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El reciente anuncio de que Boeing se ha retirado de la competencia para construir el reemplazo del avión E-4B Nightwatch 'Doomsday', conocido como el "Avión del Día del Juicio Final", ha causado revuelo en el ámbito de la defensa aérea. Este avión, crucial para la Fuerza Aérea de los Estados Unidos, es famoso por su capacidad de mantenerse en vuelo en un escenario de ataque nuclear. El Boeing E-4B Nightwatch, un ícono en la aviación militar, se ha consolidado como un elemento fundamental en la estrategia de defensa de Estados Unidos desde su introducción en 1974. Diseñado inicialmente como un puesto de mando aerotransportado para emergencias nacionales, especialmente en contextos de guerra nuclear, su importancia estratégica es incuestionable. Con la capacidad de albergar hasta 112 personas y diseñado para resistir a impulsos electromagnéticos (EMP) y radiación nuclear, el E-4B ha evolucionado para servir en una variedad de propósitos defensivos, sobre todo con la finalidad de convertirse en el Air Force One cuando el presidente se suba a él en caso de ataque nuclear. Está dividido en tres niveles con seis secciones: una zona de trabajo de mando, una sala de conferencias, una sala de reuniones informativas, una zona de trabajo del equipo de operaciones, una zona de comunicaciones y una zona de descanso. Además los instrumentos de vuelo son analógicos tradicionales porque son menos vulnerables al daño de un bombardeo de pulsos electromagnéticos e impiden el acceso a piratas informáticos. El E-4B Nightwatch está diseñado para ser utilizado en múltiples escenarios críticos, incluyendo la gestión de desastres naturales, conflictos armados y, más notablemente, durante eventos nucleares. En estos contextos, el avión se convierte en un puesto de mando aéreo desde donde el Presidente de los Estados Unidos, el Secretario de Defensa y el Estado Mayor Conjunto pueden dirigir operaciones militares y coordinar la respuesta gubernamental. Su capacidad para volar durante prolongados períodos sin necesidad de aterrizar, gracias a su sistema de reabastecimiento en vuelo, lo hace particularmente valioso en situaciones donde la infraestructura terrestre podría estar comprometida o destruida.