Otros
Unirme al grupo
Reportar abuso
Una mujer china ha sido acusada de fraude tras revelarse que estuvo empleada en 16 empresas diferentes al mismo tiempo, pero en realidad nunca trabajó para ninguna de ellas. Se trata de un fraude laboral que es frecuente en China en trabajos a distancia o de vendedores que recorren el país, aunque Guan Yue (seudónimo de la mujer) lo hizo de manera extrema, haciendo malabarismos con más de una docena de empleadores y cobrando sueldos durante al menos tres años, sin llegar a realizar realmente ningún trabajo para ninguno de ellos. La mujer y su marido, que también es sospechoso en este caso, llevaban un registro muy estricto de los empleadores, su función exacta en cada empresa, la fecha en que había empezado a trabajar para cada una de ellas y los datos bancarios facilitados para el salario mensual de la mujer. Guan Yue buscaba constantemente nuevos empleadores y, cuando acudía a nuevas entrevistas de trabajo, hacía fotos y las enviaba a los empleadores actuales como prueba de que se reunía con los clientes. Aunque parezca mentira, el fraude funcionó a la perfección durante años, lo que permitió a Guan Yue comprarse un departamento en Shanghai. Guan Yue estaba tan ocupada en su constante búsqueda de empleo corporativo que, cuando tenía varias entrevistas de trabajo concertadas al mismo tiempo, se las pasaba a otras personas a cambio de comisiones. Sin embargo, se quedaba con la mayoría de los trabajos para sí misma, encontrando siempre otras empresas para las que trabajar cuando la despedían por falta de resultados. Por desgracia, el plan de la estafadora empezó a desmoronarse el pasado enero, cuando uno de sus antiguos empleadores encontró una carta de dimisión de Guan Yue en un grupo de trabajo en línea. Liu Jian, propietario de una empresa tecnológica, había contratado a Yue y a otros siete asociados en puestos de ventas, pero los despidió tras un periodo de prueba de tres meses porque no habían generado ni una sola venta. Tiempo después, la mujer cometió el error de enviar su carta de renuncia a otra empresa y a varios grupos de trabajo en línea. Jian era miembro de uno de estos grupos y se dio cuenta de que Guan Yue había estado trabajando para otra empresa mientras ocupaba un puesto a tiempo completo en su empresa tecnológica. Tras investigar un poco por su cuenta, Liu Jian se puso en contacto con la policía en relación con el antiguo empleado. Las acciones de Liu Jian pusieron en marcha la revelación de un fraude masivo que se remontaba al menos a tres años atrás y superaba los 50 millones de yuanes (casi 7 millones de dólares). Irónicamente, Guan Yue fue detenida justo en medio de una entrevista para un nuevo trabajo. En el momento de su detención tenía 16 empleos, pero no trabajaba en ninguno de ellos. Sin embargo, recibía cheques mensuales, así como comisiones de los asociados a los que había ayudado a contratar. Yue, su marido y más de 50 cómplices implicados en el fraude salarial fueron detenidos. Según los medios de comunicación chinos, este tipo de fraude laboral es un problema masivo en China, con cientos de grupos especializados que, al parecer, aceptan trabajos de múltiples empleadores. Son entrevistadores formados y tienen curriculums pulidos, pero sólo les interesa el sueldo gratis.