Entiende la depresión y ansiedad con estas imágenes angustiantes

Hay ciertos fenómenos de la psique que resultan realmente complicados de expresar con palabras. [b]La angustia[/b] y la aflicción constante de la [b]ansiedad,[/b] así como el [b]vacío existencial[/b] y la [b]eterna sensación de cansancio[/b] y falta de vitalidad de [b]la depresión[/b] son sentimientos complicados de entender por aquellos que no sufren de tales trastornos, [b][u]que cada vez son más comunes, como consecuencia de una sociedad postmoderna caótica y confusa[/u].[/b]



[b]Abordar temas delicados y mal comprendidos resulta difícil y desafiante.[/b] Pese a los incontables artículos e investigaciones científicas que comprueban el crecimiento de los ansiosos y depresivos, [b][u]aún queda mucho por debatir y analizar[/u].[/b]

[b]La fotógrafa Katie Joy Crawford utilizó su propia experiencia con la ansiedad para expresar, mediante un hermoso y angustiante ensayo fotográfico, sus aflicciones y temores.[/b]

Es común para quien sufre de estas enfermedades extrapolar su sufrimiento a través del arte, ya sea en la escritura, pintura, el baile o la fotografía. [b]Además de terapéutico, expresar los sentimientos a través del arte ayuda a otras personas enfermas a identificarse con las emociones transmitidas por las obras, que también son un camino para romper el prejuicio que se tiene contra los desórdenes mentales. Según las palabras de la fotógrafa[/b]:

“Descubrí que describir mis temores se volvió terapéutico, así como una puerta de entrada para que los otros expresen su opresión e inicien su propio proceso de sanación”.


Dale un vistazo al trabajo de Katie a continuación:



“Un prisionero de mi propia mente. El instigador de mis propios pensamientos. Cuanto más pienso, peor se hace. Cuanto menos pienso, peor resulta. Respira. Simplemente respira. Esto se aliviará pronto”.




“Un vaso de agua no es pesado. Cuando tenemos que elegir uno lo hacemos de forma inconsciente. Pero, ¿y si no pudieras vaciarlo? ¿Si tuvieras que soportar su peso durante días, meses o años? El peso no cambia, pero la carga sí. En cierto punto, ni siquiera puedes recordar cómo era la luz. A veces, todo te lleva a fingir que no está ahí. Y, a veces, solo tienes que dejarlo caer”.




“Se siente extraño – en la boca del estómago. Es como cuando te metes a nadar y quieres tocar el fondo con los pies, pero el agua es más profunda de lo que habías pensado. No puedes tocar el fondo y tu corazón deja de latir”.




“Me hablan de respirar. Yo puedo sentir mi pecho moviéndose de arriba abajo. Arriba y abajo. Arriba y abajo. Pero ¿por qué siento que me estoy sofocando? Sostengo mi mano bajo mi nariz asegurándome de que haya aire. Y aun así no puedo respirar”.




“Depresión es cuando no logras sentir nada. Ansiedad es cuando sientes todo lo demás. Sentir ambos es una guerra constante dentro de tu mente. Sentir ambos significa que nunca ganarás”.





“Tenía miedo de dormir. Sentí el pánico más terrible en la oscuridad. En realidad, la oscuridad completa no era atemorizante. Era un poco de luz que proyectaba una sombra – una sombra aterradora”.





Sensación de entumecimiento. Que contradictorio. Que apropiado. ¿Realmente se puede sentir el entumecimiento? ¿O es la incapacidad de sentir? ¿Estoy tan acostumbrada a sentirme entumecida que lo comparo con una sensación real?




“Mi cabeza se encuentra llena de helio. La lucidez está desapareciendo. Una decisión tan pequeña para tomar. Una pregunta tan difícil de responder. Mi mente no me está dejando. Es como si mil circuitos la atravesaran al mismo tiempo”.




“Tengo miedo de vivir y tengo miedo de morir. ¡Qué forma de existir!”




“Cortes tan profundos que parece nunca sanarán. Dolor tan real y casi insoportable. Me convertí en eso… este corte, esa herida. Todo lo que conozco es el dolor, la respiración agitada, los ojos vacíos y las manos temblorosas. Si duele tanto, ¿por qué dejar que siga?”.




Has sido creada por y para mi. Has sido creada para mi reclusión. Fuiste creada por una defensa venenosa. Estás hecha de miedo y mentiras. Miedo de promesas no correspondidas y de perder la confianza tan raramente otorgada. Has estado formando mi vida entera. Más y más fuerte.




No importa cuanto me resista, siempre estará ahí, desesperada por agarrarme, cubrirme y romperme. Cada día lucho contra ella, «no eres buena para mi y nunca lo serás», pero ahí está esperándome cuando me despierto, deseosa de cazarme mientras duermo. Me corta la respiración y me deja sin habla.


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