El simio Bondo, el misterio de los feroces chimpancés de Congo

En lo profundo del corazón de la selva del Congo, se dice que reina una misteriosa población de colosales simios. Reconocidas como el simio de Bondo o simio Bili, estas criaturas han capturado la imaginación de exploradores, investigadores y lugareños por igual. Durante décadas han circulado cuentos de su inmenso tamaño, su locomoción bípeda y su temible agresión, alimentando la especulación sobre su verdadera naturaleza. Son una nueva especie de gran simio, un híbrido entre gorilas y chimpancés, o no son más que una mezcla de hecho y ficción? En este artículo, exploramos las profundidades de la selva tropical del Congo para descubrir la verdad detrás del enigma del simio de Bondo.

Los orígenes del misterio de los simios de Bondo:


La primera expedición científica para investigar la existencia del simio Bondo fue dirigida por Karl Ammann, un reconocido fotógrafo y conservacionista keniano suizo, en 1996. Ammann habría tropezado con una colección de cráneos en el Museo Real para África Central en Bélgica, que había sido recogido cerca de la ciudad de Bili, en el norte de la República Democrática del Congo (RDC). Estos cráneos, clasificados inicialmente como gorilas debido a su prominente cresta de la tecla, exhibieron otras características que se asemejan a los chimpancés. Intrigantemente, no se conocían poblaciones de gorilas en la región donde fueron descubiertas, lo que desató sospechas de un posible nuevo descubrimiento.

Impulsado por la curiosidad, Ammann se embarcó en un viaje a los confines del norte de la RDC, donde se encontró con cazadores locales que compartían relatos de encontrarse con simios gigantes con notables habilidades. Según sus historias, estas criaturas eran capaces de matar leones y aparentemente eran inmunes a los dardos venenosos. Añadiendo a la mística, los lugareños afirmaron que los simios de Bondo emitían aullidos onerosos durante la luna llena. Ammann incluso adquirió fotografías de estos cazadores, retratándolas posando con los enormes cuerpos de simios que habían cazado.

A pesar de sus esfuerzos, la expedición de Ammann no proporcionó pruebas concluyente de la existencia del simio de Bondo. Aunque descubrieron heces de chimpancé extraordinariamente grandes y más grandes que las de los gorilas, las escurridizas criaturas seguían siendo escurridizas.

El simio de Bondo, un atispo de esperanza:


En los veranos de 2002 y 2003, otra expedición se aventuró en la profundidad de la selva tropical del Congo en busca del simio de Bondo. Dr. Shelly Williams, una destacada investigadora, jugó un papel fundamental en esta búsqueda de respuestas. Su regreso de la expedición desató una ola de cobertura mediática sensacional, con publicaciones convencionales como CNN, The Associated Press y National Geographic con artículos sobre el chimpaní Bondo.

Según un informe de 2003 de la revista TIME, Dr. Williams describió a los simios de Bondo como tener caras planas y frentes rectas que recuerdan a los gorilas. Estas criaturas también exhibieron canas de su piel. Curiosamente, anidaban tanto en el suelo como en ramas bajas, emitiendo distintos aullidos que se intensificaron durante la subida y el set de la luna llena. Dr. Williams propuso que estos simios pudieran representar una nueva especie desconocida para la ciencia, una nueva subespecie de chimpancé, o incluso un híbrido entre gorilas y chimpancés.

Sin embargo, los años siguientes trajeron dudas a estas afirmaciones audaces. Dr. Cleve Hicks, primatólogo, y su equipo llevaron a cabo extensas observaciones de lo que se creía que era la población de simios de Bili. Sus hallazgos, según informó New Scientist en 2006, revelaron que los simios de Bondo probablemente no eran una nueva especie o subespecie de simio. El análisis de ADN realizado en muestras fecals confirmó que, de hecho, eran chimpancés orientales (Pan trogloditas schweinfurthii).

Desentravándose el misterio del simio de Bondo:


Mientras que el simio Bondo puede no representar una nueva especie, Dr. El trabajo de Hicks arroja luz sobre las características únicas que exhibe la población de chimpancés Bili. Estos chimpancés exhibieron una cresta en sus cráneos similar a la de gorilas y construyeron nidos en el suelo del bosque. Además, exhibían comportamientos no observados comúnmente en chimpancés, como destrozar montones de termitas y usar rocas como yanejas para romper conchas de tortitas abiertas.

Sin embargo, las afirmaciones de la destreza y locomoción bípeda de los simios de los simios de Bondo siguen sin ser verificadas. Las complejidades de entender el comportamiento de los chimpancieros de la región de Bili-Uere se ven agravadas por la historia de conflicto y la perturbación causada por guerras pasadas en la zona, lo que impide esfuerzos integrales de conservación.



Fuente: Mysteriesrunsolved.
EDITADO EL 30-01-2024 / 16:41 (EDITADO 1 VEZ)