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New Dinasty | Saga, rol privado, lo que sea.

Theory458Hace 1 año96
[center]

[i]Dante se sentó donde pudo ante la propuesta de Luna mirando fijamente al espejo.[/i][/center]

[size=13][b][color=#954646]— Mm... la verdad no se que decir. Podría preguntar lo que quiero saber ahora mismo que es donde se encuentra el robot. Pero por otra parte no quiero desperdiciar una oportunidad como está. En fin, puede ser que me responda sobre mi futuro, como mejorar mi aflicción...[/color][/b]— [i]comentó Dante .[/i]


[b]— ¿Tu qué?[/b] - [i]dijo luna extrañada.[/i]



[b][color=#954646]— En fin, hay cosas que es mejor no saber , supongo.[/color][/b]— [i]afirmó Dante para posteriormente hacerle una cuestión al espejo .[/i][b][color=#954646]— Dime, ¿donde se encuentra el robot que asesinó a unos cuantos en el tren hace unos dias?[/color][/b]


 [color=darkgreen][i][b]—Por haberme salvado de semejante tormento...[/color][/i][/b]


[center][b]Dante gruñió ante la repetida frase del espejo.[/b][/center]


[right][color=darkgreen][i][b]...Dicha respuesta te concederé en este momento.[/b][/i][/color][/right]


[center]

[color=darkgreen][i][b]Lo cierto muchacho, es que dicha cuestión no es posible de responder, pues nunca sucedió tal y como dices a mi entender. Debes buscar en este mismo lugar, allí donde las pruebas te harán dudar.[/b][/i][/color]

[b]El rostro en el espejo desvaneció, en lo que parecia un descanso.[/b][/center]

[b]— ¿Qué?[/b] - [i]dijo luna extrañada de nuevo.[/i]

[b][color=#954646]— Pruebas... Bueno, parece que está en la sala de pruebas. O de interrogatorios, pues pueden poner a prueba al chaval que....[/color][/b]

[b]— Menos blablabla y venga, movamonos. Se acerca alguien.[/b] - [i]luna se asomo por un pequeño hueco que habia por la puerta que se encontraba un poco abierta, posteriormente volvió a tapar al espejo.[/i]


Dante y Luna se escondierón donde pudieron entre todos los trastos que se encontraban en la sala. Se taparon y parecian uno más. Dos guardias del lugar entraron a la sala y se acercaron al espejo, las armas que tenian en mano las envainaron en la espalda con el cordel con el que lo sujetaban.


[b]Asi que hay que mover el dichoso espejo hasta los comandantes para que responda acerca del posible futuro y las consecuencias por la muerte del rey de la Lucera...[/b] - Guardia 1.

[b]Asi es...[/b] - comentó el Guardia 2 mientras llamaba al espejo tal cual lo haces en una puerta.


[center][b]El segundo guardia se asustó al ver que el espejo no reaccionaba.[/b][/center]

[b]¿¡QUÉ!? ¿¡QUE OCURRE!?[/b] - Guardia 1.

[b]Hoy muere la grasa...[/b] - Guardia 2.


Y es que resulta, que el espejo tras responder una sola pregunta, se queda descansando al menos un año. Esta información la escucharon tanto Dante como Luna mientras los guardias llamaban por Walkie Talkie a compañeros. Todos estaban acojonados. ¿Que iban hacer ahora?. Tras unos 15 minutos los dos guardias salieron de la sala.  Luna salió del escondite.


[b][color=#954646]— Espera. [/color][/b] — [i] dijo con rigidez Dante tras sujetarle el brazo a Luna.[/i] [b][color=#954646]— Debemos saber donde ir y como ir. Ya tenemos la sala de pruebas, donde configuran sus productos, estandarés, maquinaria, terminologias... La sala de interrogatorios, tengo entendido gracias a la red profunda, que afirma la brutalidad policial contra los robots. Les hacen pruebas con tal se sacar información de otras empresas, sus algoritmos como por ejemplo los algoritmos de un arma nuclear en cierto punta de un pais, etc.[/color][/b] 

[b]Vamos cada uno por su parte si quieres.[/b] -comentó convencida Luna. [b]Ten cuidado.[/b]

[b][color=#954646]— Y tu anda, y tu... [/color][/b]

[center][b]Luna corrió por el pasillo y se resguardó tras una esquina, de prontó, se exaltó porque de reojo vio una figura en su espalda. Pero... era Dante.[/b][/center]

[b]— ¿Que ocurre dante?[/b] 

[b][color=#954646]— Esto... no sé disparar con el suficiente control que me gustaria.[/color][/b] [i]— comentó, mirando hacia abajo avergonzado[/i]

[b]Luna se empezó a descojonar.[/b] 

[b][color=#954646]— ¿De que te ries tanto?[/color][/b]

[b]— Te haces el duro y mira ahora, que cachorrito... la forma en que me lo dijiste era muy mona.[/b] 



[center][b]Se escuchó un "¡Quien anda ahí" de un guardia que andaba cerca. Ante el grito, Dante y Luna se escaparon de la base central.

Anda mira, eran los dos guardias de antes.[/b][/center]

[b]Pero qué, creí haber escuchado a una mujer por aqui.[/b] - Guardia 1.

[b]Por aqui no puede haber nadie bro. Estas camaras son de acceso especial macho. Estás necesitao eh.[/b] - Guardia 2.



[center][b][i]Lo cierto es que una persona se encontraba en una ventana que daba hacia uno de los accesos  de la base. Vió como Luna y Dante escapaban sin dar la alarma. Este personaje se podria haber chivado. Pero quiso tomarselo con calma e investigarlo por su cuenta.[/i][/b]

[/center]


[CENTER]_______________________________________________________________________________________________________________________[/CENTER][/size]

[center][SIZE=20] En La Lucera al dia siguiente...[/SIZE]
[spoiler="Spoiler"]
[/spoiler][/center] [size=13] [Center][b]Nick se encontraba regando su pequeña cosecha tras su apartamento. Sintió como alguien se acercó en la espalda y se giró expectante[/b] Mientras, Dante descansaba en la casa de Luna. Luna se encontraba mirando en la red profunda si se comentó algo sobre alrmas en la base en un viejo portatil.[/center] [center] De pronto, entraron en la casa Nick y su acompañante. Irrumpiendo la situación. Al entrar, Nick vio a Dante en el sofa semi desnudo (por el calor supongo). [spoiler="Spoiler"]
[/spoiler][/center] [b][color=#28B0DB]— Oh, vaya.[/color][/b] [i] —dijo sin emoción alguna al ver a Dante en la casa.[/i] [b][color=#28B0DB]— Lo que yo decia, amigos..[/color][/b] Luna ante aquello se sonrojó y gritó: [b]¡EH! ¡NO ES LO QUE PIENSAS, ¡Y PORQUE DEMONIOS IRRUMPES ASI EN MI CASA![/b] [b][color=#28B0DB]— Tranquila, ni me va ni me viene lo que hagas.[/color][/b] [b]Maldito...[/b][i]— comentó mientras gruñia[/i] [b][color=#28B0DB]— ¡Eh! ¡Mastodonte![/color][/b] Dante bostezó y se rascó la calva, mirando atontado alrededor. Posteriormente se asustó, tapandose los pezones con la manta. [b][color=#954646]— ¿Qué haceis vosotros aqui?[/color][/b] [b][color=#28B0DB]— Calma calma...[/color][/b] [i]— comentó mientras reia y gesticulaba bajar el volumen con las manos[/i] [b][color=#28B0DB]— Esta chica de aqui dice ser amiga vuestra y que viene desde muy lejos. La pobré me comentó que se le rompió de camino el movil y no pudo llamaros.[/color][/b] [center] [b][color=#FF942F]— Mi nombre es Evelyn, mucho gusto.[/color][/b] [/center] [b][color=#28B0DB]— ¿Mucho gusto...?[/color][/b] - dijo rayado el chaval de Nick. Evelyn avanzó hasta el sofa donde se encontraba Luna descansando y se sentó a un lado, sacó un reloj que llevaba en el interior de su chaqueta y sacó una gran ventana de información , documentos y demás relacionados con el robot Robert. [b][color=#954646]— Es él...[/color][/b] [center][spoiler="Spoiler"]
[/spoiler][/center] [b][color=#FF942F]— Os vi anoche en la base de la CCSH. Deciros que no habido ningún tipo de alarma ayer. Por lo que puedo suponer que utilizasteis algun tipo de pase que desconozco, pues pedimos mucho cuidado con la extracción de estas. En cualquier caso, vinisteis por el robot ¿verdad?. Escuche a Luna quejarse de que habeis ido por el robot para luego nada. [/color][/b] [b]¿Como sabes mi nombre?[/b][i]— dudaba Luna.[/i] Evelyn se sacó una lentilla del ojo, pero por ciertas animaciones en el interior de esta, se veia que no era de las tipicas. [b][color=#FF942F]— Os escaneé. [/color][/b] Tras esto hubo un pequeño silencio. Evelyn suspiró y dijo... [b][color=#FF942F]— Ese robot no me cuadra. Vi el precio por su cabeza en la red profunda y es una barbaridad, posteriormente el silencio que hay dentro de la base respecto a dicho robot, no cuadra. Todo es tan... reservado. Tan confidencial. Se que soy una simple becaria, pero un asesinato público no es confidencial. ¿No es asi?[/color][/b] [i]— preguntó a los demás esperando una respuesta que nunca llegó[/i] [b][color=#FF942F]— Hay algo mucho mas profundo en base a todo esto. Y yo me apunté para hacer el bien. Por lo que...[/color][/b] [i]— mira sonriendo al grupo[/i] [b][color=#FF942F]— ¡Vamos a salvar al robot y descubrir la verdad de todo esto![/color][/b] [center][b]Todos: ¿EH?[/b][/center] [/size]
EDITADO EL 05-02-2023 / 20:21 (EDITADO 4 VECES)
4 VOTOS
Elena-elenita7890Hace 1 año97
[center][/center]

[center][size=21][b]Insondable[/size][/b][/center]

[center][i]- ¿No tienes enemigos? ¿Cómo que no? ¿Es que jamás dijiste la verdad, ni jamás amaste la justicia?[/i][/center]

[center][/center]

[center][spoiler="+"]
[/spoiler][/center] Hace muchos años contaba historias, historias que no eran de este tiempo. Ni de este mundo. Pero en todas ellas había algo parecido a este universo. Las desgracias, existen allá donde exista incluso la más miserable de las vidas. Eso no cambia. Y probablemente nunca lo haga. A veces siento que el dolor aún me paraliza. Pero la realidad es que ya no lo hace. Hay una melodía. Está compuesta por un ostinato y dos voces que se persiguen y se imitan. La vida es como esa melodía, hay un ostinato, una especie de entramado que todo lo relaciona, y a través del cual hay dos voces que se conocen. Dos voces que se persiguen y se imitan. Para volver a encontrarse por toda la eternidad. Es una melodía, que se reproduce a si misma hacia adelante y hacia atrás. ¿Podrá el futuro cambiar como vemos el pasado? ¿Podrá el pasado cambiar como vemos el futuro? Son solo cuatro notas; Do Re Mi Sol. Repetimos el Sol y luego hace una bajada de Mi a Do. Y así, de adelante hacia atrás. Luego será primero una subida de Mi a Do, y repetiremos el Sol al final varias veces. Y asi se desordenará y se volverá a reestructurar. Y nunca sabremos cuando estuvo bien o mal. Tantos miles de años, tanta eternidad. [center]Para esto.[/center] [center][i]El 4 de Enero de 1643, nació Isaac Newton. Newton nunca tuvo, que se sepa, amantes ni amantas. Murió virgen, tocado por nadie, aterrorizado por la amenaza de contagios y fantasmas. Pero este señor miedoso tuvo el coraje de investigar y revelar; el movimiento de los astros, la composición de la luz, la velocidad del sonido, la conducción del calor, y la ley de la gravedad, esa irresistible fuerza de atracción de la tierra que nos llama y llamándonos nos recuerda nuestro origen y nuestro destino.[/i][/center] No. Tienes razón. La palabra seguramente no será altruismo. Porque es del todo ingrato. Aunque no esperes nunca un agradecimiento. ¿Sabes? Yo siempre quise que me recordasen. Pero me ocurre al contrario. Ellos morirán antes que yo. Todos los que quise que un día me recordasen están muertos. Todos los que podrán recordarme en el futuro morirán antes que yo. Y solo quedaré yo para recordarles a ellos. Por toda mi eternidad. A los que amé y a los que odié. Yo los recordaré a todos ellos, pero ellos no podrán hacerlo. Y por suerte o por desgracia, siempre he tenido una memoria envidiable. Todo lo que quise en esta vida lo perdí. Por la muerte o por el olvido. Por el deber o por incompetencia. ¿Y qué haremos? Lo entiendo. A nadie le gusta que le recuerden sus dudas. Nadie quiere que le urgen en la herida. Las heridas duelen. Las dudas carcomen. La incertidumbre merma. Quieres pero no puedes, no sabes si quieres pero podrías. ¿Bajo que rostro se ocultará tu dolor? [center][i]Ahí estas.[/i][/center] Te juraría que puedo entenderlo. Pero no vale de nada. Hace miles de años perdí una hija, la única que he llevado de verdad en mi vientre. Estaba dispuesta a perderlo todo por ella, estaba dispuesta a entregarle mi inmortalidad. Me bastaba con que ella me recordase, por toda su eternidad. Si podía tener eso, no me importaba morir por el camino. Y la perdí, gané mi inmortalidad, y perdí lo único que había deseado en este universo. Nunca me importó si alguno de ellos llegaba a entender alguna vez que el único deseo que había tenido en este mundo, había sido algo tan humano como querer ser Madre. Nunca me importó si lo entendían. Nunca me apaciguó el dolor que se instauró a vivir en mi pecho. Aún hoy, aunque solo fueran siete meses, cuando paso la mano por mi vientre siento que se me calienta la piel. Que su calor traspasa mis ropas. Y entonces, a pesar del tiempo, siento que el dolor podría paralizarme de nuevo. [center][i]Porque el tiempo, en una eternidad no importa.[/i][/center] Fue como una maldición. La mayor de mis derrotas se convirtió en la mayor de las victorias para el mundo. ¿Es inevitable no? Retorcerse contra lo inevitable. Gritar de impotencia. Todos desperdiciaremos nuestra vida a los ojos de alguien. ¿Qué más da eso? Pero si vas a creértelo, si vas a gritarle a alguien que quieres desperdiciar tu vida y estas contento con ello. Si vas a decir que es loable, no pongas esa cara. No parezcas monstruosamente humano. No te retuerzas con tantas ganas al decirlo. [center][b][color=red]No eres estúpido, así que no lo parezcas.[/color][/b][/center] [center][/center] Puede que lleve muchos años callada, me excusaría en ello. Pero la realidad es que nunca se me dio bien silenciarme. Durante muchos años dejé que otros me dijeran y que las victorias o derrotas tuvieran otro nombre. Nunca más. Desde antes de llegar aquí dejé de hacerlo. He dicho muchas cosas desagradables, y eso me ha hecho ganarme a veces enemigos aún más desagradables. Pero no me arrepiento. No lo haré. Saber que estas maldito tiene muchas ventajas. Te da la oportunidad de ponerle nombre y apellidos a tu dolor y de luchar contra él con uñas y dientes. Llevo miles de años. He dicho obviedades hasta la saciedad, me han dicho obviedades hasta la saciedad. Y aquí estamos, tras quinientos años de paz. Tras dejarme las uñas contra la Romalgama. Tras dar libertad, tras hacerles dueños de sus vidas. Porque yo nunca he querido serlo. Realmente no puedo culparte por tus palabras. Nada de lo que he hecho ha sido por ellos. Todo ha sido por y para mí. Nunca he dejado de ser egoísta. Siempre lo hice para poder seguir mirando a los ojos a las personas que quería. [center][i]No, yo no callo porque no tenga nada que decir.[/i][/center] [b][color=red]- Lo siento Egan.-[/color][/b] No, yo tampoco puedo parar. [b][color=red]- Decepcionaría la memoria de un Kyler si me callase ahora. Será breve.-[/color][/b] O no. Nunca he tenido claro del todo si conozco el significado de esa palabra. [b][color=red]- Ninguno de nosotros acabará con la Santa Orden.-[/color][/b] Por si no había quedado claro. [b][color=red]- Como se ha dicho, nos afligen otros muchos problemas. Aunque ese no sea el porqué de no hacerlo.-[/color][/b] Pero no te contaré que si me importan las familias, y que siempre lo han hecho, y que si no lo hubieran hecho nunca se habría dado esta conversación. No pienso molestarme en desmentir nada más. [b][color=red]- Quizás creas, que la situación de Broken Core no merece la pena, aunque hablabais de ella antes y mencionabais pedir ayuda con los Vikars.-[/color][/b] Pero eso ya no nos interesa. [b][color=red]- La realidad es que siempre quisimos algo mejor pero tras cada cielo que tocábamos, nos esperaba un nuevo abismo. Todos anhelan la paz, pero tras ella, solo hay calamidad.-[/color][/b] Entonces abrí los ojos de nuevo y los clavé en los tuyos. [b][color=red]- Aunque yo si fuera tú, puestos a elegir, me aseguraría de que su preciosa casa comprada, se asienta en los cimientos de un planeta en etapa de paz. y no a punto de caer al abismo. Han sido 500 años de paz, no está nada mal para albergar una vida humana plácidamente.[/color][/b] Puede que nunca llegue a entenderlo del todo. Puede que no lo viva nunca tú. Pero yo también tengo días en los que sentenciaría todo. En los que lo desperdiciaría. En los que no quiero ser. En los que tanta duda ya me cansa. Días en lo que solo me escucho a mí. Días en los que mi voz suena perdida y vacía, luchando por una causa perdida. Conozco la matanza de este mundo, y todas las veces que hemos sangrado. Si es inevitable, ¿de qué me acusas? ¿De qué nos acusamos? [center]Si llegamos al infierno, quemaré hasta el mismísimo infierno con tal de salir.[/center] [center][/center] [b][color=red]- Si quieres desperdiciar tu vida, hazlo.-[/color][/b] ¿Lo estabas haciendo ya no? No es como si mis palabras fueran a haberte detenido. [b][color=red]- Cíñete al destino que crees inevitable.-[/color][/b] Yo lo hice. [b][color=red]- Yo quise ser Madre. Lo perdí y no volveré a llevar un hijo en mi vientre nunca más. No eres al único al que no le sirve de nada una vida inmortal.-[/color][/b] Y estoy segura que de no haberlo sido, tanta melancolía me habría matado. Durante mucho tiempo creí que si seguía así, moriría. Y eso me daba tranquilidad. Pero no, no iba a morir. El problema siempre fue, que no iba a morir. [b][color=red]- No me cuentes historias. Regodéate en tu maldición. Pero no grites de impotencia al hacerlo. Si vas a sentenciarte, al menos ten la fuerza de hacerlo en silencio.-[/color][/b] No es como si alguno de los presentes estuviéramos enteros. [b][color=red]- Pero si es por el bienestar de tu familia, si tu objetivo es ella y su felicidad. Ni siquiera aunque sea para darle una absurda lección a una estúpida Emperatriz digas que vas a desperdiciar tu vida. Una vez alguien me dijo, que no importaba si algún día no estaba al lado de quién quería. De a quién había amado una vez. No importaba sino me recordaba. Hay muchas formas de mantener vivo el recuerdo. Porque si de verdad, por una vez en mi vida, luchaba por algo que de verdad quería, apostaba por su felicidad, por su legado. Estuviera junto a él o no para ver el siguiente atardecer. Cuando él lo viera, en esa casa, en aquél reino, en paz, construido por mis manos. Podría ser feliz y yo, descansaría en paz. Nuestro recuerdo siempre estaría vivo.-[/color][/b] Y luché, y luego llegaron 500 años de paz. [b][color=red]- Eres libre de hacerlo. No me lo tienes que decir con tanta vehemencia.-[/color][/b] Aunque quizás haya sido mi culpa. Al fin y al cabo he ido a decirle a alguien que no tenía elección que elija. Que se elija. Debe ser doloroso. [center][i][color=red]"Simón Rodríguez fue el más cuerdo hijo de la América hispánica. En castigo de su cordura, lo llamaban El Loco. El decía que nuestros países no son libres, aunque tengan himno y bandera, porque libres son quienes crean, no quienes copian, y libres son quienes piensan, no quienes obedecen. Enseñar, decía El Loco, es enseñar a dudar."[/color][/i][/center] [b][color=red]- No puede haber equilibrio de poder si no hay elección.-[/color][/b] Me encogí de hombros. [b][color=red]- Perdón dije que sería breve, así que haced lo que queráis.-[/color][/b] La realidad era que me había movido hacia la puerta dispuesta a irme. [b][color=red]- Y si Ozara acepta ir con vosotros...[/b][/color] [center][b][color=pink]Iré, uno finge temple y el otro lo tiene. No está mal como grupo.[/color][/b][/center] [color=red][b]El pago si tu aceptas Vantis, es un sueldo vitalicio para los dos. Será suficiente para hacer lo que queráis, sin preocuparos nunca más por el dinero. Y si quieres exigir otra cosa, estas en tu derecho. Yo me comprometo a no tocar ni un solo pelo de tu Santa Orden. Solo daremos caza a los Vikars, y veremos a donde nos lleva ese hilo cuando tiremos de él.-[/color][/b] No me olvido de Egan. Así que antes de salir por la puerta me frené en seco y me di la vuelta, sonriendo. Una sonrisa que me llegó a los ojos, mientras elevaba el dedo índice. [b][color=red]- No puedo darte una charla ahora Egan, tendremos que posponerla.[/b][/color] [center]Pero antes de irnos...[/center] [center][b][color=red]Una pregunta. En honor al Fenix en el que te has convertido.[/b][/color][/center] [center]Por lo que más quise.[/center] [center][/center]
3 VOTOS
Elena-elenita7890Hace 1 año98
[b][color=steelblue]- ¿Sezerkhan te salvó?-[/color][/b] Lo dijo como si aquello le sorprendiese, aunque en realidad no lo hacia.  Aún se estaba riendo internamente por lo de la sopa. E intentaba por todos los medios entretener a su cerebro con otra cosa que no fueran sus manos. ¿Le iban a acabar doliendo los cachetes si seguía sonriendo como una idiota? Posiblemente. Y a Alter le iba a dar dolor de barriga de tanto aguantarse la risa. 

[b][color=steelblue]- Debió ser duro. Me alegro de que te encontrase.-[/color][/b] Se escuchó un carraspeo por parte de Alter. [b][color=steelblue]- Si si, y de que Alter te ayudase tanto.-[/color][/b] Entonces se detuvieron. 

[b]- Eso es, así me gusta. Voy a darle una cosa a un comerciante y nos vamos. La Torre nos llevará de vuelta instantáneamente. Cuando volvamos os explicaré lo que haremos. Mientras podéis seguir... bueno confraternizando.-[/b] Y antes de desaparecer por la puerta de un edificio añadió. [b]- Y cuidado con hacer muchas manitas.[/b]

Les dejó ahí, mientras Delaila se volvía roja de nuevo como un tomate. Empezaba a molestarle de verdad que Alter jugase tanto a meterse con ella de esa forma. Estaba siendo amable con el chico. Al fin y al cabo iba a ser como su sombra. Y bueno, para que mentir, le agradaba la forma de ser que tenía. Intentó recomponerse un poco aclarándose la voz. 

[b][color=steelblue]- Yo nací en la Torre. La única madre que he conocido ha sido Sezerkhan, y bueno como Alter siempre ha sido de su máxima confianza, me ha cuidado desde pequeña. Pero a veces puede ser del todo insoportable.- [/color][/b] Subió el tono de voz al decir lo último. Aunque sabía que Alter jamás admitiría que se había enterado. 

[b][color=steelblue]- Oye Iron, si puedo decirlo...-[/color][/b] En realidad lo estaba casi diciendo ya antes de darse cuenta. [b][color=steelblue]- No creo ninguno de los dos necesiten que les pagues nada.-[/color][/b] ¿A qué pretendía llegar? 

[center][/center]

[b][color=steelblue]- No tienes que sentirte presionado a nada de esto.-[/color][/b] No sabía realmente si lo que tenían que hacer entrañaría o no un peligro real de verdad. Pero sabía que independientemente de ello, incluso aunque supusiese su propia muerte, no quería ver a nadie obligado a dar la vida por ella. Ni porque se sintiese en deuda. [b][color=steelblue]- No tienes que protegerme si no quieres.-[/color][/b] Jamás se enfadaría porque no quisiera. 

[b][color=steelblue]- Me alegro de tener compañía. Pero... tampoco quiero que te sientas obligado.-[/color][/b] Miró hacia el suelo. [b][color=steelblue]- No sé si me estoy explicando bien, solo quería decírtelo antes de que saliera Alter.-[/color][/b] Y ahora, se volvía a morir de la vergüenza.
3 VOTOS
Crisgv13401Hace 1 año99
[spoiler="."]
[/spoiler] Parecía que ambos habían llevado una vida bastante parecida. Ambos habían pasado la mayor parte de sus recuerdos con las 2 mismas personas, aunque nunca se habían llegado a conocer, por su parte Iron había pasado mucho mas tiempo con Alter que en presencia de la emperatriz, pero eso tampoco dismunuía el respeto que tenía por ella en ningún momento. Era curioso, o tal vez una casualidad del caprichoso destino que ambos estuvisen allí mismo hablando de su pasado pero que nunca se hubiesen visto nunca para que de la nada ella pareciese ser la respuesta a todas las dudas que Iron tenía respecto a su pasado. [b]— [i][color=steelblue]No se trata de estar en deuda con ellos, o de deberles algo en si mismo.[/color][/i] —[/b] Quizá era inexperto todavía en el arte de hablar sobre sus pensamientos o emociones al contrario que cuando se trataba del uso de su espada. [b]— [i][color=steelblue]Yo mismo quiero demostrarles que no se equivocaron al elegirme.[/color][/i][/b] Era una cuestión de orgullo, de honor, de ese espíritu de pelea que le invadía en muchas ocasiones, quizá Delaila no le entendía o el no sabía explicarlo sin extenderse demasiado como para llegar a resultar soporifero o incluso pesado. Cuando no tienes nada, no sientes dolor, no tienes tus recuerdos, no sabes ni quien eres hasta el punto de no saber ni tu nombre ni tu rostro, esas pequeñas cosas son las que dan sentido a tu vida, el dar todo por la gente que da la cara por ti, por la que decidió darte una nueva vida aunque ni tu mismo supieses que era posible. Por esas personas que saben lo que vales antes incluso de que tu sepas que lo valías, esas personas con un ojo tan clínico que sabes despertar cualquier cosa en el interior de otra. Era increíble, él era un talento con la espada, ella un talento como artista musical, tan distintos... e indefensos en la situación en la que se encontraban, uno a la merced de las preguntas del otro mientras que sus manos seguían enlazadas. ¿Presionado? ¿Acaso había dado la impresión de que no quería protegerla? Eso no era así, la protegería por su trabajo, y porque ella también era alguien importante para él, quizá de forma prematura, pero debía protegerla. quería protegerla. Tenía muchos mas motivos que esa cara bonita y esos labios tan perfectos para protegerla. [b]— [i][color=steelblue]Señorita Delaila.[/color][/i][/b] [center][i][size=12]Respiró ondo antes de decir lo que iba a decir. Soltó el aire. Acercó sus manos unidas hacia su propio pecho. Ella podría notar el latido de su corazón. Era acelerado, era decidido.[/i][/size][/center] [center][b][i][color=steelblue][size=20]Quiero hacerlo.[/size][/color][/i][/b] [/center] [center][size=12][i]Quizá no podría ver su rostro. Esperaba que ella pudiese percibir la decisión de Iron. Él era libre de decidir. Él había decido protegerla. Él había decidod jugarse la vida por ella.[/i][/size][/center]
EDITADO EL 06-02-2023 / 04:35 (EDITADO 1 VEZ)
3 VOTOS
Xhepher6734Hace 1 año100
Tiempo después, cuando ya llevaban el suficiente tiempo de viaje como para haber hecho desaparecer la Lucera en el horizonte, Vantis se encontraba a sí mismo rememorando aquella tarde fatídica. Todavía era capaz de acordarse de una cosa concreta que le respondió a su hermana durante la discusión que tuvieron momentos después de quedarse a solas.

— [b][color=#C25283]¿Por qué la odias? ¡Ni siquiera te ha hecho nada![/color][/b]

— [b][color=#3EA99F]Porque la gente así son un cáncer sobre este mundo. ¡Es por culpa de personas como ella que Aurelian es como es! Si no existiesen seres con esos poderes, él no se habría obsesionado con llegar a ese nivel de paranoia y codicia.[/color][/b]

— [b][color=#C25283]Eso solo es culpa de Aurelian.[/color][/b]

[i]Todo lo es[/i]. 

[center][/center]

Cuando estaban aún a las afueras de la Lucera, mientras la pequeña comitiva conformada por Ozara, Egan y Vantis atravesaba el concurrido camino con la misma naturalidad que los campesinos que salían a trabajar los pastos, el joven explicó cómo se desarrollaría dicho viaje. No pretendía actuar como líder ni estaba interesado en dar órdenes, pero como se justificó más adelante, las preocupaciones eran necesarias porque era mejor estar bajo el radar de la Santa Orden y su aparentemente extensa red de espionaje.

— [b][color=#3EA99F]Iremos principalmente por los caminos corrientes, pero sin llamar la atención. Es mejor mezclarse con la gente corriente, vestir sus vestimentas y actuar como ellos. Evitaremos usar transporte si es posible, y en ninguna circunstancia utilizaremos portales. La Orden los vigila todos.[/color][/b]

Se encontraban sobre el carromato que había proporcionado Egan, un vehículo de la más alta tecnología cántabra, tirado por el carnero, la especie animal más habitual en los prostíbulos del norte de España.

Lo cierto era que Vantis hubiera preferido realizar el camino a pie, pero cambió de opinión al ver que aquel carro iba a una velocidad equiparable a un obeso mórbido andando, o a la de una roca que se cae por una cuesta pero la cuesta es solo ligeramente empinada y la roca se desplaza tan despacio que casi permanece inmóvil. Vamos, que iban lentos de cojones y aparentaban ser unos pobretones sin más posesiones valiosas que los cuernos del carnero que tiraba de ellos.

Su segunda petición fue una propuesta. El primer lugar que visitarían.

— [b][color=#3EA99F]Si no os importa, quiero visitar un pueblo cerca de la Lucera que ha sido atacado por los Vikars. 

[center][/center]
O lo que quede del pueblo, mejor dicho.[/color][/b]

No dio más detalles, de nuevo, por el trance de "hombre de pocas palabras" en el que se encontraba los primeros días. Los presentes ya debían de saber que parte de la misión personal de Vantis era investigar y, de ser posible, solucionar la cuestión Vikar. El resto de sus objetivos eran menos concretos, hasta cierto punto ocultos. Era difícil saber si quería mantenerlos secretos o simplemente no quería hablar de ello, aunque sí hubo algo que dijo al respecto.

— [b][color=#3EA99F]Para llegar a donde quiere Egan, es necesario pasar cerca de Odane. Aunque podríamos hacer un rodeo para evitar la ciudad, necesito ir allí para ponerme en contacto con algunos miembros de la Orden. Esa ciudad será nuestro primer destino importante.[/color][/b]

Y cuando tuvo que explicar la razón, escuetamente respondió.

— [b][color=#3EA99F]Quiero encontrar al Gran Maestre.[/color][/b]

Tras la reunión en la embajada y la discusión entre hermanos que ocurrió a continuación, Vantis se pasó el resto de la tarde y parte de la noche organizando las funciones de dicha embajada en su ausencia. No había planeado empezar su viaje tan pronto y apenas tenía nada preparado, pero no le dio tiempo a las prisas porque se puso inmediatamente a organizar el lugar para que su hermana lo gestionase en su lugar.

Con el pequeño [i]adelanto[/i] que Egan ofreció sumado a unos pocos ahorros, Vantis preparó el correspondiente pago del sueldo de los guardias que habrían de salvaguardar la embajada para los próximos cuatro años. Los soldados que antes protegían el edificio eran simple cosmético pues a él no le hacía falta defensa alguna, pero no escatimó en recursos cuando se trataba de la protección de Mikaela, razón por la que triplicó el número de centinelas contratados. También estuvo unas buenas dos horas quemando y destruyendo documentos varios, y no se supo nunca con qué intención.

El propio equipaje que él cargaba era escaso y poco más que lo puesto. Por muy soldado de la Orden que fuese, Egan y Ozara nunca vieron que Vantis tuviese más arma que un cuchillo corto que a veces se le veía manipular. Mikaela le insistió que llevase ropa limpia de repuesto, Vantis respondió que no hacía falta porque podía usar sus poderes para eliminar la suciedad cuando fuese necesario, Mikaela le llamó guarro e insistió, y Vantis contestó que no era su madre y le dejase en paz. 

El va y viene de aquella conversación sin sentido aminoró el tenso ambiente formado tras la ida de la emperatriz. En las últimas horas antes de que Vantis se hubiese despedido de Mikaela, antes de mostrar en el abrazo final que se dieron más cariño que el que había mostrado a nadie más en toda su vida, el joven profundizó en sus pensamientos por última vez. Y es que solo con su hermana él concebía la posibilidad de mostrar honestidad, y lejos de ella nunca habría de revelar un solo sentimiento genuino.

— [b][color=#3EA99F]Lo sé. Entiendo que quieran acabar con la Orden, viendo el desastre que están provocando. Un mundo pacífico donde los servicios de los hospitalarios no fuesen necesarios, sería algo bonito de ver. Ojalá poder ayudarles en ello.[/color][/b]

Solo brevemente hablaron acerca de la ligera vergüenza que sintió Mikaela cuando su hermano decía a los cuatro vientos que todo lo que hacía era por el bienestar de la muchacha.

— [b][color=#3EA99F]Bueno, ya sabes que exageraba un poco. Yo también quiero una vida larga y cómoda para mí mismo. Y un castillo con piscina. ¿Crees que con el sueldo vitalicio de Sezerkhan nos dará para ello?[/color][/b]

— [b][color=#C25283]Si no te da suficiente, siempre puedes pedirle un aumento.[/color][/b]

— [b][color=#3EA99F]Me lo pensaré dependiendo de lo suicida que me sienta ese día.[/color][/b]

[center][/center]

Así que aquel debía de ser el protector y defensor del resto del grupo, quien se habría de encargar que Egan llegase a su destino y echase su vida a perder por hacer un trato con el diablo que representaba la bruja. No se opuso a la compañía de Ozara, pero no mostró el menor ápice de interés hacia su persona, probablemente porque, y en ello no cabía la menor duda, la veía más como una extensión de Sezerkhan que como un individuo propio. 

Eso no quitaba que defendería a aquella desconocida de pocas palabras con la misma determinación que al fénix, por la simple razón de que, por toda su antipatía, seriedad y borderío, al final del día, Vantis quería un castillo con piscina.
EDITADO EL 06-02-2023 / 22:26 (EDITADO 1 VEZ)
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Xheper3431
Hace 1 año101
@Xeper Todos se quedaron estupefactos ante la llegada del gordo Tongo Denis.

—[color=Orange][b] Ugh, sí...Tongo, ¿verdad?[/b][/color] — Leon puso una mueca de asco. —[color=Orange][b] No tengo nada que decir sobre ese "posible" aliado porque dudo siquiera que vayamos a pedirle alianza al final. Nos puede ser útil...pero yo nisiquiera me arriesgaría a hablarle. Podríais dejar que haga lo suyo y esperar a que termine. Los superiores lo tienen vigilado, así que dudo que tú y Luke tengáis que ir a por él. Sin embargo...[/b][/color] 

Leon miró de arriba abajo a Luke y sonrió lentamente. Ko no dijo palabra alguna en la conversación. Luke miró a Leon y se sintió un poco incómodo. No conocía mucho a Tongo y tampoco sabía qué pensar de él.

—[color=Orange][b] Mira, tenemos a Modi para que le eche un vistazo al asesino de vikars. Pero tú y Luke podríais hacer algo útil por mí. Claro que...Jack os acompañará.[/b][/color] 

—[b] ¿Hum? ¿Yo?[/b] — Jack por fin prestó atención a todo lo que se estaba hablando. —[b] Vaya palo, chavales...pero si no queda otra, lo haré. Total, no es como si le pudiese llevar la contraria al rubius éste...[/b] — Volvió a mirar a la nada como llevaba haciendo todo el tiempo. —[b] Espero que no haga falta ensuciarse las manos.[/b] 

—[color=Orange][b] Estaba pensando en esas ruinas orientales, Jack. No sé si va a hacer falta ensuciarse las manos porque aún no han sido investigadas por la Asociación. ¿Sabes las que digo? Las que la CCSH usó para aprender sobre el dios de la luna sangrienta de [I]Ashina[/I]...[/b][/color] — Leon dejó de sonreír, esta vez su mirada era una más seria de lo normal.

[Center][/center]

Jack volvió a mirar a Leon tras escucharle hablar de aquellas ruinas. Puso una mueca y se levantó encima del puente. 

—[b] ¿Ese pavo? Da un mal rollo que te cagas, tío...espero que la CCSH haya dejado ya de dar por saco con buscarlo. Suficiente tenemos con que la Asociación está en buenos términos con él. No sé cómo lo hacen para llevarse bien con tantas entidades distintas.[/b] — Jack se quitó el gorro y respiró profundamente —[b] ¿Estás seguro de que yendo solo nosotros tres no va a ser peligroso? Quizás debas ir tú con ellos. Al fin y al cabo, tienes a un colgado de esos en tu interior.[/b]

Luke miró a Leon y luego a Ko. Esperaba alguna explicación a cualquier cosa de la que estaban hablando. Era un rango demasiado bajo para entender nada. Pero nadie le iba a explicar nada.

—[color=Orange][b] Ten cuidado con ir soltando información sobre mí sin mi permiso, Jack. Y os mando a vosotros porque creo que el chaval puede aprender algo, tú le puedes proteger y...[/b][/color] — Miró de nuevo a Tongo. —[color=Orange][b] Denis acaba de venir de unas vacaciones. Igual le viene bien espabilarse. Ugh, quizás tengas razón. Buscaré a alguien más que os acompañe.[/b][/color]

Luke tenía mucha curiosidad por todo, pero no pudo evitar darse cuenta que a Ko nadie lo incluía en ningún plan.

—[color=olive][b] ¿Y Ko? ¿Qué pasa con él? ¿Por qué no puede acompañarnos también?[/b][/color] 

Todos se quedaron callados tras la pregunta del chico. Ko miró a Luke en silencio por un momento largo. El chico se asustó como cierto héroe se asustaba antaño...Ueki.

—[color=steelblue][b] Ko no puede ir, Luke. Ese tipo de sitios tienen algo que...podría ser peligroso si Ko se acercase demasiado.[/b][/color] — Comentó observando al chico. Luke no entendía nada.

—[color=Orange][b] Chico...no estás preparado para lo que podría pasar. Por eso solo os mando a investigar un poco. No vais a adentraros mucho. Y Ko... bueno.[/b][/color] — Sonrió y le dio una calada a un cigarrillo, para después echarle el humo en la cara a Luke. 

Luke tosió bastante más de lo esperado. Al volver a abrir los ojos, vio ante él una total oscuridad. Poco a poco se iluminaba una calle distinta a la que estaba. Una pequeña carretera con coches...y una figura monstruosa en la distancia.

[Center][/center]

Luke pegó un grito y, tan pronto como el sonido salió de su boca, se volvió a encontrar con los demás.

—[color=Orange][b] Aún hay muchas cosas que no sabes de Ko, chaval. Ten eso siempre en mente. [I]No[/I] es buena idea que vaya, créeme.[/b][/color]

Ko se quedó en silencio. Luke no supo qué pensar. ¿Qué acababa de ver? Encima del puente, Jack seguía mirando a la nada. Su mirada era seria. Modi no dijo palabra alguna. Todos se quedaron de nuevo en silencio. Nisiquiera Tongo hablaba mucho.

—[b] No quiero estar más aquí. Se acerca una tormenta. Las ruinas no están muy lejos, os puedo llevar con facilidad con mis teletransportes (estilo Tobi de Naruto). Pero si vamos, tiene que ser ya.[/b] — Jack soltó otro suspiro. —[b] Esto se va a poner feo como siempre, huh.[/b]

[Center][/center]
4 VOTOS
Elena-elenita7890Hace 1 año102
[center][/center]

[center][size=21][b]Incomprensión[/size][/b][/center]

[center][spoiler="+"]
[/spoiler][/center] [center][i]¿Te acuerdas de la historia, del monstruo que lloró? Aún hoy, a veces pienso, que nunca la entendí.[/i][/center] [b][color=slategray]- Aléjate, no te me acerques... No eres como yo, ¿¡porque no llevas la marca!?-[/b][/color] Pero no se detuvo. Por primera vez en la historia las leyes ponderales habían fallado. [b][color=navy]- Soy como tu.-[/color][/b] El siseo metálico de su voz, sus ojos inexpresivos, y el repiqueteo de sus tacones contra el suelo le concedían un aspecto tan irreal que parecía inhumana. [b][color=slategray]- ¡Mientes! ¡Tu mano no sangra!- [/color][/b] Y por más que se refregara los ojos, la realidad volvía a golpearlo. La herida que se extendía desde la palma de su mano hasta avanzado el antebrazo solo dejaba ver el interior magullado, sin un ápice sangre. Fuera lo que fuera que fluyese por sus venas se había evaporado en el mismo instante en el que su interior había quedado al descubierto. [b][color=navy]- ¿Mi... mano?... -[/color][/b] La miró como si se percatase por primera vez de que su brazo estaba prácticamente destrozado. De repente, ante los ojos inauditos de Birmack, la chica con la que había huido, se comportó como si fuese uno de ellos. Sus dedos agarraron con fuerza la piel que sobresalía del corte, la misma que había sido seccionada, y, de un solo tirón, se la arrancó como si se tratase de un padrastro. Las pupilas del chico miraban frenéticas el músculo al descubierto, mientras sus piernas torpemente le empujaban a levantarse. [b][color=slategray]- Eres... ¡Eres uno de ellos! ¡No! ¡No me toques!- [/color][/b]Tras arrastrarse por el suelo como un gusano evitando sus blancos dedos y su mirada inerte, logró levantarse. Trastabilló por un momento, como si sus piernas no se pusieran de acuerdo, se tropezó apoyando la mano en el suelo, pero la apabullante sensación de que ella iba a por él, hizo que su adrenalina le ayudara a salir corriendo como nunca antes lo había hecho. [b][color=navy]- ¿Porqué?...- [/color][/b]Con esa incesante pregunta en su cabeza le siguió. Y a pesar de que ella andaba y él corría, ella nunca le perdió la pista, movida por el olor de su miedo. Birmack no se paró hasta que sus piernas flaquearon tanto que sus pies se enredaban entre ellos. Subió las escaleras a cuatro patas, con la mirada en su sudor que caía al suelo. Cuando su mano alcanzó el último escalón, sus ojos se abrieron como platos al notar un zapato. Con la respiración agitada elevó sus pupilas, encontrándose con aquella expresión indolente que le perseguía. Se levantó tan rápido que perdió el equilibrio hacia atrás, acentuando su mueca de pánico. Cuando su corazón estuvo a punto de pararse sin poder hacer nada para evitar caer, la misma mano que había estado evitando le agarró de la camisa. [b][color=navy]- ¿Porqué no puedes entender mi dolor?-[/color][/b] Pero él no la comprendió, consumido por el miedo. [b][color=slategray]- ¡Los humanos no entienden a los monstruos!- [/color][/b] Y le soltó, sin un ápice de lamento ni piedad en su rostro, ante la expresión atónita del chico, que caía sin remedio. [center][/center] Se dio la vuelta sobre sus talones, con su marca brillando en la oscuridad del atardecer, dedicándole la última muestra de humanidad, una sonrisa. [center][size=21][b][i][color=navy]- Todos los monstruos son humanos.-[/color][/i][/b][/size] [/center] [b][color=navy]- O al menos, en el fondo, lo son.- [/color][/b] Con aquél susurro imperceptible, Birmack perdió su figura de vista, cayendo. [center][b][size=21]. . .[/b][/size][/center] [center][spoiler="+"]
[/spoiler][/center] Recordaba a lo largo de los años haberle dicho muchas veces que lo entendía. Pero ahora, viéndole a él decir unas palabras tan familiares, se preguntaba si realmente alguna vez, lo había entendido. Si hacia memoria, sabía que lo había preguntado muchas veces. Más incluso de las que alcanzaba a recordar. Y que a pesar del hastío que debía de causar su incesante pregunta, nunca le había respondido de mala gana. Una y otra vez, Sezerkhan le había respondido con la misma delicadeza que una madre acuna a su hijo. Sumada una determinación tan abrumadora que le había impedido rechistar. Sí, ella tenía razón. Lo sabía, en el fondo de su corazón sabía que la Emperatriz tenía razón cuando le decía que cada uno en su libertad, elegía sus propios errores o sus propias victorias. Pero más allá de eso, sabía que no podías impedir a alguien darlo todo por otra persona. Lo había visto en ella, y desde entonces, no había dejado de verlo. ¿Porqué entonces, seguía sin entenderlo? O quizás, en este preciso instante, no se sentía digna. Se mordió el labio inferior, sin siquiera darse cuenta. Sentía que el sonido de sus palabras le caldeaba la piel. Era verdad, no le hacia falta verle la cara para saberlo. En realidad, en lo más profundo sabía que no necesitaba preguntárselo para saberlo. [b][color=steelblue]- Entonces no me llames Señorita.-[/color][/b] Bromeó, sonriendo. Si, quizás se lo había preguntado porque le hacia ilusión escucharlo. Aunque no tuviese ningún sentido. [b][color=steelblue]- O Alter se reirá de mí.-[/color][/b] Arrugó la nariz al imaginarlo. [b][color=steelblue]- Sabes Iron, tu voz...-[/color][/b] No sabía si debía hacerlo. Pero quería hacerlo. Traspasar esa mascara por unos segundos. Quizás su extraña habilidad no sirviese realmente para ello. Aunque le llevaría a otro lugar durante unos segundos. [b][color=steelblue]- Es tranquila y aún así a veces es tan frenética, como las olas del mar antes de romper.-[/color][/b] Soltó sus manos y las llevó a los oídos de él, tapándolos. [b][color=steelblue]- Que grita que eres callado y a la vez, alocadamente decidido. -[/color][/b] El sonido apacible del mar comenzó a sonar en su cabeza. [b][color=steelblue]- Es como un mar, que te arrastra irremediablemente.-[/color][/b] Y de repente estaban allí, en la playa, con los pies en el agua. Y en aquella extraña ilusión, ella sonreía, y él no llevaba su máscara, mientras el sonido de las olas del mar parecía querer bailar al compás de un violín. [center][b][color=steelblue] En realidad, yo también quiero que me protejas.[/color][/b][/center] [center][/center] [center][b][size=21]. . .[/size][/b][/center] [center]A veces, aún siento el peso de un corazón que ya no tengo.[/center] [center][i][color=red]Nunca sabrás si tocaste el cielo. Hasta que lo toques por segunda vez.[/color][/i][/center] Cerré el libro, mientras los niños me miraban atónitos. Hacia ya bastante que había regresado de la Lucera, tras una charla con Ozara antes de que tuviera que partir y enviar un par de cartas. Aún conservaba la sonrisa mientras me despedía de todos los niños, en aquél orfanato a las afueras de Aevelin. Y ahora al mirarles, me acordaba de ellos. Vantis y Mikaela, dos huérfanos hermanos aunque no de sangre. Quizás no debía haber sido tan dura. Quizás tenía que haberme callado al sentir su rabia. Pero tampoco hubiese sentido que fuera lo correcto. La verdad era, que ninguna de las opciones me parecía correcta. Y seguramente ninguna lo fuera. Me reí, mientras caminaba a las afueras entre los jardines. Me recordaba a mí misma tirando los zapatos contra el trono. Pataleando hasta la extenuación. Yo habría gritado mucho más fuerte que él, estaba segura. Y seguramente habría sido bastante menos educada, si alguien me hubiera venido a decir todo lo que no quería oír. Sí, me he cogido enfados bastantes más grandes que ese, por mucho menos. Quizás por eso tampoco se lo podía recriminar del todo. ¿Qué pasaría si yo no existiera? ¿Sería mejor o peor? ¿Habría llegado otro como yo? Antes que yo, hubo muchos. Con otros nombres, con otras vidas, con otros pensamientos. Seres tan o más poderosos que yo. Podrían culparnos. Culparnos de los males que azotan al universo. Pero aunque sea el camino fácil, nunca seremos culpables de los errores de otros. Quizás, si no existiéramos el mal tendría otro rostro. Quizás, uno menos poderoso, pero igualmente humano. Entonces me senté en la fuente, mientras abría de nuevo el libro y mis ojos a lo lejos, seguían viendo el edificio del orfanato. [center][b][color=red]Cada vez son más.[/color][/b][/center] [center][/center]
4 VOTOS
Crisgv13401Hace 1 año103
[center][/center]
[center][i][size=12]Dos manos que se unen.
Quizá dos destinos que se entrelazan.
Convertiéndose en uno.[/size][/i][/center]

Nunca le había dicho esas palabras, nunca nadie había dedicado su tiempo a hablarle de esa manera. Era cierto que la Emperatriz y Alter habían hablado con él miles y miles de veces, que le habían mostrado cariño y cuando era para ellos, pero nunca de la manera que Delaila lo hacía con él. Era delicada, tímida, pero a la vez atrevida, se fijaba en cosas como su voz, cosas a las que Iron jamás había dado importancia.

¿El mar? Sí, quizá su voz fuese como el mar, calmado pero a la vez salvaje, con rachas buenas y rachas malas, había tenido muchos momentos en el ejército, había llegado por su alocada forma de combatir a la enfermería hecho una mierda ante las risas de Alter que lejos de preocuparse sabía que el chico saldría de esa y de muchas más.

La capacidad de Iron de no sentir dolor era su mayor arma, y su mayor debilidad, no sabía cuando parar ; Una cualidad del mar, no sabe parar de fluir, incluso cuando está en calma sigue en movimiento. 

Critalino, perfecto. 
Peligroso.

Sí, quizá tanto él como su voz fuesen como el mar.
Quizá querer proteger a Delaila fuese también ponerla en riesgo.
Quizá pudiese tener ese apice de dudas.

Ella también había elegido, quería que fuese él quien la protegiese.
Sería él quien la protegería.

Se acercó a ella.
No dio importancia a que no tuviese su máscara en ese momento.
Quizá las dudas de siempre ¿no?
¿Le gustará? ¿Será de su agrado? 

Quizá no, o quizá sí, pero allí estaban.
Recortó tanto la distancia entre ellos que estaban a escasos metros.

[b]— [color=darkblue][i]No hace falta que me lo pidas.[/i][/color][/b] 

Fue entonces cuando se tomó el lujo de acercar su cuerpo hacia él para acabar fusionandose en un abrazo. Un abrazo que significaba la promesa de que la protegería, sería su espada y también su escudo.

Sería las 8 vidas restantes de un gato para ella.
Incluso aunque eso llevase a sacrificarse para cumplir con su protección.

[center][/center]
[center][b][i][color=darkblue]Siempre te protegeré.[/color][/i][/b][/center]

Aquel lugar era increíble.
No sabía cuando duraría, cuanto podría estar así con ella.
Aprovecharía cada instante.

Quizá podría decirle mil cosas, pero creía que ese abrazo era la mejor manera de hacerselas saber todas.

[center][i][size=12]Sabía que una vez se acabase ese momento... ella y él volverían a tener que cumplir su papel.[/size][/i][/center]


[center][b]. . .[/b]

[b]. . .[/b][/center]

[spoiler="."]
[/spoiler] [center][b][i][color=steelblue]Aquí estás.[/color][/i][/b] [size=12][i]Me rasqué la nuca. Te había estado buscando. Como siempre, una de tus escapadas.[/i][/size] [/center] [size=12][center][i]Dije al [b]aire[/b]. o Quizá iba hacia[b] alguien[/b]. Durante mucho tiempo vagué por el [b]universo[/b]. [u]Perdido. Sin rumbo.[/u] Esa [b]historia[/b] ya se sabe. Esa[b] historia[/b] ya la conté. [u]Quizá es mejor empezar a centrarse un poco en el presente. Centrarse en seguir escribiendo mi historia[/u] aunque... Sea en una página [b]arrancada[/b] o [b]rota[/b]. [b]Mi pequeña historia[/b] continúa aunque sea al [u]margen del mundo[/u] ¿no? Iluso [b]yo[/b]. Que creía que sería al margen. [u]Supe que no podría mantenerme al margen desde el día que te conocí.[/u] [b]Emperatriz de las Palabras.[/b] Así te llamaba él. [b]El Todopoderoso Dios del Trueno.[/b] No entendía el motivo. Me costó poco comprenderlo cuando nos encontramos por primera vez. Casi como si fuese ayer.[/i][/center] [b]— [i][color=steelblue]Serían muchos mas de no ser por tus esfuerzos.[/color][/i] —[/b] [i]¿Sonarían duras mis palabras? Quizás, pero eran la realidad del asunto, ella sostenía una nación, y aunque se dedicaba a leer cuentos a los huérfanos para llenar el hueco de su perdida, y para llenar los huecos de las suyas... no podía evitar ciertos acontecimientos.[/i] [center][i]Ah sí. Me encontraba delante de [b]ella[/b].[/i][/center] [b]— [i][color=steelblue]Eso también le incluye a él ¿cómo se encuentra?[/color][/i][/b] [center][i][u]Me tocaba meterme de lleno en el asunto. Me tocaba aparecer en escena por fin.[/u] [u]Aunque quizá no de la manera que me gustaría. Ni en el momento.[/u][/i][/center][/size] [center][/center]
EDITADO EL 08-02-2023 / 12:02 (EDITADO 1 VEZ)
4 VOTOS
Xhepher6734Hace 1 año104
[center]

[i][b][size=12]Torre de los Héroes Caídos, Green Island
Antiguo epicentro de la Romalgama[/size][/b][/i][/center]

— [b][color=#FF6347]Quiero escalar esa torre.[/color][/b]



[right][b][color=#4863A0]Ya estamos otra vez.[/color][/b]—
[/right]

— [b][color=#FF6347]¡No es "otra vez"! Es por una buena causa.[/color][/b]

— [b][color=#4863A0]Ilumíname.[/color][/b]

— [b][color=#FF6347]Parece un sitio importante.[/color][/b]

— [b][color=#4863A0]No.[/color][/b]

— [b][color=#FF6347]Me cortas el rollo, puta.[/color][/b]

Fiel a su cultura nómada, los Varangios tenían una jerarquía hasta cierto punto [i]laxa[/i]. No existía una posición de líder oficial, y el resto de seguían a aquella persona que más carisma y fuerza tuviese. Los Varangios respetaban la libertad tanto como el poder. Éléonore se valía de esos dos últimos elementos para guiar al clan, si bien cualquiera era teóricamente libre para contradecirle en cualquier momento. Aquella compañera, a veces enemiga y siempre amiga, se valía de esa libertad para oponerse, a menudo todo sea dicho, a los planes más absurdos de la mujer.

— [b][color=#4863A0]No encontrarás nada de interés allí que te puedas traer al campamento. Los locales me han hablado de la torre, es parte del dominio de Sezerkhan, la emperatriz de Broken Core. Algunos comerciantes utilizan los portales dentro de las torres para viajar entre puntos lejanos, pero eso es todo.[/color][/b]

— [b][color=#FF6347]Pero, ¿no ves que está flotando? Seguro que está abandonada.[/color][/b]

— [b][color=#4863A0]Pero si te acabo de decir que los comerciantes ...[/color][/b]

— [b][color=#FF6347]Me pregunto cómo podría llegar allí arriba. Tal vez pueda subir si voy saltando de roca en roca.[/color][/b]

— [b][color=#4863A0]Haz lo que te dé la gana, pero si tardas en volver nos vamos sin ti.[/color][/b]

— [b][color=#FF6347]Irene, no exageres, sé que no puedes vivir sin mí.[/color][/b]

Irene, nombrada así en honor a una emperatriz del imperio bizantino que no conoce nadie pero era al putísima ama, observó con una mirada de "te lo dije" como Éléonore daba los primeros saltos sobre las piedras flotantes que orbitaban alrededor de la torre en los cielos, para sufrir poco después su primer tropiezo y caída. El boquete que dejó su cuerpo al caer equivalía al de un pequeño meteorito, al más clásico estilo de los Looney Tunes.

— [b][color=#4863A0]Procura no partirte el cuello.[/color][/b]

Fueron las palabras con las que se despidió.

La arquitectura rascaba el cielo, las nubes imposibilitaban ver su punto más alto. Se alzaba en la distancia como si estuviese apoyada en el suelo, pero por mucho que caminases y caminases y caminases nunca alcanzarías el punto donde tocase la superficie. Éléonore concluyó que aquello se trataba de un efecto visual causado por la magia que mantenía la torre en el aire, y habría bastado menos para que la atrevida mujer comenzase su escalada hacia los cielos.

Se valió de los fragmentos de lo que hubo de ser la segunda torre, destruida siglos atrás por una Romalgama reducida en la actualidad a cuentos para los niños y leyendas poco creíbles. Estos restos continuaban levitando de la misma forma que lo hacía la fortificación aún en pie, y habían empezado a orbitar alrededor de esta. Algunas rocas eran lo suficientemente grandes como para posar los pies, mientras que otras eran del tamaño de un puño y requerían mayor maniobrabilidad para no resbalar y caer al vacío. 

Y es que, tras escalar los primeros kilómetros de altura, el suelo parecía un vacío, y Éléonore se divertía pensando en el épico aterrizaje que haría la próxima vez que tropezase y se cayese. Era el intento 26, más o menos, porque no estaba segura de si había contado el intento 14 dos veces. Ninguna caída le mataría y tener miedo a ello era absurdo. Aquello no era valentía, no había muerte cuyo miedo afrontar. No había adrenalina. Lo que sí había era sencilla curiosidad, excitación incluso, como cuando un niño entra a una feria y se asombra al ver una noria por primera vez.

Éléonore era una niña inmortal.

[center][/center]

— [b][color=#FF6347]Anda mira, los comerciantes, ¡holaaaa! ¡Eeeeeeeeh![/color][/b]

Algunas personas sí que la vieron, no por sus gritos, sino porque era difícil de ignorar a un individuo saltando de roca en roca flotante a la velocidad del sonido. Cada nuevo salto tenía tanta potencia que inmediatamente hacía explotar la roca que había usado para impulsarse, y aquel espectáculo fue tan impresionante que lejos de asustarse o extrañarse muchos de esos comerciantes aplaudieron a Éléonore, la vitorearon y la gritaron ánimos para que consiguiese llegar a lo más alto. 

Que subidón, eso sí que le gustó. Ya había merecido la pena haber hecho tal locura, podía volverse a casa contenta. Pero ahora no podía marcharse, no podía decepcionar a sus fans, así que continuó escalando. Todo eso pasó por su cabeza, ignorante de que esos [i]fans[/i] estaban haciendo apuestas sobre si lograría llegar a la cima o se caería antes, e iba ganando la opción de "caída".

Ganó la caída.

[right][i]17 intentos después, en la cima de la Torre[/i][/right]
[center][/center]

— [b][color=#FF6347]¡Soy una diosa invencible, chúpala Irene, soy una jodida diosa![/color][/b]

Mientras tanto, en el campamento de los Varangios, un soldado vino preguntando por Éléonore. Irene respondió sin mirarle. — [b][color=#4863A0]Ah, está escalando la torre de babel, vuelve mañana.[/color][/b] — Y el soldado se quedó tan [spoiler="patidifuso"][/spoiler] que se dio media vuelta y fingió tener que marcharse a otro sitio.

Éléonore empezó inmediatamente a explorar como si la escalada no le hubiese llevado cuatro horas. No se encontró con nadie en esa sección de la edificación, probablemente porque los únicos visitantes de la torre eran aquellos que tan solo cruzaban de paso entre portal y portal. Había poca razón por la que adentrarse más allá de la cercanía de esos portales, y con esa ventaja de su parte se bastó para pasar la tarde a solas en aquel lugar como si fuese su propia casa. Ni siquiera consideraba que su todopoderosa propietaria pudiese aparecer, y daba por sentado que puestos a encontrarse a alguien sería a alguno de sus sirvientes.

[center][/center] 

Llegó a una amplia sala decorada con una imaginería que rozaba lo religiosa. Los iconos y cuadros que lucían aquellas paredes hacían pensar por un breve momento que se estaba pisando suelo sagrado, y que la gigantesca escultura de mármol que se postraba en el corazón de la iglesia era el centro de toda esa veneración. Reconoció la figura que aquella estatua pretendía representar, y dudó por un momento de si realmente se encontraba en terreno sagrado o se trataba solamente de una muestra de afecto cuya fastuosidad había ido un poco lejos.

Juntó sus manos en el pecho, cruzó sus dedos y se permitió un breve momento de mesura.

— [b][color=#FF6347]Gracias por darnos la libertad para ser libres, Sezerkhan.[/color][/b]
EDITADO EL 08-02-2023 / 20:22 (EDITADO 1 VEZ)
4 VOTOS
Xeper1574Hace 1 año105
@CapitanFollaCabras y @Clitoris-clitorito. 

[center][/center]
[center][size=22]El abismo del diablo.[/size][/center]
[center][/center]
¿De qué? Del diablo. 

Sea como fuera érase que se era, ahora Egan conducía con cautela el Cadillac cántabro, dirigiéndolo al sujetar unas cuerdas atadas a los cuernos del carnero. Si bien es posible que no fuese el mejor método para viajar, así el trío de mosqueteros podría descansar las piernas. 

Y mientras Peludito hacía lo imposible por no tropezarse, el viento sacudía al carromato de un lado para otro, como lo harían las peligrosas turbulencias de un avión.  

[center][/center]
Además de una muerte segura, el abismo del Denis también era un atajo. Un estrecho atajo de esos que es mejor ni tocarlos. Como a Denis. El lugar en cuestión se trataba de un despeñadero que separaba a la Lucera [i]del pueblo que Vantis quisiera visitar.[/i] [url=https://i.postimg.cc/cHyY3r23/leete-alicia-en-el-pais-de-las-maravillas-puto-subnormal.png]Las Antipatías[/url], me parece que se llamaba.

—[i][b]Según se dice, de aquí nació la podredumbre que partió el cielo en dos[/b][/i] —Egan les contó. Era un cuento popular entre los paletos de Villaconejo. El boca a boca había perdurado esa historia, surgida de vagas teorías con el fin de explicar el origen de la tragedia.   

Poco tiempo después, una de las ruedas se deslizó tímidamente por el horizonte, pero no llegó a caerse. El fénix, a pesar de todo, mantuvo la vista al frente como si nada hubiese sucedido. ¿Quizás tuviera miedo a las alturas? A mí que me cuentas, ni que sea mi personaje. 

A todo esto, tendremos que romper el hielo entre ellos de alguna forma. 

— [i][b]Este viaje será más largo de lo que hubieseis aceptado en un principio[/b][/i] —dijo el viajero, observando el abismo por el rabillo del ojo. — [i][b]No tengo mucha cosa; patatas, tomates, algo de lechuga... Nos dará para un par de semanas, más o menos[/b][/i] —intentaba estimar. 

— [i][b]Adelante, podéis serviros. Deberíais comer un poco.[/b][/i] 

[center][/center]
[center][/center]
[center][/center]
Ante Sezerkhan se sentía efímero y de poco peso, como una insignificante mota de polvo. 

Esto era así, porque mucho antes de la travesía tuvo lugar una breve conversación entre Egan y la emperatriz. Una pregunta le había concedido ella, y una pregunta haría él en respuesta.

Sezerkhan la Blanca, ¿qué podría cuestionarse el legado de la única persona que llegaste a soportar?

[i]"Eres eterna y lo has visto todo, así que, ¿cómo era el mundo hace quinientos años? 
¿Cuántas estrellas has visto extinguirse?  
¿Por qué nos abandonaron los dioses?
¿Existieron realmente?"[/i] 

Qué tontería la suya, si ya tenía esa respuesta delante de sus narices. Y ahora que le daba vueltas al asunto, descubrió que esas preguntas nada tenían que ver con Salazar. No sería tan fácil hacer tan solo una como ingenuamente le había parecido al principio. 

No obstante, estaba muy seguro de aquello que necesitaba saber. Por tanto, después de agradecer el privilegio, lo que Egan dijo fue lo siguiente:

— [i][b]¿Qué clase de persona era, en realidad?[/b][/i] —vaya, que original. Supongo que esperabas algo sobre la teoría de la relatividad. — [i][b]"El legendario emperador que gobernó el mundo. Un fénix que nunca vaciló ante los dioses." Tío Roderic siempre se ha sentido muy orgulloso de nuestro linaje[/b][/i] —dijo, como si fuera algo ajeno a él. 

— [i][b]Pero son cuentos, ya lo sabes. Detrás de esos cuentos hay un hombre como tío Roderic. Y los hombres lloran, dudan y temen, aunque en sus historias se insista en lo contrario[/b][/i] —y eso le fascinaba, avivaba su imaginación como un motor en marcha.  

¿Quién sería? 
¿Un héroe? 
¿Un cobarde? 
¿Un soñador? 
¿Un afortunado? 
¿Un desgraciado? 
¿Quién fue, en realidad? ¿Quién? 

Podía ser cualquiera, y precisamente por eso lo admiraba. Porque cuando Egan tocó fondo y el abismo le devolvió la mirada, el abismo le hizo esa misma pregunta:

[right][i]¿Quién eres, en realidad?[/right][/i]
[center][/center]
[i]Egan, contestó él.
[/i]
Y en aquel momento recordó a Salazar; el padre de su dinastía, la leyenda del fénix, quien fue todo cuanto podías imaginar... pero quien a su vez no fue nadie. 

Por lo que a diferencia de Roderic, el viajero no idolatraba a la figura en la que el Kyler se había convertido. Admiraba aquello que se escondía detrás. Quería romper ese cascarón, esa leyenda del ave mitológica, y descubrir el hombre al que Sezerkhan pudiese haber llegado a amar. ¿Que hombre fue? ¿Qué le hizo llorar, dudar y temer? 

Insignificante, efímero y de poco peso, como una mota de polvo. ¿También llegó a sentirse así? Después de quinientos años, ahora solo tú tienes esas respuestas. — [i][b]He oído muchas historias sobre él. Quiero escuchar la tuya[/b][/i] —la única que cuenta.
EDITADO EL 13-02-2023 / 16:16 (EDITADO 6 VECES)
4 VOTOS
Elena-elenita7890Hace 1 año106
[center][/center]

[center][size=21][b]Nuestra humanidad[/size][/b][/center]

[center][/center]

[center][spoiler="+"]
[/spoiler][/center] A veces sueño. Sueño con un mar infinito, en el que a lo lejos, las estrellas parecen prenderse en luces, hasta hacer arder el cielo sobre nuestras cabezas. A veces son solo minutos, a veces parece una eternidad. A veces parece que pudiera tocarlas. Y otras, espero que nadie pueda hacerlo. A veces quiero huir, y a veces, ardería entre esas estrellas hasta solo quedar cenizas. [center][i]Inmóviles. Inmutables. Por toda nuestra eternidad. Durante todo lo que nos quede de nuestra humanidad.[/i][/center] A veces cuando me despierto, no quiero hacerlo. Me pesan los párpados y creo sentir como se me enfrían las manos. Como el hielo cala hasta el interior y se abre paso buscando algo que todavía lata dentro de mí. Pero nunca encuentra nada. Y siempre me quedo ahí, arropada entre las sabanas, con las manos pegadas al pecho. Como si así nadie pudiera robármelo, como si así nadie pudiera llevarse lo poco que me queda, de mi humanidad. Intento concentrarme pero me pesa la cabeza, me pesan los pensamientos. Me pesan los días. Y sé que poco a poco, me irá pesando la vida. Han pasado miles de años, y pasarán miles de años más. Creo que he visto demasiado, pero sé que veré mucho más. Lo que hoy me duele, mañana serán solo recuerdos de lo que puede que me ría. Lo que hoy me entristece, mañana puede que no me importe. Y lo que hoy me hace humana, mañana puede que no quede nada. ¿Seré la misma? Aunque me vista igual, me peine parecido, y mis ojos nunca pierdan el brillo. ¿Querré seguir siendo igual? Puede que pareciera fruto de una rabieta lo que decías Vantis. Pero tristemente, había parte de verdad. Hoy me importan sus familias, pienso en sus hijos, hoy el derramamiento innecesario de sangre aún consigue estremecerme. ¿Pero y dentro de diez años? ¿Dentro de treinta? ¿Dentro de quinientos más? Dentro de miles... Llegará un día en el que no me importen. Llegará un día en el que ni siquiera me haga reír. En el que aunque mis ojos no pierdan su color, el mundo si lo hará para mí. Puede que hoy parezca más humana de lo que se afanan en decir de mí. Pero aunque yo sea eterna, la poca humanidad que me queda no lo será. ¿Querré soñar entonces? ¿Me importará entonces dormir sola? Quizás me dejen de gustar los libros, quizás un día llegue a leerlos todos. Quizás un día necesite descansar de todo esto. Para no ver demasiado. Para no acostumbrarme a la falta de humanidad. Hace muchos miles de años cuando aún no había visto a ninguno, me dijeron que los Dioses existían. Que habían existido siempre, y que existirían siempre, como yo. Pero que muchos iban y venían. Que los Dioses a veces dormían, por lo que para el resto parecía toda una eternidad, pero para ellos era solo una milésima parte de lo que vivirían. Solo espero, que si algún día no despierto hasta miles de años después, pueda soñar con ese cielo. Con esas calles llenas de luces, que tintinean, hasta convertirse en estrellas en el horizonte. Ese horizonte en llamas, que una vez quise alcanzar. [center][/center] [center][b][size=21]. . .[/size][/b][/center] Sabia qué, de nuevo, debía de estar roja como un tomate. Pero permitió que la abrazase a pesar de que estaba segura que eso no podía ser bueno para su débil corazón. Le había dicho que la protegería, varias veces de hecho, aquél juramento debía de ser el más largo de la historia en mucho tiempo. En realidad, no le quedaba nada más por demostrar. Entonces, sí de verdad la iba a proteger porque era su deseo, podía relajarse ¿no? Apoyó la cabeza en su hombro mientras susurraba... [center][b][color=steelblue]En realidad, espero... que nunca tengas que hacerlo.[/color][/b][/center] Pero sabía que no sería así. Ni siquiera tenía que escavar en su interior para saberlo. Lo veía en la tensión de los músculos de Alter. Y en el afán que le ponía por fingir tranquilidad cuando los movimientos eran del todo apresurados. No podía... Un leve carraspeo sobrepasó el sonido de las olas del mar. Cuando se quiso dar cuenta aquella playa había desaparecido y Alter les miraba negando la cabeza. [b]- Las manitas donde pueda verlas tortolitos.-[/b] Se rió mientras guardaba algo en el bolsillo y se llevaba la otra mano a la cabeza. [b]- Pero bueno chico, que os dejo dos minutos solos y ya os propasáis.-[/b] Se echó el pelo hacia atrás a la vez que se acercaba a ellos. [b]- De verdad, estas generaciones de hoy en día sois demasiado precoces, no os estáis quietos. Un poco de romanticismo por favor. Algo de misticismo sabes. Que luego os aburrís.- [/b] En realidad parecía a punto de echarse a reír. Pero se tapó la boca y fingió toser. [b]-Regresamos a Aevelin ahora mismo, y os quiero bien separaditos mientras la torre nos traslada. Que el viaje es oscuro y ya sabemos lo que pasa.-[/b] Y así fue, las oscuridad les engulló. Mientras aún, si hacían oido, podían escuchar... [b]- De verdad, con Sezerkhan seguro que viendo. Que pensará de vosotros...[/b] [center][b][size=21]. . .[/size][/b][/center] [center][/center] [center][i]Me reí.[/i][/center] Mientras mantenía la vista fija en el libro. Podía resultar de mala educación, pero la realidad era que no necesitaba levantarla para saber que estabas aquí. [center][I][color=Red]"I´ve been looking for you everywhere." "Te he estado buscando por todas partes."[/color][/i][/center] [center][b][color=red]Hay quien lo consideraría una declaración de amor.[/color][/b][/center] [b][color=red]- Pero no lo sabremos nunca, porque está claro que hoy no va a ser el día en el que acabe esta página.-[/color][/b] Cerré el libro, en lo que pudo parecer un gesto malhumorado. Quizás era mi forma de decirte que no iba a responder a tus declaraciones. Pues nunca había tenido inicialmente ninguna pretensión de acabarme esa página. De hecho, es la segunda vez que leo este libro. Quizás solo estaba haciendo tiempo hasta que me encontrases de nuevo. [b][color=red]- Está...-[/color][/b] Me volví a reir, mientras me instaba mentalmente a dejar de espiarles. Hay quien no lo consideraría una buena práctica. Y realmente creo, que sin consideración ninguna, no debe de serlo. Pero que le vamos a hacer, en algo hay que pecar. [b][color=red]- Haciendo buenas migas de misión.- [/color][/b] Entonces me eché hacia adelante, mientras te miraba desde abajo. Como si fuera a desvelarte un secreto que ya sabemos. [b][color=red]- No te preocupes, estará bien, me encargaré de ello.-[/color][/b] Siempre lo hago ¿no? [center][i]Esta voz, nunca fue suficiente para gritar todo lo que tengo dentro. Esta vida nunca fue suficiente para conseguir todo lo que anhelo. Este corazón, nunca fue suficiente para esconder todo lo que guardo dentro. Estas lagrimas, nunca pudieron responder todas las dudas que tengo. No puedo entenderlo. Por más que lo intento... Nunca es suficiente. Nunca puedo con todo. Dicen que estoy por encima de todos, pero completamente sola. La realidad es que no hay ningún honor en esta clase de vida. Todos los que han caminado a mi lado, han ido desapareciendo. Pero aún así... No puedo parar.[/i][/center] [center]Quizás esté cansada de hacerlo. Quizás esté cansada de decir que todo estará bien. No, no lo estoy.[/center] [b][color=Red]- ¿Te sientas conmigo un rato?- [/color][/b] Sonreí. Mientras volvía a mirar a lo lejos. [b][color=red]- Desde aquí, todavía se les escucha reír.-[/color][/b] Aunque no quieras escucharlo. [b][color=Red]- Iron, todavía no ríe mucho. Pero estoy segura de que lo hará.-[/color][/b] Igual que ellos. [center][/center]
3 VOTOS
Elena-elenita7890Hace 1 año107
[center][/center]

[center][size=21][b]Indolente[/size][/b][/center]

[center][spoiler="+"]
[/spoiler][/center] [i]Dime tú, alma errante, ¿como vives, conservas tu calor y no consumes?[/i] [center][i]Ellos preguntan, pero no escuchan. Quieren una respuesta, pero no la entienden. Buscan un apoyo, aunque solo sea para hundirlo.[/i][/center] [right][i]Dime tú, alma errante, que amas la felicidad ajena, como si fuera tuya.[/i][/right] [i]Dime tú, alma errante, donde empieza y acaba, este tonto cuento, del que formo parte.[/i] [center][i]Tú, alma errante, que paseas por las calles como una sombra más, que vienes y vas pero nunca te quedas.[/i][/center] [right][i]Dime tú, la razón de mi existencia, que sin siquiera conocer ya juzgaste por saber.[/i][/right] [i]Dime tú, alma errante, cuanto tiempo más seguiremos lanzando los dados a ciegas.[/i] [center][i]En esta jugada, a la que llaman vida.[/i][/center] [center][/center] [center][b][color=red][size=21]Bú.[/size][/color][/b][/center] Hendió el aire. Mi voz cortó el silencio en un acto tan repentino que habría podido sacarle el corazón por la boca a cualquiera. Me reí de mí misma. O de mi estatua. [center][b][color=red]Bueno, al menos no morirás del susto.[/color][/b][/center] Siempre me pareció extraño. Nunca me tomé en serio lo suficiente a mí misma. Aunque el resto del mundo sí lo hiciera. O quizás no tanto como a veces aparentaron. Rehusé, lo hice tantas veces que me acabé cansando. Para cuando las estatuas se levantaron, ya ni siquiera sabía si me parecía mala idea o no. Ella mira hacia abajo, en un gesto de asentimiento, ahí, en lo alto. En un gesto que consideraron divino. Yo, miro hacia abajo, siempre lo hice. En un gesto que muchos consideraron altanería. Pero porque ellos, todos ellos, siempre miraron por encima de mí. Ellos miran hacia arriba para verme, yo miro hacia abajo, porque quiero ver, que es aquello que nunca miran. [center]Que era aquello, por lo que ya nadie luchaba.[/center] Cuando se pintaron los cuadros, cuando levantaron las estatuas, creía que era presuntuoso. Demasiado osado. Ahora, más de 500 años de paz después, creo que con estatuas o sin ellas, tenían razón. Quizás la humanidad lo necesitaba, saber que no solo la maldad puede tener humano rostro. Que la libertad, también puede tener humano rostro. En realidad acabó por gustarme. No las estatuas en sí, eso me sigue dando un poco igual. Me gusta que exista una prueba viviente de que la libertad puede tener rostro humano. Que por la libertad se puede luchar. Y que la libertad, se puede ganar. Que aquellos seres a los que miraban con miedo, a los que temían, también podían tener los mismos deseos que ellos. Que con Dios o sin él al que rezarle, nuestros deseos más allá de estar bajo el mismo cielo, podían tener el mismo nombre. [center][b][color=red]Creían que era como una Diosa, de la que todos hablaban pero nadie veía.[/b][/color][/center] [center]Por eso este lugar bordeó lo sagrado.[/center] [center][i]Lo odio.[/i][/center] [center][b][color=red]Hay quien creía que no existía. Por eso pensaron que se la di. La libertad.[/color][/b][/center] Un día les dije que soñábamos demasiado alto. Pero hoy, aún cuando mis pies cuelgan y no tengo sostén. No tengo vértigo. Aquellos precipicios que vimos... hoy me sostienen las manos de los que nos ayudaron a superarlos. [center][b][color=red]Yo todavía, sigo agradecida.[/color][/b][/center] [center]Llegará un día en el que solo lo recordaré yo... En realidad, ojalá llegue un día en el que solo lo recuerde yo. Que por la libertad se ha tenido que luchar.[/center] [center][/center]
3 VOTOS
Crisgv13401Hace 1 año108
Sabía de sobra que lo que estaba haciendo con ella no era apropiado. Que su puesto podía peligrar con que Alter dijese una sola palabra pero por alguna extraña razón sabía que no sería Alter el que se opusiese, ni tampoco el que fuese a degradarle, no entendí el motivo, pero sabía que nunca le reprocharía algo como eso.

Por eso Alter era como un padre para él.
Le había acogido desde el primer momento junto a la Emperatriz.

Aún siendo consciente de esto sabía que debía agachar la cabeza una vez se dio cuenta de que volvían a estar en el lugar de antes, dejó a Delaila y bajando su cabeza y posando su mano en la zona donde se encontraba su corazón hizo un gesto de cortesía para pedir perdón a su superior. Sabía perfectamente que desde ese momento él y la señorita Delaila.

Delaila, a secas.
 
Pasaban a volver a interpretar sus papeles por el momento.
Aguardaría quizá un momento en el que no debiese tener que seguir ocupando ese papel para poder seguir viviendo algún momento mas con ella.

Un sueño que nunca se había planteado antes.
Pero un sentimiento que le resultaba familiar por algún motivo empezaba a brotar en su interior.

Estaba feliz, estaba contento, estaba... sonriendo.
Nunca había sonreído antes.
Porque nunca antes había podido mirar su sonrisa en todo este tiempo.

[center][b]. . .[/b]

[b]. . .[/b][/center]

[center][spoiler="."]
[/spoiler][/center] [center][b][i][color=steelblue]Sezerkhan ¿verdad? ¡Te presento a tu hijo adoptivo![/i][/b][/color][/center] [center] [i][size=12]Señalé a un joven con una [b]máscara de hierro[/b] que [u]ni respondía a impulsos[/u]. Gesticulé todo lo posible para llamar[b] tu atención[/b]. Quizá no te iba a convencer. [u]Me daba igual.[/u] [u]Eras la única que podría cuidar de él[/u]. [/size][/i] [b][i][color=steelblue]¡Puedes llamarle Iron! ¡Come poco, caga en su sitio, y no muerde! Vendré a ver como está cada temporada ¡Nos vemos! ¡Buena suerte, lo harás genial![/color][/i][/b] [i][size=12]Desaparecí. Me fui a por Tabaco. Aunque... No fumo. Eso le pegaba mas a [b][u]Tea[/u][/b]. Esposa del [b][u]Todopoderoso Thor[/u][/b].[/size][/i] [b][size=21]. . .[/size][/b][/center] [size=12][i]Recordé [u]nuestro primer encuentro[/u]. Fue un encuentro express en el que te dejé un paquete como si nada. Te encargué una vida como si ya no tuvieses muchas de las que encargarte. [u]Tu en tu[b] imperfecta humanidad[/b] le diste un hogar sin [b]preguntar[/b].[/u][/i][/size] [right][size=12][i]Sin [b]preguntar[/b], sin [b]rechistar[/b], sin [b]nada[/b]. Parecía que hubieses entendido [b]mi intención[/b]. [b]Mis sentimientos[/b] ese día. No me fui por [u]prisa[/u]. Me fui por [u]verguenza[/u].[/i][/size][/right] [center][i][SIZE=12][u]La verguenza de dejar a mi mejor amigo al cuidado de otra persona. Sabía que no estarías a salvo conmigo viejo amigo.[/u][/SIZE][/i][/center] [i][size=12]No me confundí. Con ella estas bien, estás a salvo. Quizá consigas llevar una vida normal. [b]Te la mereces.[/b][/size][/i] [center][i][size=12][u]Al contrario que [b]yo[/b].[/u][/size][/i][/center] [size=12]— [b][i][color=steelblue]¿Haciendo buenas migas? Quien lo diría, cuando lo dejé contigo hace casi 2 años apenas podía decir cuatro palabras sin trabarse.[/color][/i][/b] — No te culpo amigo mío, en tu lugar quizá yo ni sabría decir esas cuatro palabras. [i]Siempre fuiste mucho mas fuerte de mente que yo. Me alegraba saber que ibas avanzando en una vida normal, una vida digna, estaba muy contento de saberlo, [b]Iron[/b]. Aunque yo jamás pudiese formar parte de esa vida. Me alegraba saber que estabas bien. Me senté. No todos los días una mujer hermosa te pide compañía.[/i] [center][b][i][color=steelblue]Si alguien puede hacer que sonrían. Esa eres tú, Emperatriz. Las haces posibles.[/color][/i][/b][/size][/center] [center][/center] [size=12]— [b][i][color=steelblue]Siempre estas leyendo ese libro cuando nos encontramos, ¿A qué se debe? No será una de esas historias que no tienen fin.[/color][/i] —[/b] Un círculo vicioso de esos crueles que nunca llegan a su fin, siempre leías ese libro, siempre ojeabas esas páginas hasta que me mirabas. [i]Cerrabas la historia que se escondía tras esa bonita portada. Sigo hablando del libro. ¿Verdad?[/i][/size] [size=12][center][b][i][color=steelblue]Hace un día precioso. ¿Qué tal te ha ido en esa reunión?[/color][/i][/b][/center][/size] [size=12][center][i]Miré en dirección a esas risas. Eran tan [b]contagiosas[/b]. Que me invadía la [b]nostalgia[/b].[/i][/center][/size] [center][/center]
3 VOTOS
Xeper1574Hace 1 año109
@Xheper.

[center]¿Queloqué? [/center]
[center][/center]
¿El dios de la luna sangrienta? Ah, sí, algo recordaba al respecto. María le había contado alguna vez que en la CCSH llevaban buscándolo desde hace unos cuantos años. Sin embargo, como la divinidad lunar no poseía ningún olor en especial, Reginald no tuvo nada que ver en aquella misión. Muy poco sabía al respecto, así que primero decidió escuchar en silencio.

— [i][b]Me gusta la idea[/b][/i] —dijo Gordinald. — [i][b]Quizás podríamos adelantarlos en la búsqueda, y eso nos vendría muy bien[/b][/i] —afirmó después, sonriendo tanto como su triple papada le permitía. Espera un momento... ¿Una frase completa sin exigir ningún tipo de comida? Bastante sospechoso para tratarse de Denis. Incluso pareció notarse un repentino cambio de tono en su voz. 

[i]"Por supuesto"[/i], recordó el perro verde. [i]"¡Es por el glamour, me deben quedar unos cinco minutos!"[/i]

A punto estuvo María de echarle la bronca, pero Regi ya se había avispado de ello y se levantó de la silla. Tal fue la hazaña de soportar ese peso y no romperse, que años más tarde sería bautizada en la Agencia como [i]"el trono de hierro"[/i] y [i]"el sillón indestructible"[/i]. Entonces, el asqueroso y mórbido obeso que por casualidad tiene el nombre de mi hermano, acabó diciendo:

— [i][b]Pues nada, andando que es gerundio. Llévanos allí, Jack[/b][/i] —y rápido, hubiese querido añadir, porque ya no le quedaba más tiempo que exprimir.

[center][/center]
EDITADO EL 18-02-2023 / 21:34 (EDITADO 3 VECES)
3 VOTOS
Xhepher6734Hace 1 año110
[center]

[i]Denkav toca la Ofrenda por primera vez
Isla de Genosha, fecha incalculable[/i][/center]
En la llanura quebrada por la batalla, el sol latía con fuerza y quemaba el rostro de las dos únicas personas que quedaban vivas entre los escombros del paraíso. El más grande de los dos llevaba puesta una gigantesca armadura de un metal mágico que le confería habilidades inimaginables, tal así que su oponente, bajo y enclenque en comparación, era considerado en aquel duelo como el inevitable perdedor por los omniscientes dioses que observaban el espectáculo para llenar las horas de sus aburridas eternas vidas.

Algunos de esos dioses perdieron sus apuestas cuando el bajito hombrecillo se alzaba mientras el caballero caía muerto, el único en pie en una batalla donde él había actuado como ejército de un solo hombre. Sin aliados ni compañeros, había enfrentado a la armada enemiga en campo abierto y acababa de triunfar, un triunfo sin victoria, pues el único ganador era el Gran Maestre Aurelian, y él no estaba allí presente.

El asesino de élite de la Orden acababa de matar al sexto Gran Maestre usurpador, junto a todo su ejército de más de 20.000 hombres.

[center][/center]

— [b][color=#246A0B]¡Kastan, termina esta locura! ¿¡Cuantos más tengo que matar hasta que te quedes satisfecho!?[/color][/b]

[right][i]El silencio fue la respuesta.
Pues los auténticos dioses no responden a las plegarias.[/i][/right]
Historias de batallas e historias de ruegos, relatos de leyendas y relatos de héroes, mitos de otros mitos. Las [i]historias[/i] convergían y divergían en Broken Core como las raíces de un árbol inmenso, las raíces profundas en la tierra olvidando que nacían de una misma planta y encontrándose unas con las otras sin saber que pertenecen a algo mucho más grande que ellas mismas.

Éléonore era así. Pensando que su historia fluía con independencia del resto del planeta que ahora residía, no podía comprender que tuviese ante sus ojos la figura de la emperatriz del mundo conocido.

[center]

[i]Campamento principal de los Varangios
Green Island, actualidad[/i][/center]
La tribu de los Varangios se acomodaba en Green Island, el que sería su hogar por los próximos días y semanas antes de que la sangre nómada en ellos les empujase a viajar a otro rincón del globo. Irene ayudaba a cocinar lo que sería la cena dentro de unas horas. Aunque durante la ausencia de Éléonore recayese sobre ella las funciones temporales de [i]Khan[/i], líder de los Varangios, eso no le impedía continuar sus tareas más mundanas. 

Como a su amiga, Irene no disfrutaba de liderar, los Varangios demasiado incontrolables para aceptar guía alguna y demasiado alocados para asumir tareas de liderazgo. Pero alguien tenía que hacerlo, porque incluso los grupos de personas más ácratas terminan requiriendo de alguna forma de autoridad pasado el suficiente tiempo. 

Así era el espíritu humano, tan deseoso de libertad pero inevitablemente requiriendo de ayuda de la autoridad. Y como el carácter humano dibujaba todas las razas, etnias y formas de existencias a lo largo del multiverso, así eran también el resto de los seres conscientes de la realidad.

[right][i]De libertad y anarquía va este relato
¡Bakunin estaría orgulloso! 
Si su ideología no hubiese fallado 
en todos los contextos donde fue implementado[/i][/right]

Y de vuelta en la ominosa torre ...

[center]

[i][b]¡Era una diosa! 
¡Delante de Éléonore había una diosa! 
Póstrate, chiquilla, 
que eres una chiquilla delante de la eternidad.[/b][/i][/center]

[center]

[i][b]Hija, no te arrodilles ante Sezerkhan, 
tan solo es una reina maldita con una corona. 

Ocupa un trono que no debería existir, 
tan solo coronada por ser el mal menor. 

Sabes mejor que nadie ...[/b][/i][/center]

[center][/center]
[i][b][color=#FF6347]Que si cualquier otra figura fuese rey de Broken Core, sería un tirano. 
Como Aurelian, como la Orden, como Vantis.
Debo agradecérselo.[/color][/b][/i]

[center]

[i][b]Insensata. 
Uno no da las gracias a un mal menor por ser menos malvado que otra maldad.[/b][/i][/center]

[center][/center]
Aun así, alguien tiene que decirlo, ¿no?
Aunque os duela, nos hace un favor.

Pero no se arrodilló ni se postró. No por orgullo, sino por respeto.

— [b][color=#FF6347]Eres Sezerkhan, ¿verdad?[/color][/b] — Empezó con una formalidad. Claro que era ella, vaya tonterías dices, chiquilla. — [b][color=#FF6347]Es un honor conocerte en persona.[/color][/b] — Mira como sonríe, tan contenta, seguro que es la primera vez que alguien le dedica una sonrisa genuina a ese diablo. — [b][color=#FF6347]Me llamo Éléonore.[/color][/b] — Ya lo sabe, insensata. — [b][color=#FF6347]Y quiero darte las gracias en persona.[/color][/b]

Pese a los duros comentarios que le dedicaban, Éléonore se mantuvo compuesta ante Sezerkhan. Dejó que se le viese la excitación en su rostro, un pequeño flujo de ansiedad que no nacía del miedo por estar delante de alguien tan importante y poderoso sino por no saber encontrar las palabras adecuadas para alguien tan importante y poderoso. Espera, ¿eso no es lo mismo? Bueno, depende como lo veas.

— [b][color=#FF6347]Espero no haber pisado suelo prohibido, este lugar parece tan místico que temo haberme metido en un sitio vedado.[/color][/b] — Dijo nerviosa, arreglando como buenamente pudo con las manos tanto su vestimenta como su peinado, como si quisiese ocultar la temeraria escalada que acababa de realizar. 

En la Orden nunca le habían educado sobre cómo comportarse delante de la nobleza u otra gente importante, solo en cómo combatir y matar. En sus viajes por el cosmos sí había aprendido muchísimas nuevas habilidades sobre como [i]vivir[/i], pero entre ellas no estaba la delicadeza que una damisela debía blandir ante emperatrices. Éléonore nunca vio necesario aprender educación alguna en una vida errante.

— [b][color=#FF6347]Ah, perdona, tendría que haberlo dicho antes. ¿Qué haces aquí? ¿Has venido ... por mí? Yo ...[/color][/b] — Iba a decir "es un honor", pero ya lo había dicho al principio y no quería repetirse. Se debatía entre decir "¿por qué yo?" o "pero no soy tan importante", pero pensó que estaba sacando conclusiones precipitadas. Estaba en la torre de Sezerkhan, era natural que su propietaria estuviese en ella. Así que cambio de tema, porque al estar sumida en esos pensamientos llevaba ya unos instantes callada y empezaba a notarse su torpeza. No tenía mucha labia, era una mujer de acción más que de palabras. — [b][color=#FF6347]Puedes ... ¿puedes acompañarme un momento? He estado fuera de Broken Core mucho tiempo, y he visto muchas cosas. He reflexionado sobre este mundo, y sus líderes. Quiero compartir lo que siento. Solo esta vez. ¿Me concederías ese deseo, solo esta vez?[/color][/b] — También se debatió entre si debía llamarle "su Majestad" o algún título semejante, pero concluyó que a Sezerkhan no le importaba esas cosas, pero luego pensó que aun así sería visto como educado y no hacerlo sería maleducado. 

Niña, deja de sobrepensar, que el comentario ya queda muy largo.
2 VOTOS
Theory458Hace 1 año111
[center][spoiler="Tema"][b]Poned el video en bucle plis.[/b]
[/spoiler] [size=20][b]Es bonita la noche en las afueras...¿verdad?[/b][/size][/center] [size=13]Nick giró un poco la cabeza para mirarla de reojo. Todos estaban en el coche de Evelyn, en camino de realizar la misión de conocer la verdad sobre el robot y lo que se guardan entre manos la CCSH. Luna se encontraba justo en el asiento de la izquierda, pero se movió hacia el medio para mencionar esta frase, mirando maravillada de como se veía el cielo esa noche. Nick volvió su mirada y afirmó en su pensamiento lo que comentó Luna. Nick se sintió un poco triste. Pensó que muchas veces no apreció tal maravilla. Pero se recompuso rápido. Dante, que se encontraba de copiloto se encontraba serio ante tal situación. La verdad, tuvo suerte. Lo que quiere hacer se hará al fin y con ayuda. Pero resulta que Evelyn amenazó con chivarse de su entrada junto a Luna y de inventarse otras situaciones como que son abusadores sexuales o alguna otra cosa que les dejase mal parados con la sociedad. Pues en estos días la mentira se puede convertir en verdad a base de repetirse y de manipulación. En el fondo , Dante, pensaba que no era mala chica. Pero que su amenaza cruzo la linea. De todas formas entraba en bucle este pensamiento ¿Cómo voy a pensar que no es mala chica después de esto? Pero algo le retumbaba a su vez afirmándoselo. Evelyn se encontraba conduciendo el coche muy segura de si misma. De vez en cuando , se veía a través de la ventana como algunas personas galopaban por el campo para llegar a sus destinos. El transporte moderno y pasado conviven bastante bien. El viaje sería largo, tienen que ir antes a por herramientas según Evelyn, por lo que no irían directamente a la CCSH, pasarían por Odane, el cual tiene un conocido allí. Pararon un momento para descansar, todos se bajaron del coche y Evelyn sacó una botella de agua que tenia guardada en la parte inferior de la puerta del conductor para beber un poco.[/size] [size=20][center][b]— Nick tirritaba[/b][/center][/size] [size=13][b]— ¿Por qué no te trajiste nada pa abrigarte Nick?[/b][i] — comentó y le miró preocupada Luna[/i] [b][color=#28B0DB]— La verdad es que tienes razón. Pero en ese momento estaba con la adrenalina tan subida y cabreado que ni quise ir a casa a coger nada.[/color][/b]. [b]¿No dices que hay que gestionar tus emociones y no realizar una acción por un pensamiento temporal?[/b] [b][color=#28B0DB]— Si... pero somos humanos con nuestros errores. Gestionar emociones también es reconocerlos y pensar que lo hecho hecho está. Que en muchos contextos, le puedes dar alguna vuelta e intentar arreglarlo. Pero aquí por ejemplo no, aparte, es una tontería sin más.[/color][/b] Dante miraba por encima del vehiculo como conversaban Luna y Nick. Pero giró su mirada a Evelyn que se encontraba mirando su reloj mientras bebía de la botella con la otra mano. [b][color=#954646]— ¿Qué herramientas se supone que debemos coger? Nosotros ya tenemos una llave.[/color][/b] [b][color=#FF942F]— ¿Hm? ¡Ah!. En Odane tienen tecnología que nos servirá para burlar las alarmas de la base. Por mucha llave que tuvierais, no tenéis defensa. Tenemos que cuidarnos chicos, yo trabajo ahí y se lo que hacen con los que se cuelan.[/color][/b] [b][color=#954646]— ¿Eso no es confidencial?[/color][/b] [b][color=#FF942F]— Supongo que cuando el ser humano quiere imponer respeto, lo que quiere es dar miedo.[/color][/b] Mientras Evelyn seguía con lo suyo, Luna pensó: [b]— Otro como el Nick con sus frases filosóficas macho. Pesadillas.[/b] [center]Tras unos 15 minutos de descanso, todos subieron de nuevo al coche camino de Odane.[/size][/center] [center][size=20]____________________________________________________________[/Size] [/center] [size=13]Dejaron el coche en un parking subterráneo junto a la costa. Este parking tenia una especie de cristalera en las paredes para poder ver parte del mar que rodeaba todo tipo de seres acuáticos preciosos. Al subir a la superficie todos menos Evelyn miraban perdidos la ciudad. Ya estuvieron alguna vez, pero no sabían exactamente donde tenían que ir esta vez. Evelyn, confiada, empezó a caminar por las calles de Odane. La arquitectura de Odane era bellísima. Basada en la época del renacimiento, aunque se podría ver arte del barroco también. Una de las principales diferencias de los libros de historia para comparar Renacimiento y Barroco, fueron las pinturas, pues, en el Renacimiento, se buscaba realismo, y en el barroco se usó más la introspección de uno mismo. Era complicado de entender que todo esto lo hizo unas personas. La arquitectura desde hace siglos lo hacen los robot. Sin ningún error. Tantos unos como otros, se basaban en cálculos matemáticos y geométricos, para obtener la máxima armonía y proporción. Daban ganas de perderse, igualmente, podrías perderte sin querer dejándote llevar por la belleza de la ciudad. Pero a Evelyn no se le escapaba ninguna, y cada vez que se giraba y veía que alguien se salía del grupo, le llamaba la atención. Llegaron a una pequeña calle, donde estaban construidos unas casas junto a las rocas. Evelyn asintió con la cabeza y nos pidió que nos quitásemos los zapatos, pues donde entraríamos era regla de la casa. Al entrar, absoluto silencio se encontraba asentada en el lugar. Solo se escuchaban los pasos de los integrantes del grupo. La casa daba algo de miedo, de pronto, al entrar por una de las puertas de la casa, se veía a una especie de hechicero escribiendo con una pluma una hoja sobre su escritorio... 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EDITADO EL 19-02-2023 / 15:15 (EDITADO 2 VECES)
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