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En Florence,Oregón, los dueños de un perro llamado Sparky decidieron afrontar su muerte de forma diferente disecándolo y convirtiéndolo en un adorno para el porche al que continúan besando y acariciando todos los días. Sparky, un perro de la raza Matlipoo, falleció repentinamente el 24 de noviembre de 2022 tras contraer una enfermedad cuando contaba con 13 años de vida. Sus dueños quedaron devastados ya que en sus 30 años de matrimonio solo han querido estar acompañados por su adorada mascota. Es más, han declarado que consideraban al perro como un "niño tierno" y ahora, gracias a la disecación, sienten que ha renacido. Sharon Smyth, de 53 años, y Daniel Smyth, de 75 años, decidieron que la mejor opción era rellenar al difunto perro, convirtiéndolo en una especie de peluche. A los pocos minutos de fallecimiento, el matrimonio se puso en contacto con un taxidermista local al que pagaron la elevada cantidad de 2.500 dólares. El desembolso de dinero no preocupó a la pareja ya que consideraba que echaban mucho de menos a Sparky y querían seguir manteniéndolo a su lado. Además, cuando Daniel era pequeño observó fascinado como sus vecinos disecaban sus mascotas fallecidas y, desde ese momento, admiró el gesto y quiso hacer lo mismo con su fiel compañero perruno. Además, Daniel ha declarado al periódico estadounidense de 'The US Sun' que ya ha alcanzado la edad suficiente para "hacer lo que quisiera", y eso era que Sparky "todavía estuviera con ellos mientras estuvieran vivos". Después de que Daniel se pusiese en contacto con eltaxidermista, y después de conocer el precio, decidió seguir adelante. Ahora, la pareja se encuentra sumamente feliz gracias a los resultados conseguidos. "Es como si todavía estuviera vivo ahora que está de vuelta en la casa. Nos hace muy felices", explicó Sharon a 'The US Sun'. El taxidermista logró alcanzar el aspecto casi idéntico del perro, haciendo que la pareja sienta que nunca llegó a morir. Daniel confesó que esto le hacía sentir un "consuelo físico" al notar la presencia del animal cerca. Sparky ahora se encuentra ubicado en su zona favorita de toda la casa: la ventana desde la que solía vigilar. De esta forma, ha quedado relegado a una especie de decoración para el porche. Además, el perro continúa recibiendo el cariño y la atención de sus dueños ya que estos lo besan y lo acarician de forma diaria. Es más, Sharon ha confesado que actúa de la misma manera que cuando estaba vivo, acariciándolo y hablando con él.2 VOTOS