El avión que viajó en el tiempo

En 1954, un avión partió desde Alemania Oriental con rumbo a Porto Alegre, Brasil. Sin embargo, no fue hasta 1989 cuando finalmente tocó tierra, desvelando un enigma que perdura hasta nuestros días: el intrigante contenido localizado al interior de la aeronave. Esta es la fascinante historia del vuelo 513 de la compañía aérea Santiago, una narrativa que, aunque no ha sido confirmada por las autoridades y se considerada más una leyenda, logró captar la atención del mundo hace algunas décadas.

Se dice que el avión despegó en septiembre de 1954 y perdió contacto en algún punto del vasto océano Atlántico. Tras una intensa búsqueda, las autoridades finalmente abandonaron la esperanza de localizar los restos de la aeronave y declararon muertos a todos los pasajeros. La sorpresa llegó 35 años después, cuando un avión de peculiares características fue avistado sobrevolando en las proximidades del aeropuerto de Porto Alegre.

Según informes del periódico estadounidense Weekly World News, la misteriosa aeronave realizó varias vueltas en torno al aeropuerto capitalino sin establecer comunicación alguna con la torre de control. Finalmente, y sin autorización alguna, aterrizó de manera arriesgada y desconcertante. Lo que motivó a las autoridades a acudir de inmediato a la pista para llevar a cabo una exhaustiva investigación. Al adentrarse en el avión, el asombro resultó inmenso: la tripulación y los pasajeros, o más precisamente sus 92 esqueletos, permanecían en sus asientos como si nada hubiera cambiado.

Los rumores decían que las autoridades encubrieron meticulosamente las investigaciones debido a la delicadeza y gravedad del asunto. Muchos aspectos aún quedan sin explicación, incluyendo el origen de la aeronave, ya que se presume que la compañía Santiago cerró operaciones en 1956. Solo dos años después de la misteriosa desaparición del vuelo 513.

El Vuelo 513 de Santiago y los agujeros de gusano:

Cuando se trata de buscar respuestas a esta historia, las teorías más destacadas se enfocan en los enigmáticos agujeros de gusano, objetos teorizados sobre los que todavía no existe una comprobación fehaciente de su existencia. Estos agujeros se postulan como portales multidimensionales, capaces de transportar a quienes se aventuran en ellos a lugares y tiempos distantes.

En aquel entonces, uno de los principales defensores de esta teoría era el enigmático Dr. Celso Atello, un investigador de fenómenos paranormales del cual apenas se tienen registros. Sin embargo, esta hipótesis no logra explicar de manera concluyente la presencia de los esqueletos y el atrevido aterrizaje de la aeronave. Aunque hoy en día esta historia se considere más una leyenda urbana, el misterio que la envuelve perdura en el tiempo.



Fuente: Marcianosz.