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Mark Boyle renunció a utilizar dinero en 2008 y desde entonces su vida cambió radicalmente. En el camino, también huyó de la tecnología y adoptó una vida más «natural». Tras recibirse de Licenciado en Economía, Mark Boyle encontró rápidamente un trabajo bien remunerado en una empresa de alimentos ecológicos de Bristol, Reino Unido. Ese había sido su plan durante años: conseguir un buen trabajo y comprar todas las cosas materiales que la sociedad (él incluido) asociaba con el éxito. Pero todo cambió una noche de 2007, durante una amistosa sesión de filosofar con un amigo tomando una copa de vino en su casa. Hablaban de los problemas del mundo y de cómo abordarlos para cambiar las cosas. Fue entonces cuando se dio cuenta de que el dinero estaba en la raíz de la mayoría de los problemas, y recordó la famosa cita de Gandhi: «Sé tú el cambio que quieres ver en el mundo». «Me di cuenta de que en la raíz de todos los problemas del mundo estaba el dinero, que crea una especie de desconexión entre nosotros y nuestras acciones, ya sea a través de los talleres clandestinos, la agricultura industrial o la guerra, así que decidí ver si era posible prescindir de él», explica Mark. Poco después, Mark vendió su costosa casa, se mudó a una vieja casa rodante que alguien le donó porque simplemente quería deshacerse de ella, y empezó su existencia sin dinero. Los primeros meses fueron duros, porque tuvo que sustituir las comodidades a las que se había acostumbrado, como la taza de café de la mañana, por cosas que podía obtener gratis, de la naturaleza.1 VOTO«Si piensas en lo perturbador que es cuando te mudas de casa o cambias de trabajo, imagínate cambiarlo todo a la vez. Pero al cabo de un par de meses me resultó muy fácil, tenía todas mis rutinas resueltas», cuenta el llamado Hombre Sin Dinero. El estilo de vida sin dinero de Boyle se convirtió en noticia viral cuando lanzó su libro ‘The Moneyless Man’ (El hombre sin dinero), en el que cuenta los detalles de los retos a los que se enfrentó al hacer la transición y las soluciones prácticas que se le ocurrieron, así como sobre la filosofía que le empujó a hacer un cambio tan drástico en su vida. «Irónicamente, estos dos últimos años han sido los más satisfactorios de mi vida», escribió Mark Boyle en 2010. «Tengo más amigos en mi comunidad que nunca, no he estado enfermo desde que empecé y nunca me he sentido más en forma. He descubierto que la amistad, y no el dinero, es la verdadera seguridad. La mayor parte de la pobreza occidental es psicológica. La verdadera independencia es la interdependencia». En 2017, Mark decidió llevar su estilo de vida minimalista a otro nivel «abandonando la industrialización». Rehuyó la mayor parte de la tecnología de la que disfrutamos a diario, desde la electricidad y el agua corriente hasta la radio e Internet, y volvió a lo que muchos describirían como un estilo de vida más sencillo. Boyle aclara que vivir como él lo hace no es nada fácil, y añade que sabe que sería imposible que todo el mundo siguiera su ejemplo. Sin embargo, espera que su ejemplo inspire al menos a la gente a depender menos del dinero y la industrialización. «No idealizo el pasado. Pero tampoco romantizo el futuro. He vivido con tecnología y sin ella, y sé cuál me aporta más paz y satisfacción», afirma Mark.