Jeffery Derosier y el espejo maldito

En Sault Ste. Marie, Michigan en 1936, había un hombre llamado Harvey Davenport. Estaba en un hospital y su compañero de cuarto, Jeffery Derosier, estaba en su lecho de muerte. Derosier le dijo a Davenport que no podría quitar un espejo de una mesa después de mirarlo y ver su propio rostro moribundo.

Lo extraño fue que el espejo estaba pegado a la mesa. Intentaron quitárselo durante más de 24 horas, pero no se movía. Finalmente, una enfermera utilizó un picahielos para quitárselo. Esto asustó tanto a Davenport que huyó del hospital. Las enfermeras y los médicos no querían hablar de ello y no le mostraban el espejo a nadie. Lewis Descheneau, un anciano residente de Brimley, que estaba allí cuando falleció Derosier, describió sombríamente lo que sucedió durante la muerte:

"Davenport le llevó el espejo y todos oímos al enfermo exclamar que su rostro tenía un aspecto terrible y sus ojos desorbitados. Me alarmé cuando gritó: 'Dios mío, me estoy muriendo'. Lo vi arrojar el vaso sobre la mesa, donde yacía cerca del borde.

"Vi a Davenport dirigirse hacia la puerta como si fuera a llamar a una enfermera. Pero se detuvo cuando el señor Derosier le pidió que volviera y le diera el espejo nuevamente. Cuando Davenport alcanzó el espejo, que estaba en el borde de la mesa, Derosier le dijo en una voz que no era fuerte pero que todos pudimos escuchar: "No podrás cogerlo de la mesa".

"Davenport pareció congelarse en el lugar por un instante. Luego el enfermo comenzó a toser y pudimos ver que se estaba muriendo. Vino una enfermera pero murió de inmediato. Entonces Davenport y otros intentaron y trataron de quitar el espejo de la mesa. No se movería. Y eso es todo. Lo sé. Estoy seguro de que no puedo decir qué poder sobrenatural u otra causa es responsable. Pero así es como sucedió".

Posibles explicaciones para el espejo maldito:

El Saint Joseph Herald Press entrevistó a varios profesores de la universidad local para conocer sus teorías sobre lo que pudo haber sucedido.

El profesor George W. Carter de la Universidad Wayne sugirió que es posible que el espejo y la mesa fueran increíblemente suaves y expulsaran todo el aire entre ellos. Esto, pensó, podría hacer que las moléculas en la superficie de la mesa atrajeran a las moléculas en el espejo con suficiente fuerza como para mantenerlas pegadas, incluso cuando la gente intentara quitarlo.

El profesor Peter Harbecht de la Universidad de Detroit tenía una idea diferente. Pensó que el sudor de la mano del paciente podría haber provocado una reacción química con el material del espejo, haciendo que se pegara a la mesa.

El Dr. Albert M. Barrett, director del hospital psicópata estatal en Ann Arbor, hizo una sugerencia aún más inusual. Pensó que la hipnosis podría estar involucrada. Creía que el paciente moribundo podría haber convencido a su compañero de cuarto, mediante sugestión hipnótica, de que el espejo no se podía levantar. Esta creencia hipnótica podría haberse extendido a otras personas que se enteraron.

Independientemente de cómo se pegó el espejo a la mesa, el hecho de que Derosier fuera capaz de predecir que quedaría pegado es un misterio en sí mismo y fuera de él.

Fuente: Paranormalcatalog.