pared al lado de los cajones. La piel era muy blanca, y la mano tenía dedos largos y delgados y uñas de filbert, como la mano de una mujer. Mientras miraba, el brazo se desvaneció lentamente y desapareció.

Después de que se fue, ella recordó las historias de su familia sobre un abarnoso fantasma extraño visto sólo por los miembros de la familia que predijo la muerte y la desgracia. Le preocupaba que su visión le predijera la muerte de su madre, que estaba muy enferma en ese momento. Afortunadamente, su madre se recuperó completamente. Pocos días después, la familia recibió la noticia de que un primo había muerto trágicamente. Hice que la joven se preguntara si su visión había predicho este triste suceso.

El Sr. MacKenzie y la mano fría:

Una noche, Sr. y Sra. MacKenzie estaba en un cine en Glasgow. Mientras ve la película, Sr. MacKenzie de repente sintió una mano fría tocándose la mejilla. Moleado, pensó que era la gente a su alrededor haciendo una broma. Un poco más tarde, sintió la mano fría en la parte posterior de su propia mano y se asustó mucho. Sabía que su familia creía en una mano fantasmal que apareció antes de la muerte de alguien. Incapaces de disfrutar de la película, se fueron de inmediato.

Cuando intentaron dormir esa noche, Sr. MacKenzie sintió que alguien se movió en la habitación. Encendió el gas para comprobarlo, pero la habitación estaba vacía, y la puerta estaba cerrada con llave. Cuando volvió a la cama, la mano fría le tocó la frente. Agarró el brazo, descolviendolo como suave y delgado, y lo sintió hasta el codo donde de repente desapareció. Al día siguiente, consieron un telegrama diciéndoles a ese tal Mr. Las hermanas de MacKenzie habían muerto durante la noche.

Fuente: Paranormalcatalog.