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Hay veces en las que las vacaciones se respetan porque la gente tiene que descansar. Muchos las aprovechan para viajar o completar sueños. Otros viven auténticas locuras, así que para la siguiente buscan cosas programadas, como puede ser un crucero de 9 meses por 60 países. El problema es que en este último caso, la situación puede derivar en pesadilla muy pronto.2 VOTOSLa usuaria Brujina, a través de su cuenta en X (antes Twitter), ha querido compartir en un hilo rápidamente viralizado varias de las experiencias que están narrando los viajeros embarcados en este crucero. Para ponernos en detalles, se trata de un crucero de la compañía Royal Caribbean. La idea inicial es que, a un precio de unos 60.000 dólares por barba (el pasaje más sencillo), se embarcarían en un viaje de 9 meses por más de 60 países. El billete incluye alcohol ilimitado, para animar la fiesta. El caso es que, según explica, hubo problemas ya antes de zarpar, y no precisamente porque descubrieran cosas inesperadas. Como no vendieron los suficientes pasajes, la compañía decidió ofrecer rutas acortadas a menor coste, pero cubriendo menos de los países planeados. Algo que no gustó a algunos de los que se vieron "obligados" a comprar el viaje completo. Esto quedaría en anécdota, pero es que las pesadillas estaban por llegar, hasta el punto de que por lo visto algunos viajeros se han hecho cuentas de TikTok sólo para ir narrando la experiencia. Si bien hay momentos buenos, la situación parece dejar ver que ha habido cierta falta de organización que va a traer cola. De entrada, el vino tinto se acabó a las tres semanas y han tardado bastante en poder reponerlo, hasta el punto de que están "repostando" con bebidas de las regiones por donde pasan. Esto puede verse como una manera de conocer el mundo etílico de cada país, siendo justos. Pero es que se ha llegado a un punto en el que una de las mujeres que viaja en el Crucero se ha hecho su propio bingo de catástrofes que podrían suceder durante el viaje.Entre otras muchas de las cosas que han sucedido se han encontrado con una inundación que ha creado grandísimos inconvenientes, "discriminación" a los pasajeros más baratos, problemas con las almohadas que han llevado a viajeros a bajar a tierra para comprar otras, problemas con el idioma con pasajeros chinos (un poco extraño no tener en cuenta la lengua en un viaje así), incidentes porque parece ser que hay zonas de intercambio de parejas de las que algunos no sabían nada, un mal aislamiento de camarotes, problemas técnicos con los ascensores... Por supuesto no todo es malo. Más allá de las barreras del lenguaje que, según algunos de los pasajeros, hacen imposible disfrutar algunas actividades, el crucero tiene un montón de espectáculos y juegos preparados para los viajeros, atracciones, cine, bibliotecas... Aunque está por ver si estas cosas amenizan la travesía lo suficiente para que los pasajeros se olviden de lo malo.