Religión y creencias
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Pocos son los jóvenes dispuestos a tomar un consejo de vida para guiarse en el camino. No nos engañemos, todos pasamos por esa etapa llamada adolescencia donde nuestro sistema de creencias se antepuso a cualquier otra experiencia de vida compartida. «Nadie escarmienta en cabeza ajena«, es un refrán que resume a la perfección lo que sucede durante la adolescencia. Y es que para desengañarnos no resulta suficiente con la sabiduría o experiencia ajena, se aprende mucho más de los propios errores y desgracias. Los consejos son gratis. Y si respondes a uno con “ya lo sé”, es probable que no dimensiones la real magnitud del problema. Rige tu vida bajo tus propios estándares. No acumules ira y resentimiento, esto solo consume tu tiempo y energía. No ignores tus problemas de salud mental. Desarrollar mecanismos perjudiciales para afrontar tus problemas emocionales terminará sintiéndose como una piedra en el zapato mientras intentas avanzar. Si tienes problemas, busca resolverlos con el tratamiento adecuado cuanto antes. Puede que te tome tiempo, pero es mejor empezar ahora. La mayoría de los amigos son producto de una conveniencia geográfica. Solo porque creciste siendo amigo de un vecino o compañero de escuela, no significa que le debas lealtad cuando empiece a tratarte como basura. Una vez que terminas o dejas la escuela, la vida transcurre muy rápido. Trata de aprovechar los años de la mejor forma. Un consejo de vida que no debes olvidar. Cuando alguien te dice que no puedes lograr algo en la vida, es una proyección de eso que ellos no pudieron lograr. No significa que no puedas hacerlo. Aprende a confiar en tu instinto en situaciones extrañas. Si algo te parece raro o malo, es probable que lo sea. No sigas adelante cuando sientas que estás haciendo algo equivocado. Cualquiera que pueda sacará provecho de tu ingenuidad. Muchas veces haciendo cosas ilegales. No bases tu vida y personalidad en aquello que ves en redes sociales, mucho menos en la fachada que intentas crear. Vive de acuerdo con la realidad que tienes enfrente. Aprende a cocinar. Resulta mucho más barato, y usualmente más rápido, que comer fuera. Al cajero ni siquiera le importa cuando vas a comprar preservativos. Recuerda: eres joven, no inmortal. Cuando empieces a conducir no olvides que sigues bajo las leyes de la física. Tampoco es que te vayan a perseguir, pero no podrás escapar de ellas. Conduce con responsabilidad y a velocidades moderadas. Estás manipulando una máquina muy pesada que alcanza altas velocidades y perder el control de la misma es lo peor que te puede pasar. No eres el primer ser humano en alcanzar la adolescencia. Y sentir que no encajas o que nadie te entiende es parte de esa etapa. Todos pasamos por ahí. Intenta disfrutar la deliciosa libertad de no tener responsabilidades mayores o deudas que pagar. Está bien decir “NO” a quien sea. No dejes que el sentimiento de culpa te impulse a hacer algo que no quieres hacer o con lo que te sientes incómodo. ¿Agregarías algún consejo, además de nunca construir en casa de los suegros?2 VOTOS
Agregaría uno y es que sepa ser empático con la gente a su alrededor, que no se consideren el centro del mundo y que traten de comprender a las personas antes de tomar decisiones o generar prejuicios sobre los demás.1 VOTO