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[center][/center] [center][size=21][b]Llorando[/size][/b][/center] [i]Todos dicen conocer la crueldad. De la crueldad dicen muchas cosas. Dicen que tiene humano rostro. Dicen también que te encuentra allá donde va. Dicen también que no te mata. A veces dicen que solo te hace más fuerte. Entonces... ¿porque lloran al vernos? Aunque si fuera por mí, podrían llorar... [/i][center][i]Por toda la eternidad.[/i][/center] [center][/center] [center][size=21][b]. . .[/b][/size][/center] [center][spoiler="+"]6 VOTOSTakretm-1212218Hace 1 año81[/spoiler][/center] [center][i]Crónicas de una muerte anunciada.[/i][/center] [i]Dicen que ya no abro los ojos. Y que cuando lo hago, esa mirada inerte parece no ver. Porque ha visto demasiado. Porque el mundo morirá, como ya lo vi morir antes. ¿Recuerdan lo que dije? En realidad da igual si ya lo hacen o no. Incluso aunque lo hicieran, ya nadie entendería las miradas. Miradas que antes hablaban. [/i] [center][i]Y que quizás querían decir...[/i][/center] [center][/center] El sonido de sus pisadas reverberaba por la calle, acompañado de una sombra de sonrisa. Sus esbeltos dedos jugueteaban haciendo girar sobre si mismo el anillo de su dedo corazón de la mano izquierda. Y su mirada al suelo ocultaba sus insondables ojos tras las pestañas. [b][color=red]- Se te sigue viendo joven. Aunque sigas usando ese titulo tan antiguo.-[/color][/b] Solo veinte años. Veinte años y un centenar más. Y aún parecía que fuera ayer cuando bailaban en los salones a escondidas. Veinte años y varios centenares más. Y el grabado en el anillo aún de vez en cuando le parecía que podría quemar en cualquier momento. Como el día en que se lo dieron. [b][color=red]- Antes, tan solo balbuceabas mi nombre. Ahora, te sabes hasta los títulos antiguos.-[/color][/b] Se burló del pasado y como acto reflejo sus dedos dejaron de enfrascarse en juguetear con el. Pero no dijo nada más. Calló mientras echaban a toda la gente. Tampoco dijo nada cuando escuchó la burda presentación. No dijo nada cuando entraron al edificio y sin falsas cordialidades, el silencio se volvió atronador. No dijo nada cuando sus insondables ojos estudiaron sus facciones, hasta que podría haberse considerado irrespetuoso. Permaneció en el más inquebrantable de los silencios. Mientras todos tomaban asiento, paciente, ella caminaba alrededor. Con el suave tintineo de sus zapatos como melodía. Como si aquello fuera un baile. Al que no había sido invitada. Pasó por sus espaldas, y sus dedos rozaron el respaldo de las sillas. Esperó a que Ozara se sentase y entonces, entreabrió la boca como si fuera a hablar, mostrando un indicio de unos afilados colmillos. La melodía de sus zapatos cesó cuando se detuvo ante su silla y apoyó uno a uno los antebrazos en lo alto del respaldo, su barbilla reposó sobre estos y sus ojos centellearon. Como un depredador a punto de atacar. O quizás, un animal salvaje que se sabe enjaulado. En realidad daba igual, nadie sabría nunca a ciencia cierta de qué forma sería más peligrosa. [center]Entonces se rió Fue una risa sofocada por una sonrisa que dejó completamente a la vista por unos instantes la afilada punta de sus colmillos. [b][color=red]- ¿Disculpas?-[/color][/b][/center] [b][color=red]- Estas cosas te importan una mierda Vantis. No vale de nada.-[/color][/b] Pero su voz sonó inhumanamente serena. [b][color=red]- Y esto va a ser solo un tremendo incordio más.-[/color][/b] Sus dedos trastabillaron contra la madera cuando el carraspeo de Ozara la interrumpió. Y calló una vez más cerrando los ojos mientras escuchaba su voz. [b][color=pink]- De hecho El Imperio de Broken Core viene a debatir los términos de rendición de la Santa Orden, para su posterior desmantelamiento. Ya no se requieren sus infructuosos servicios en el reino.[/b][/color] [center]Un repiqueteo de dedos contra el respaldo. Su uña contra la madera, en un incesante compás. [b][color=pink]Podéis hacerlo pacíficamente, o bien podemos daros caza. Y si bien no matamos a todos, los que queden desearán poder estar muertos.[/b][/color][/center] [center]Y la Emperatriz abrió los ojos, y descansó su mirada en Vantis. En un suave pestañeo que duró una eternidad, que quizás demostraba la más profunda de las diversiones o el más profundo de los aburrimientos. Insondable. [b][color=pink]Y podemos hacerlo, podemos hacer eso y muchos más. En menos de lo que tardáis en pestañear.[/color][/b][/center] Aunque pudiera sonar a amenaza, el deje de su voz era suave, alegre, casi irritantemente risueño. Se había estado trenzando el pelo mientras hablaba, como si el tema no tuviera realmente importancia. Como si de haber querido ni siquiera estarían ahí. Como si de hecho aquello fuera del todo innecesario. ¿Pero lo era? ¿Eran necesarios los recordatorios constantes en un eterno reinado donde no se ponía el sol? Donde la leyenda nunca había dejado de cobrar vida. Aquella Emperatriz estaba presa, presa en la jaula de odas míticas que encasillaban a Aevelin. Presa del legado de Broken Core. Presa en si misma, en el horripilante monstruo en que se habían convertido. Ahora, porqué no decirlo, sus leyendas eran más fuertes que ella. Y quizás, tenían mejor carácter. La silla chirrió contra el suelo cuando la arrastró para sentarse. Y los mechones blanquecinos que se habían escapado del tocado se desperdigaron por la mesa, airadamente. Apoyó la cabeza en el respaldo con un golpe seco y por unos instantes dejó la vista en Mikaela. Aunque quizás por cordialidad, la había estado ignorando hasta ahora. Y entonces se rio antes de hablar, negando suavemente con la cabeza. [b][color=red]- Digamos que queremos evitar tener que hacer esas declaraciones realidad.-[/color][/b] Habló como si lo hubiera estado haciendo todo el rato. Como si de hecho, hubiese mantenido una conversación mientras tanto. [b][color=red]- Digamos que queremos evitar una guerra. Quizás entre Broken Core y Auralia, quizás entre los Vikars y sus benefactores, quizás entre Broken Core y los Vikars o contra la Santa Orden, quizás de la Santa Orden contra ¿la Santa Orden? o quizás de Broken Core contra ¿sus pueblos?. Da igual de hecho, ninguna de ellas nos saldrá rentable.-[/color][/b] Se volvió a reír, aunque aquello quizás si que carecía de gracia. [b][color=red]- Pongamos que estoy aquí por altruismo.¿No es esa la palabra que estaba poniendo nombre a los motivos? Aunque creeríais que miento. Así que eso nos lleva a múltiples problemas. A parte del obvio problema de confianza, tenemos al Monroe, los Vikars también son otro obvio problema, y la Santa Orden lo acabará siendo también, si no lo es ya lo suficiente. Aunque mejor me quedo aquí porque como empiece a enumerar nos comerán los problemas antes de acabar. Digamos que somos un reino extenso, con extensos problemas. La conclusión rápida a todo esto es que os ayudaré. Y en el proceso vosotros me ayudaréis siendo la mano ejecutora de la destrucción de los Vikars. Han jugado un buen papel hasta ahora, pero se están empezando a afanar demasiado en bordarlo. Y seguro que de camino a eso, acabamos terminando con algún que otro problema más. ¿Como la Santa Orden? ¿La creciente hostilidad de los reinos vecinos? ¿las ganas de hacer al mundo llorar? Quién sabe, me estoy volviendo avariciosa por momentos. ¿Que si podría solucionarlo todo yo? Sí. A riesgo de pecar de falta de humildad, me ha sobrado y me sobra poder para ello. Aunque quizás aquí todos los presentes sabemos cómo acaba eso. Por eso estábamos en la parte en la que no nos tragamos lo del altruismo. Y sería condenadamente altruista hacerlo por mi parte.-[/color][/b] O una muestra más de amor. Hace muchos años, le preguntaron si no le quedaba nada por lo que luchar. Si no le habían arrebatado ya los motivos para luchar una vez más. Y ella no respondió, nunca lo hizo. Pero siguió luchando. Siguió luchando... [center]Al principio era por despecho. Luego fue por desgana y al final fue porque... Alguna vez había sido tuyo.[/center] Y quizás fue la mayor declaración de amor jamás hecha. Y encontrarse hoy ahí, no hacia más que seguir siéndolo. [color=red][b]- Y además, no serviría de nada. Lamentablemente si lo vuelvo a hacer yo, no serviría de nada. El mundo ya sangró una vez, lloró tanto que el planeta se fracturó. Culpable de la hazaña por cierto. La romalgama ya existió, y tuvimos que destruirla. Culpable de la hazaña de nuevo, junto a los que ahora llaman héroes. Primero fue con los Kyler, y la guerra y la muerte les encontró. Luego con los Monroe, y sucedió de nuevo lo mismo. Tantos nombres, tantas historias, y siempre vuelve a pasar. Nadie escarmienta en cabeza ajena. A día de hoy creo que lo he probado todo, las declaraciones de guerra, las de amor, las palabras o los puños, y quién sabe qué más. Y siempre sucede lo mismo. Perdonad por la gratuita clase de historia. Debería de resignarme ya...-[/color][/b] Dejó las palabras inconclusas mientras se levantaba, apoyando las manos en la mesa. Pasaron segundos que se convirtieron en minutos, hasta que pareció que paladeaba la idea de verdad [center][/center] [b][color=red]- Pero soy demasiado mayor, para ver morir a más hijos.-[/color][/b] Y las palabras parecieron pesadas de repente. Cobraron el peso de la vida que no habían tenido hasta ese momento. [b][color=red]- Aevelin es una gran nación. Broken Core es de hecho el Imperio más grande. Y tras tener que reconstruirlo demasiadas veces, puedo decir que tiene la fuerza suficiente para perdurar por los siglos de los siglos. Pero Aevelin no me preocupa, ni me preocupan los siglos. Viviré para ver de los dos. Pero a ellos seguramente no les veré más y siempre me han preocupado ellos. Que el mundo sangre solo o no, solo llena los ríos de agua roja. El mundo se llamará de otra forma, existirá en otro lugar o renacerá de sus cenizas, pero ellos no. Ellos serán siempre la ceniza que fertilizará la tierra. Y ahora podéis ser parte de la solución o del problema. -[/color][/b] El gato que había parecido desaparecer hasta entonces maulló, sentado encima de la mesa. Con aquellos ojos que parecían decir... "que podrías ofrecernos, a dos brujas, que pueden tenerlo todo." [center][b][color=red] Yo os puedo ayudar a conseguir lo que queréis. Ahora, ¿podréis ayudarme a mí por el camino? [/color][/b][/center] [center]La dulzura de la voz cesó la amenaza como si nunca se hubiera producido. Y sus insondables ojos les miraron una vez más, como si de hecho ya supieran la respuesta.[/center] [center][/center]
Sir Jhaos estaba atento a la ceremonia de coronación cuando uno de sus hombres se acercó a decirle algo al oído. De pronto se pudo ver en la mirada del peliblanco un aitsbo de alerta, y, tras eso, enfado. Le habían informado de que se había emitido un comunicado en La Lucera por parte de Aevelin que podía tomarse como provocativo. Se daba a entender que, de haber problemas en la sucesión, Aevelin acogería a la ciudad bajo su mandato, o eso estaba pululándose entre las lenguas de la gente de aquella gran ciudad comercial. Y era algo que no podía permitirse, puesto que La Lucera era una enorme ciudad sumamente importante para Auralia en cuanto al comercio y comunicación con el resto de países de Broken Core respectaba, así que sin más dilación abandonó la ceremonia, saliendo de la gran sala del trono y dirigiéndose hacia donde se encontraría con Otto, pues no solo le informaron del mensaje, sino de que se había llevado a cabo una reunión con la mismísima Sezerkhan en La Lucera, justo en el edificio que la Orden había instaurado. Salió al encuentro de este, que se encontraba organizando a tropas de la Orden. — [color=dodgerblue][b]¡Otto! ¡Otto, maldita sea![/b][/color] — decía, caminando hacia este con un semblante serio y una voz enfadada. Esto provocó que algunos miembros de la Orden fuesen a salir a su paso, pero la presencia de tropas auralianas hizo que se lo pensasen dos veces. Se posicionó frente al senescal. — [color=dodgerblue][b]¿Sabíais lo que ha hecho Aevelin en La Lucera? ¿Y a pesar de ello los tuyos le han dejado pasar y organizar una reunión en nuestra propia ciudad sin avisarnos previamente?[/b][/color] — se podía ver bastante molesto con ello. No quería que esa información llegase ya a su recién coronado hermano, puesto que claramente eso podía tratarse como una declaración de guerra, cosa que para los planes actuales de Jhaos no le convenía al reino en estos momentos. [center][/center] — [color=dodgerblue][b]Ciertamente, eso hace que me llegue a plantear la alianza que hicimos con la Orden y el haber dado a Vantis un puesto importante en La Lucera. Quiero explicaciones, lo que ha ocurrido puede malinterpretarse como una grave provocación y más en el estado actual del reino, literalmente acabamos de dar un maldito golpe de estado.[/b][/color] — le clavó la mirada en sus ojos, provocando un ambiente turbio en los alrededores que los propios soldados, tanto de Auralia como de la Orden, podían notar.4 VOTOSXhepher6734Hace 1 año82
Entre dioses y mortales. ¿Entre quienes? Lo tenía en la punta de la lengua. Un pequeño recoveco de su cerebro que se negaba a recordar. Y cuando la emperatriz terminó de hablar, ah, entonces recordó ese pequeño momento, ocurrido en un universo entre universos, en un mundo muerto que vivió pero murió. [center][/center] [right][b][color=DarkSlateGray]Vantis, hijo mío, entre dioses y mortales, recuerda. Los descendientes de Synd somos los jueces de los dioses y mortales.[/b][/color][/right] La vez que vio a Kastan fue la primera vez que vio a un Dios. No poses los ojos en mi hermana. Ese fue el único pensamiento que quebró, tan solo por un instante fugaz, la firme serenidad con la que dedicó su atención a aquellas nobles palabras envenenadas sin veneno. — [b][color=#3EA99F]¿Conoces la leyenda de Kastan? Es una pregunta retórica, ya sé que lo sabes. Él fue un monje de una religión de esas que van y vienen. Fundó un monasterio, ganó unos cuantos adeptos, ayudaron a una docena de vagabundos, y sorpresa, Santa Orden Hospitalaria de San Kastan apareció de la nada.[/color][/b] Dejémonos de formalidades, que estoy cansado. — [b][color=#3EA99F]Ahora la historia de verdad. Kastan es el hijo de un tipo llamado Synd que vivió hace cinco siglos, y su progenie somos esclavos personales del Gran Maestre. En el momento que dejamos de ser útiles, nos ejecutan.[/color][/b] — Mikaela se estremeció, miró al suelo para ocultar su ojos llorosos. — [b][color=#3EA99F]No sé dónde está el Gran Maestre Aurelian ahora mismo, pero seguro que me está escuchando. Lo que voy a decir ahora no es ningún misterio para él, pero no voy a repetirlo dos veces.[/color][/b] Escuchad, ¡escuchad! [center][/center] — [b][color=#3EA99F]Haría lo que fuese por ganar mi libertad y erradicar a la Santa Orden de todos los rincones de la existencia.[/color][/b] ¿Escuchaste, Aurelian? ¿Lo escuchaste? [right]— [b][color=DarkSlateGray]Sí.[/b][/color][/right] — [b][color=#3EA99F]Pero no puede ocurrir. Chasquea los dedos, evapora a los cientos de miles de soldados que forman las filas de la Orden. Como llorarán sus familias, y que poco te importaría.[/color][/b] — Oh, estaba cabreado. Vantis estaba cabreado. Míralo, mira lo que hiciste. — [b][color=#3EA99F]Aurelian, o como coño quiera llamarse Kastan en ese momento, fundará una nueva organización con otro nombre y continuará su trabajo. Producirá unos cuantos esclavos personales más, y volverá a provocar la desgracia en Broken Core.[/color][/b] "No, no puedo ayudarte por el camino, pero querría." "No puedo ni quiero." Maldita sea, ¿cuál de las dos era? — [b][color=#3EA99F]Inmortal entre inmortales, ¿has oído hablar del fenómeno psicológico llamado desvanecimiento de la compasión? Es un sesgo cognitivo, una tendencia de los humanos a perder empatía personal hacia otras personas a medida que incrementa el número de individuos en desgracia y necesidad de ayuda. Supongo que es natural que, tras una eternidad de infinitas generaciones de individuos en necesidad, pienses que altruismo sea la palabra más adecuada para molestarte en hacer algo por este planeta o por tu reino. Por toda tu inmortalidad inhumana, tienes un carácter más humano de lo que pensé.[/color][/b] Se sorprendió al sentir un ligero calor entre sus dedos. Mikaela le había agarrado la mano con suavidad y, con una voz muy, muy bajita, había susurrado algo que incluso Kastan tendría problemas para escuchar. — [b][color=#C25283]Por favor, es suficiente. Para ya.[/color][/b] [center][/center] Ese es el problema, que nunca podré parar. — [b][color=#3EA99F]Dejame presentarme de nuevo. [center][/center] Mi nombre es Vantis, soy el descendiente de Synd, y gracias a su sangre he heredado una maldición que me hace inmortal. Pero no voy a tener tiempo de ser inmortal. Kastan ejecuta a todos los descendientes de Synd tan pronto, que tenemos una esperanza de vida media de 30 años. Mi único propósito en la vida es proporcionarle a mi hermana pequeña un futuro feliz. Por toda mi divinidad, mi único objetivo es algo tan básico como el bienestar de mi familia. Egan, mis razones por ayudarte son evidentes. Quiero el dinero que me prometes al final de tu misión para dárselo a Mikaela que pueda vivir sin preocupaciones el resto de su vida. Espero que me perdones, porque has venido aquí en busca de ayuda por parte de la Orden y te has topado precisamente conmigo. Ozara, quiero desmantelar la Orden tanto como tú, pero no puedo. Para empezar, estamos en guerra civil. Cada facción hace lo que le da la gana, y uno de los rebeldes, llamado Sigmund, tiene tantos hombres como el resto de facciones juntas. Podría formar su propia Orden si quisiese. Para desmantelar su ejército, tendrás que convencer a los Kiath, no a mí. Pero eso me da igual. La auténtica razón de que no pueda rebelarme contra la Orden es que si lo hago, Aurelian me matará. En el momento que muera, los descendientes de Synd sufrimos un olvido paulatino. Las personas normales nos olvidan poco a poco una vez dejamos de vivir, hasta que pasados apenas unas semanas, sus memorias se alteran hasta el punto de que piensan que han vivido toda su vida sin nuestra existencia. Estoy seguro de que tu emperatriz podrá recordarme sin problemas, pero no quiero ser recordado por nadie importante. Solo por mi familia. No me importa sacrificarme si la situación lo vale, y ayudar a Broken Core no lo vale. Sezerkhan, el mundo es más grande de lo que dioses y mortales queramos desear. Nunca se quedará sin sangre, por mucho que los Vikars se esfuercen en ello. Sangrará por toda la eternidad, por los Vikars, por la Santa Orden, por la guerra entre luz y oscuridad, por las cruzadas de los Buscadores de la Ofrenda, por las batallas entre Salazar y Seeker. Detenlo hoy, sangrará mañana. Es su forma de decir que estamos vivos [right]que pese a las desgracias que acontecen a nuestra historia entre dimensiones y mundos distintos donde Broken Core ha vivido entre los escombros donde has reconstruido Aevelin tantas veces desde aquellas vidas efímeras como la generación de donde viene Synd, Thais o Alexander Monroe hasta las existencias eternas como la tuya[/right] Sangraron y gritaron, elevaron las manos manchadas de rojo y gritaron, ¡hemos estado aquí![/color][/b] — [b][color=#3EA99F]Gobierna este mundo como te plazca, que es lo que harás al final. Pero no esperes que actúe como tú quieras. Tenemos vida propia y la desperdiciaremos como queramos.[/color][/b] — [b][color=#3EA99F]Rechazo tu proposición, la Santa Orden existirá eternamente. Si nos cazáis, yo os cazaré a vosotros.[/color][/b] [center][/center] — [b][color=#3EA99F]Ahora, Ozara, Sezerkhan. Largo de mi puta casa.[/color][/b]5 VOTOSXeper1574Hace 1 año83
@Theory, [spoiler="tema."][video]xd[/video][/spoiler] — [b][i]Por aquí, Dante. El departamento de investigación no debe andar muy lejos.[/i][/b] [center][/center] Al final resultó más fácil de lo que Luna había pensado en un principio. En estos instantes, caminaba junto al pseudo-humano por los estrechos pasadizos de la CCSH. Hasta ahora todo estaba yendo a pedir de boca. Ambos lograron sortear la seguridad del edificio gracias a las tarjetas identificatorias. Si un guardia les llegase a preguntar por sus nombres, deberían responder que son [i]Luna Lovegood[/i] y [i]Dante Sparda[/i]. Nada que ver con sus auténticas identidades, así que de momento no tuvieron ningún problema. Allí había incontables tesoros, y eso que tan solo se trataba de los pasillos de la fundación. En ellos destacaban vitrinas pegadas a las paredes, y la muchacha se quedaba absorta descubriendo las reliquias que resguardaban en su interior; el Necronomicón, la caja de Pandora, las botas de siete leguas... Como uno de los escaparates ya estaba abierto, la vigía de las torres se abalanzó hacia él. — [b][i]¿Qué será esta cosa? Parece una bola china[/i][/b] —decía, cogiendo imprudentemente un objeto de tantos. [center][/center] La mirada de Dante le sugirió: [i]no lo sé, pero déjalo donde estaba.[/i] Eso haría ella, porque debía concentrarse en su misión. [i]"¿Cuál era, por cierto? Ah, sí, el robot"[/i], hubo de recordarse. Justo en aquel momento, le pareció escuchar algo similar a lo que leeréis a continuación... — [size=12][i][b][color=darkgreen]Uuuh... uuuuuuhh...[/color][/i][/b][/size] —la puta madre que te parió, estaréis pensando. ¿Qué es eso de [i]"uuuh, uuuuh"[/i]? Pues el lamento de una persona o cosa, que no podía evitar sentirse desgraciado por su infortunada situación. — [i][b]Espera, ¿has oído lo mismo que yo?[/i][/b] —dudó Luna. — [size=14][i][b][color=darkgreen]¡Uuuh... uuuuuuhh... uuuuuuuuhhhh![/i][/b][/size][/color] — [i][b]¿Será posible? Lo he escuchado de nuevo, y aún más fuerte que la última vez[/i][/b] —bueno, ya no cabía lugar a dudas. Eso que estuviera distrayéndola existía. Al fin y al cabo, pudiera ser aquel automata que habían venido a buscar, así que se dispuso a seguir el ruido poniendo la oreja. Luna avanzó con la cabeza pegada a la pared hasta que dio con una puerta metálica. Después de unos cuantos aullidos más, proclamó. — [b][i]Lo tengo.[/i][/b] [center][/center] Los llantos la habían conducido a ese lugar, donde yacía el responsable de emitirlos con tal descaro. Ahora mismo la cabeza le daba vueltas. Algo normal, ya que la había arrastrado por el duro y frío tabique. Sea como fuere, la muchacha entendió en seguida que, el único modo de abrir el camino, sería usar la llave que Adam le dio en las torres. De su tacón izquierdo sacó esa otra tarjeta, y en lo que tarda un gallo en cantar los buenos días, la luz desde el interior de la habitación se asomaba tímidamente. De este modo, Luna atravesó la puerta y encontró, por fin, lo que estaba perturbando su concentración. No pudo identificar a qué departamento pertenecía el cuarto, aunque tampoco le dio demasiada importancia. Ante ella, cubierto por una polvorienta manta, se alzaba un gran mueble de al menos dos metros de altura. Le pareció un poco extraño. Ya que tenía la cabeza un poco revuelta, no lo pensó dos veces y, agarrando con fuerza la manta, tiró de ella para descubrir que estaba escondiendo. — [i][b]¡Por los diversos dioses de Broken Core! ¡Es el espejo mágico del cuento de Blancanieves![/i][/b] —exclamó Luna. Es como si hubiese retrocedido diez años en el tiempo, cuando su madre aún le contaba esas historias que, a estas alturas, eran considerados textos relicarios como el poema de Gilgamesh o la Odisea de, bueno, Odiseo. Y el espejo mágico recitó en voz alta: — [color=darkgreen][i][b]Por haberme salvado de semejante tormento...[/color] [center][/center] [right][color=darkgreen]...Una respuesta te concedo en este momento.[/b][/i][/color][/right] A la muchacha se le iluminaron los ojos como esmeraldas. — [i][b]Vamos. Dile algo, lo que sea[/i][/b] —le entregó su pregunta a Dante sin un ápice de duda. Quizás porque hoy estaba de buen humor, o también pudiera ser que se lo hubiera debido durante todo este tiempo. La jovencita no quería una caja de zapatos, ni tampoco un videojuego, aunque alomejor un nuevo arco... ¿Para qué? Todo eso podía encontrarlo en una estantería y comprarlo con dinero. Si algo ambicionaba Luna, ya que no le parecía ético pasarse el día pensando en sí misma, era el bienestar de aquellos en los que apreciaba.5 VOTOSCrisgv13401Hace 1 año84EDITADO EL 26-01-2023 / 16:40 (EDITADO 1 VEZ)
[center][size=24][b][i]El amor es la mayor maldición de todas.» [/i][/b][/size][/center] [center][/center] [center][size=12][i]Lo recuerdo.[/i] Así era [u]¿no?[/u] [i]Eso solías decirme continuamente[/i]. [u][i][b] — "El amor por tu gente te traera la perdicción amigo."[/b][/i][/u] [i]Puedo recordar ahora que esa era [b]tu frase estrella[/b]. [b]Tu muletilla.[/b][/i] [i]Quizá no tanto como ser una muletilla. Pero me la repetías tantas veces que así parecía.[/i] [i]Y yo,[b] idiota[/b] de mi. [b]Nunca[/b] me di cuenta de que era [u]cierto[/u].[/i] [i][b]Mi amor[/b] por mi gente acabó condenandome por[b] toda la eternidad[/b]. Así fue [u]¿no?[/u][/i] [i][u]Ya ni lo tengo del todo claro[/u]. Por mucho que recuerdo, por mucho que lo intento. [/i] [u][b][i]No consigo recordar del todo.[/i][/b] [/u] [i]Te recuerdo amigo, sí, [u]he conseguido recordarte[/u]. [b]He podido salvar los pocos recuerdos que me quedaban de ti[/b]. [u]Después de tanto tiempo... Después de tantas cosas vividas...[/u][/i] [i][u]y así fue como acabamos. [/u] Harto de la [b]exclavitud[/b] de[b] tu pueblo.[/b] De [b]su pasividad[/b] ante unos [u]invasores.[/u] Harto de[b] nuestro sufrimiento[/b], de [b]nuestro sacrificio[/b] para [b]su beneficio[/b].[/i] [i]Decidiste[u] salvarnos a todos[/u]. Eso me llevó a tener que [b]detenerte[/b] [u][b]amigo mío[/b][/u]. [u]Tuvimos que enfrentarnos[/u]. [u]Quisiste acabar con mi gente[/u]. [b]Nuestra gente[/b]. [b][u]— "Debo acabar con ellos, salvarlos para que dejen de ser sacrificios[/u]."[/b] [u]Recuerdo esas palabras de tu boca.[/u] Recuerdo cuando las escuché. [u]No podía creerlo, no podía creer que viniesen de ti[/u]. [u]De otro quizá, pero no de ti. De todos nosotros eras el mas [b]cuerdo[/b], y el menos [b]loco[/b][/u]. Recuerdo que al principio te ayudé, serví para[b] tu propósito[/b]. Hasta que llegó el día donde supe [b]tu verdadero motivo[/b]. [u]No ibas a matar a los dioses. No ibas a enfrentarte a ellos. [b]Ibas a matar a nuestro pueblo.[/b] [/u] [b][u]— "Un pueblo que no existe no puede sufrir."[/u][/b] Esas fueron tus palabras. [u]Recuerdo que sentí hervir mi sangre cuando escuché eso.[/u] [u]Mi sangre se calmó cuando lo comprendí.[/u] [u]Tu estabas tan [b]furioso[/b]. Tu estabas con tanto [b]miedo[/b]. Estabas como [b]yo[/b]. [/u] Como todos nosotros. Aunque eramos diferentes. Tu habías termiando en la [b]desesperación[/b] por [u]nuestro pueblo[/u]. Yo terminé teniendo que escoger entre[b] mi amigo[/b] o [u]mi pueblo[/u]. [u]Nuestro pueblo les había escogido a ellos.[/u] [b]— "Un tributo cada 10 años no es mucho."[/b] Sí, recuerdo esos comentarios en nuestro hogar. [b]— "Nos dejan vivir con libertad."[/b] Recuerdo también esas palabras. Estabas conformes con escoger cada 10 años a alguien. Crecimos con [b]esa mentalidad[/b]. Solo que nosotros teníamos una diferencia de la gente que hablaba así. Ellos eran la realeza de [u]nuestro pueblo[/u]. Ellos no se preocupaban porque alguien de su familia tuviese que [u]ser sacrificado[/u]. Un momento... [b][u]¿No eramos 3?[/u][/b] [u]Creo que recordar que sí.[/u][/i] Solíamos ser [b]3[/b] hasta [b]ese día[/b]. [u]3 tontos muy unidos, pero más tontos todavía.[/u] Hasta[b] ese fatídico día.[/b] Ese día donde[b] tu[/b] y [b]yo[/b] la [u]perdimos.[/u] [u]Pero tu perdiste mucho mas que yo. Perdiste al[b] amor de tu vida[/b].[/u] [u]Nuestra raza solo siente amor una vez en su vida. Cuando lo siente es [b]para siempre[/b]. Por eso es tan difícil [b]enamorarnos[/b]. [/u] Cuando lo hacemos nos volvemos[u] las personas mas felices del mundo[/u]. Cuando lo perdemos, [u]deseamos que todo acabe hecho pedazos.[/u] Siempre me decías que yo era [b]raro[/b]. [b]Diferente.[/b] [u]Que yo no parecía regirme por esa norma.[/u] Yo nunca había sentido lo que tu sentías por ella. Ni lo que ella sentía por ti. Era sin duda algo [b]admirable[/b]. [b]Algo precioso.[/b] [b][u]Algo que debía ser protegido.[/u][/b] Recuerdo ese día como si fuese ayer. Se la llevaron tras la reunión del pueblo. [b][u]— "Seguro que con un tributo de una chica joven y hermosa nos daran mas de 10 años."[/u][/b] Eso fue lo que pensó la realeza. [u]Eso ocurrió. [/u] Sin que nosotros pudiesemos impedirlo se la llevaron. [u]La arrancaron de nuestra vida. La arrancaron de tus brazos.[/u] [b]Ese fue el principio del fin de nuestra raza.[/b] [b]El comienzo de tu plan.[/b] [b]La última aventura que viviríamos los 3 juntos. [/b] [b]De la que solo yo saldría vivo.[/b] Planeabas [u]matar[/u] a todo [b]nuestro pueblo[/b]. Te volviste [b]loco[/b] cuando viste como ella era [b]sacrificada[/b]. [b]Juraste matar a todos los dioses, a todo nuestro pueblo. Juraste matarlos a todos impotente viendo como ella era un sacrificio más.[/b] Aún puedo recordar[b] tus gritos[/b], aun puedo recordar [b]mis ganar de poder salvarla.[/b] [u]Ni tu ni yo pudimos hacerlo.[/u] [b]No eramos lo suficiente fuertes.[/b] [u]Esa rabia, esa furia.[/u] Creó [b]tu plan[/b]. [u]Al principio pensé que estaba bien.[/u] Lo creía, hasta que vi lo que realmente pensaba[b] tu mente[/b]. No podía permitirte acabar también con [b]nuestro pueblo[/b]. No podía dejar que hicieses todo eso. Recuerdo [b]nuestro enfrentamiento[/b]. Duró unos [b]instantes[/b]. [u]Yo siempre me pasaba el día entrenando. Tu componiendo poemas para ella. [/u] Eramos tan [b]diferentes[/b]. Sin darme cuenta como, el encuentro terminó. Te vi tendido en el suelo, sentado apoyando tu espalda en una pared. Sangrando y sin uno de tus brazos. Recuerdo el tono de [b]tu voz[/b]. Recuerdo que [u]no estabas enfadado[/u]. Recuerdo [b]tus últimas palabras.[/b] [b][u]— "Gracias, ahora podré reunirme con ella, eres el mejor amigo que se podía pedir.[/u]"[/b] Recuerdo que me acerqué. Me agaché, y traté entre llantos que no te fueses. Debías aguantar, debías hacerlo, por [b]ella[/b], por [b]mí[/b]. [b]Por ti.[/b] [b]Tu corazón[/b] dejó de latir tras escuchar [b]mis palabras[/b]. [b][color=darkblue]— [u]"Siempre serás mi mejor amigo, no importa cuanto tiempo pase."[/u][/color][/b] [u]Tu sonrisa te delató, pudiste escuharme. Mis palabras fueron el descanso que necesitaba tu alma.[/u] y fue así... [b]Como os perdí a ambos.[/b] [b][u]— "El amor por tu gente te traera la perdicción amigo."[/u] [/b] [u]Me conocías mucho mejor de lo que yo jamás me conoceré.[/u] Esa siempre fue t[b]u frase[/b] [u]¿Recuerdas?[/u] Es curioso, [b]tenías razón[/b]. [u]Después de perderos lo comprendí.[/u] [b][u]— El amor es la mayor maldición de todas.»[/u][/b] [b]Yo me convertí en esa maldición. Yo me convertí en su parca.[/b] [b]Yo acabé con todo el mundo por vosotros. Yo fui el arma definitiva de tu venganza. Yo fui el final de nuestra raza. [/b] [b][u]El Prometeo Espacial.[/u][/b] [/size][/center]4 VOTOSXhepher6734Hace 1 año85
[i][center]"Tienes la ambición de un conquistador."[/center][/i] Que sonrisa se dibujó en su rostro, que orgullo sintió cuando escuchó esas palabras. Era el mundo aceptando su razón. Nació cuerdo, nació cuerdo al fin, nació coherente, y los demás estaban locos, locos de locura. Nadie aceptaba su verdad, le tacharon de loco cuando él era el único que no estaba loco. Pero nunca se rindió, nunca desestimó su propia cordura, y continuó viviendo sin buscar aceptación en un mundo de locos. Ah, pero al fin, al fin alguien decía algo con sentido por primera vez en su vida. ¡Claro que sí! ¿Qué otra cosa iba a ser? No necesitaba que le alabasen o le diesen la razón, porque él sabía que ya tenía la razón. No era la alegría de saber que tenía la razón, porque él ya sabía que tenía la razón. Era la deliciosa revelación de encontrar a otra persona cuerda en ese universo de locos, malditos locos y traidores, que pronto se encargaría de limpiar. [center][/center] — [b][color=#566D7E]¡Al fin alguien con sentido común! Se nota que no eres de Broken Core.[/b][/color] Eso era un chiste. — [b][color=#566D7E]¿Tú crees que debamos no tener piedad? Como has sido Rey más tiempo que yo seguro que sabes más sobre esas cosas, así que te haré caso. Prometo ser inclemente con todos nuestros enemigos.[/b][/color] Eso no era ningún chiste. — [b][color=#566D7E]¡Ay, perdona! Me he distraído, pero tenías razón, no estoy siendo educado. No caí en la cuenta de que debo hablar a un Rey con más formalidad. De verdad, me honra que hayáis accedido a una alianza conmigo.[/b][/color] — Que sonrisa tan amplia se dibujó en ese rostro, era hasta tierno. — [b][color=#566D7E]Pero, ¡que éxtasis! ¡Al fin tengo mi primer aliado! Debería de buscar más, un Gran Maestre en condiciones debería tener aliados. Y hombres. ¿Dónde se compra eso? Necesito más gente.[/b][/color] No, no era honestidad, en absoluto. No penséis ni por un momento, mis queridos lectores y Noel, que este tipo tenía el menor ápice de inocente. Su forma de hablar no era debido a que dijese en voz alta todo lo que pasaba por su cabecita, como puede parecer. Aludis era un mentiroso, ocultaba todo, ocultaba un mundo detrás de esas palabras que tanta sinceridad aparentaban. Cuando hablaba, decía la verdad. Pero la verdad es relativa y manipulable. George Orwell describió el doblepensar como la capacidad de aceptar como verdad lo que es sin lugar a dudas completamente falso, o en su expresión más terrible (y mi interpretación favorita), como la capacidad de aceptar dos ideas contradictorias entre sí como mutuamente correctas. Aludis era un mentiroso que solo decía verdades. [center][/center] E instantes después de que la cara de Aludis empezase a pintarse con su propia sangre, pronunció sus últimas mentiras. — [b][color=#566D7E]La próxima vez que nos veamos, agradecerás haber hecho un pacto conmigo.[/b][/color] El cuerpo de Aludis explotó. Su sangre, sí, pero también trozos de músculo, mechones de pelo, dientes, huesos y algún dedo se esparcieron por la sala del Rey. Un ojo rodó hasta los pies de Ashrif. [center]... ... ... [size=22][b][i]Habilidad activada: Inmortalidad vía Muerte[/i][/b][/size] ... ... ...[/center] — [b][color=#566D7E]Mierda, se me olvidó que podía haberle pedido que me teletransportase.[/b][/color] Dijo, en el rincón del universo donde se regeneró su siguiente cuerpo.4 VOTOSXhepher6734Hace 1 año86
El senescal fue, por falta de una mejor expresión, pillado por sorpresa. Desprevenido ante la aparición del Sir Jhaos, se le olvidó decirle a sus hombres que se apartasen a un lado para dejarle paso. Por supuesto, los soldados ni se atrevieron a ponerse en medio del Kiath y le dejaron paso libre. Las tropas, al final, eran leales a Sigmund, y no a Otto, quien era meramente un intermediario entre su Gran Maestre y las duras palabras del hermano del rey. — [b][color=Sienna]¿Vantis?[/color][/b] — La compostura hizo "crack" en ese momento. — [b][color=Sienna]No, es decir, disculpe, sus preocupaciones están bien fundamentadas, pero si tan solo espera a mi noble señor seremos capaces de comenzar las conversaciones apropiadas.[/color][/b] Otto estaba tan nervioso que dedicó todos sus esfuerzos a ocultar su ansiedad y en pronunciar sin errores las palabras. Tan concentrado en esa tarea doble estaba, que apenas se dio cuenta de lo que sucedía a sus espaldas. Apenas le dio tiempo a arrodillarse antes de que Sigmund terminase de subir las escaleras. Otra comitiva de soldados había venido con él, había tantas armaduras negras en esa plaza que parecía ahora una base de la Orden. [center][/center] Posó la punta de su enfundada espada en el suelo, y solo entonces empezó a hablar. — [b][color=#808000]No sea tan duro con mi humilde sirviente. Tan solo cumple mis ordenes, con una lealtad que debería ser envidiable por hombres y mujeres por igual. Es un placer ser recibido en tan bella ciudad, Sir Jhaos de los Kiath. Mi nombre es Sigmund, nombrado por mis hombres como Gran Maestre y por el mundo como El Sabio. En honor a este último apodo, le asistiré en todo lo que desee saber.[/color][/b] Hablaba con una gran calma, una entereza genuina, y no la actuación fingida que tanto le gustaba hacer al embajador de La Lucera y que el Sir presente conocía tan bien. Sigmund era mayor. Sabía cómo tratar a la gente, y sobretodo, sabía mantener la tranquilidad como si no se encontrase en un planeta ajeno, en territorio a ratos amigo, a ratos enemigo. Vestía ropajes opulentos, así como una armadura cuyos detalles delataban la extensa riqueza personal de su propietario. Pero Sigmund no era ningún noble cualquiera que en su posición antigua de Tesorero de la Orden jamás habría de coger una espada. Las cicatrices en su rostro delataban tanta experiencia militar como guerras habían ocurrido en Broken Core en sus aproximadamente 60 años de vida. El senescal se puso en pie, se posicionó al lado de su Maestre, y le explicó brevemente lo sucedido. Omitió el nombre de Vantis de la explicación. Tras terminar, dio un paso atrás y dejó a Sigmund hablar. — [b][color=#808000]La embajada en La Lucera forma parte de mi zona de influencia, así como todo el Este de Odane. Lo que allí suceda es de mi atención, por lo que comparto su preocupación. Pero esa embajada, o la de cualquier otra ciudad, no tiene potestad de tomar decisiones. Solo reciben invitados y escuchan sus peticiones. Lo que quiera Aevelin fue transmitido a mi embajador, y sus demandas pasarán posteriormente a mí. Y yo tomaré esa decisión. Aun así, tengo una ligera idea de que puede haber provocado las pisadas de Aevelin en suelo de la Orden. [center][/center] Después de todo, si la Santa Orden tose, es porque Broken Core ha enfermado. Y Sir Jhaos, si tuviese que continuar con la alegoría, la Orden tiene cáncer ahora mismo.[/color][/b] Su expresión se torció. Un pequeño hilo de enfado pudo escapar ese cascarón de serenidad cuando pronunció esas últimas palabras. Aunque, analizándolo más detenidamente, no fue un descuido por su parte. Quiso demostrar, por un breve momento, sus auténticos pensamientos. [right][i]No hay nada por esconder aquí, que estamos entre amigos. No es necesario ocultarte, mi aliado, lo mucho que detesto la situación de mi organización en estos momentos.[/i][/right] — [b][color=#808000]Deme la oportunidad, en un lugar más privado y cómodo, de conversar. Quiero saber qué será del reinado de Auralia, que futuro le espera a su nuevo rey. Y yo le haré saber el futuro de mi Orden, y como deseo afrontar su actual conflicto. Entonces, ambos sabremos cual será el futuro de nuestra alianza. ¿Le parece apropiado, [i]Su Excelencia[/i]?[/color][/b]3 VOTOSXeper1574Hace 1 año87EDITADO EL 27-01-2023 / 13:50 (EDITADO 1 VEZ)
@Xheper, [spoiler="tema."]5 VOTOSTakretm-1212218Hace 1 año88[/spoiler] [center][i][size=24]¡Boinnggg![/i][/size][/center] [center][/center] Así es como suena la cama cuando tu madre se recuesta sobre ella, porque como es una puta gorda, pues bota y rebota. Lo mismo estaba haciendo Reginald, [i][color=green]el perro verde[/color][/i]; botar y rebotar. Pero esto no podía ser posible, ¿Reginald no es un mutante cuya habilidad se orienta al super-olfato? En efecto, estimado lector. Y es que antes de que el cazador se dirigiese hacia la asamblea, primero le hizo una visita a una [url=https://i.postimg.cc/sxnSFPLd/llagadelpie.png]bruja de cuantioso renombre[/url]. Dos ovejas y un queso manchego, a cambio de una pequeñita dosis de glamour, fue el trato que hizo con la anciana. Y por esta razón, ahora Regi era un obeso de unos trescientos kilos que sobrevolaba la ciudad. A todo esto, si os preguntáis que es el glamour, se trata de una poción como la [i]multijugos[/i] de Harry Potter. Solo que además de ser muy difícil de realizar, los magos y brujas solían venderlo a cantidades astronómicas. No siempre es así, claro está. También se podía adquirir en el mercado negro por precios más razonables, aunque ello conlleva un efecto de muy baja calidad. Imaginaos cuál de los dos había comprado el perro verde. En cualquier caso, escogió la apariencia del agente [url=https://i.postimg.cc/hGCtB9Rc/tongo-stark.png]Tongo Denis Stark[/url]. Este despreciable era un gordo super-humano, que había servido lealmente a la Agencia desde sus modestos comienzos. Al contrario de lo que uno pudiera pensar, Denis fue tan eficaz en sus misiones como cualquier otro agente de su rango, por lo que se le recompensó con unas apetecibles vacaciones al archipiélago de Aquias. De este modo, Reginald podría hacerse pasar por él sin correr ningún riesgo. [i]"Ya me he cansado de tanto mar"[/i], o [i]"no me gustaba la comida"[/i], respondería si le preguntasen por su vuelta. [center][/center] Mucho texto, ¿no? Vamos al meollo del asunto. Reginald llegó a la reunión. Ya ni recordaba cuantos minutos de glamour le quedaban, pero tampoco se echaría para atrás. En consecuencia, respiró bien hondo y caminó con sus fofas piernas hacia la multitud. Sin embargo, antes de infiltrarse entre los agentes, hubo de pararse donde estaba. Alguien le susurraba dentro de su cabeza: [right][/right] [center]— [size=14][i][b]Ah, eres tú. No te estarás tocando ahora mismo, ¿verdad?[/b][/i][/size][/center] [i]"Sí, sí. Ya lo sé"[/i], se dijo el cazador a sí mismo. No perdamos más el tiempo, también pensaría después, así que fue a cumplir su tediosa misión. Reginald, o Tongo Denis Stark, entró al túnel donde se encontraban Luke, Ko, Leon Summers y su compañero de armadura negra. [center][/center] Qué incómodo le hubiera parecido a Regi todo aquello... — [i][b]Llego un poco tarde. Mucho tráfico, ya sabéis[/b][/i] —si no fuese un sinvergüenza de cuidado. Seguidamente, cogió dos sillas y se sentó en ellas, porque con el nuevo cuerpo que ahora tenía ocupaba un asiento de más. Algo de la conversación pudo escuchar, pero muy poco le pareció interesar. En lugar de sonsacar la información que su organización necesitaba, se dedicó a reír en situaciones incómodas e intentar seguir la corriente. — [b][i]Bueno, no me lo había pasado tan bien desde el festín de las mil bestias. Esos si eran buenos tiempos... Por cierto, ¿te lo vas a comer?[/i][/b] —preguntaba al individuo que tenía al lado, mientras Summers aún daba explicaciones, y señalando un donut en el que aparentemente Ko se había sentado encima. — [size=14][b][i]¿Qué quieres que haga? Se supone que soy un obeso, como Nikocado Avocado o Yervand. Además, ¿quién coño es Sir Kiath?[/i][/b][/size] [right][/right] — [size=14][b][i]Me gustaría verte en mi lugar, putón[/i][/b][/size] —le recriminó a María, bebiéndose las últimas gotas de la poción. [center][/center][size=14][center][i]Glub, glub, glub...[/i][/center][/size] ¿Qué remedio? Ahora o nunca. — [b][i]Todo lo que has dicho es muy interesante, agente superior Leon Summers, ¿pero qué haremos en caso de que Nephil rechace la propuesta? El amigo no parece exactamente de fiar, que digamos[/i][/b] —se reía nerviosamente, buscando una nula aprobación en sus compañeros. — [i][b]Bueno, quiero decir que quizás deberíamos actuar con más prudencia. Una traición sería la guinda del pastel en esta contienda contra esos sucios rutinantes de la CCSH[/b][/i] —razonó el gordo. — [i][b]Por la leucemia de mi madre, me da asco tan solo pronunciar su nombre...[/b][/i] Ah, sí, hablando de leucemia. ¡Su misión, su objetivo, su razón de estar ahí... todo era por Luke! Debía aprovechar la ocasión. Finalmente, [i]Reginald Behranus Tongo Denisson Stark[/i] le sugirió a [i]Leon Remmus[/i]. — [i][b]Si no te parece mal, ya que Luke es el menos experimentado de todos nosotros, propongo enderezarlo en una misión de reconocimiento. Deberíamos comprender mejor a nuestro posible aliado antes de tenderle la mano. Yo me ofrezco voluntario para acompañar al chaval, en esta o cualquier otra misión que se te ocurra.[/b][/i] [center][/center]EDITADO EL 27-01-2023 / 18:12 (EDITADO 2 VECES)
Escuchó a Otto, hasta que su atención fue dirigida a la entrada de Sigmund y la comitiva de soldados que entraban en la plaza. Al ver a tantos hombres de la Orden y, el descontento de su albino líder, los soldados de Auralia que iban con él, tras un grito al unísono y un fuerte sonido de las pisadas y las armas, se pusieron en posición defensiva apuntando sus armas hacia los soldados de la Orden. Sir Jhaos levantó la mano en señal de que no había problema, y los soldados de Auralia descansaron. — [color=dodgerblue][b]El placer es mío al volverlo a ver, Lord Sigmund. Lo conocía de hace tiempo, aunque recuerdo que ostentaba un puesto muy diferente al que hoy ocupa.[/b][/color] — a pesar de sus palabras, emitidas con la misma calma que Sigmund, la mirada de Jhaos era afilada. Escuchó todo lo que tenía para decir, hasta que decidió hablar, acentuando más la seriedad de sus palabras. [center][size=20]— [color=dodgerblue][b]De Auralia.[/b][/color][/size] [/center] — [color=dodgerblue][b]El suelo que ha pisado es de Auralia, no de la Orden.[/b][/color] — le corrigió, pasando acto seguido a contestar todo lo demás que le había dicho. — [color=dodgerblue][b]Hablemos en privado pues. Y no, no soy una Excelencia, solo soy un caballero.[/b][/color] — decía, girándose e indicando a sus hombres que dejasen paso. — [color=dodgerblue][b]Acompáñeme, le llevaré a los aposentos que le tenemos preparado.[/b][/color] — indicaba el peliblanco, subiendo unas escaleras que conducían por otro camino al castillo de La Crisálida. Describiría como fue el camino, pero era indiferente en estos momentos. Jhaos se la pasó callado, dándole vueltas a la cabeza y en como lo que Sigmund le había dicho podía afectar a sus planes a largo plazo. Dos guardias les abrieron las puertas del lugar donde Sigmund se alojaría durante su estadía, siendo esta una habitación bastante lujosa, a la cual no le faltaba ningún detalle por el cual el Gran Maestre no se sintiese cómodo. La opulencia de los Kiath nunca dejaba indiferente a nadie. Jhaos dejó sus guanteletes en una mesa, sentándose en su correspondiente asiento e indicando a un sirviente que trajese dos tazas de té de las mejores hierbas que tuviesen a su disposición. — [color=dodgerblue][b]Tome asiento.[/b][/color] — indicó el Kiath. — [color=dodgerblue][b]Veo que cada uno tenemos nuestras preocupaciones de cara al futuro. Empezaré yo, pues, y entonces querré que me digas con claridad de detalles como pretendes tú afrontar tu situación.[/b][/color] — abandonó el tono cordial, empleando esta vez una forma de hablar mucho más directa y seria, casi afilada. — [color=dodgerblue][b]Mi hermano es el rey, y así será, si los Dioses lo quieren, durante mucho tiempo. Pero aún es inexperto y temo que la pronta admiración de todo un pueblo se le suba a la cabeza. Pero para eso estoy actuando como su Guardia Real y Consejero.[/b][/color] — la sirvienta llegó con las bebidas una vez terminó de decir aquellas palabras, callándose Jhaos hasta que se hubiese ido. Tras eso le dio un sorbo al té. — [color=dodgerblue][b]Sería Rey, si no fuese porque hice un juramento a los Dioses de ser la espada de Auralia. Igualmente no me veo en un trono. Nuestro joven Rey será formado para guiar a Auralia hacia el futuro, creando el mayor ejército y la mayor fuerza económica de todos los reinos.[/b][/color] — otro sobro. — [color=dodgerblue][b]No lo hago por orgullo, ni por honor, ni por ambición.[/b][/color] — dejó la taza en la mesa, hizo una pausa y miró directamente a los ojos a Sigmund. Sus ojos centellearon en un color azul puro. [center]— [color=dodgerblue][b]Hablo de la más pura supervivencia.[/b][/color] — [/center] — [color=dodgerblue][b]Necesito al mundo en orden, controlado y unido bajo una única bandera o no sobreviviremos. No puedo explicártelo con claridad aún, pero he... y han, visto cosas.[/b][/color] — Jhaos hablaba de sí mismo y de otra gente. — [color=dodgerblue][b]Sé que se avecinan cambios, y no vendrá de la mano de una Orden, de una bruja milenaria, de ningún Dios. No es una guerra de la luz contra la oscuridad, ni de la vida contra la muerte. Hablo de una guerra entre nuestra historia, todo lo que hemos construido y podremos construir, contra el mismísimo Olvido.[/b][/color] — [center][spoiler="Musiquita"]6 VOTOSXhepher6734Hace 1 año89[/spoiler] [i]La profecía reza así... Los cielos se tornaran oscuros cuando la hora más baja de la historia se haga presente. Silencio. No habrán más palabras. Oscuridad. No habrá más la luz del Sol. Desesperación. No habrá más Fé en los Dioses. El mundo sangrará por última vez, dejando caer su última gota. A él le seguirán los demás, afligidos por la pérdida. Aquellos que eran admirados esa noche eterna serán temidos. No habrá nadie para echarle las culpas a Él. Mas la culpa no fue suya, si no de la propia Historia. Historia que no será contada, Historia que no será continuada. Ninguna Palabra la contará, ningún Sol la iluminará, ningún Dios la moldeará. Solo Olvido. Y serán las Palabras, los astros y las deidades. Quienes realmente trajeron ese Olvido.[/i][/center] Ciertamente era algo confuso de oír, pero Jhaos interpretó esa profecía que le fue concedida. Solo la unión podía combatir la amenaza del Olvido, y por como estaba actualmente la situación en Broken Core esa posibilidad de unión peligraba. — [color=dodgerblue][b]Vikars, la Orden, Aevelin, Beildan...[/b][/color] — suspiró. — [color=dodgerblue][b]Todos tienen sus propios intereses, lo cual hace difícil que logre mi objetivo. Encárgate de tu Orden, extirpa ese cáncer. La necesitaremos en pie...[/b][/color] — se levantó, asomándose a la ventana que daba a unas enormes vistas de la capital. — [color=dodgerblue][b]Y a quién no le guste...[/b][/color] — apoyó una mano en el alféizar de la ventana. — [color=dodgerblue][b]Bueno... la diplomacia no es el único método de unir un ejército. A veces hay que someterlos, aunque preferiría no llegar a eso.[/b][/color] —
[center][/center] — [b][color=#FF6347]Que me jodan, allí vendían [spoiler="mi marca de chocolate favorita"][/spoiler] y [spoiler="mi marca de helado favorita"][/spoiler].[/color][/b] Dijo entre lágrimas. — [b][color=#FF6347]Pues nada muchachos, otra dimensión que no vale. Toca saltar a la siguiente.[/color][/b] Los supervivientes hicieron eso mismo. Cogieron las pocas pertenencias que aún estaban sin quemar y se marcharon. Explicar cómo había comenzado la destrucción de aquel lugar y como consiguieron siquiera sobrevivir los pocos desgraciados que lograron salir con vida sería una ardua tarea para mí pero, sobretodo, sería poner relleno, y a nadie le gusta el relleno, así que vamos a saltarnos el [i]filler[/i]. ¡Y lo consiguieron! Esta vez solo habían muerto el 20% del grupo. Que exitazo. Quería celebrarlo comiendo un poco de su [spoiler="marca de snack favorita"][/spoiler], pero había sido destruida hacía dos dimensiones atrás. Solo quedaban existencias disponibles en Turquía, y antes muerta que ir a ese país. Pero bueno, que chavales más racistas estaréis pensando. Bueno, no les culpéis. Ser atacados por toda raza existente en el multiverso vuelve un poco xenófobo a cualquier desgraciado. Tampoco eran tan cerrados como aparentaban. De hecho, la mujer a la que seguían en esos momentos era una extranjera que conocieron una década atrás y que se unió a ellos durante una de sus migraciones. Al ser una de las más fuertes del grupo y tener ciertas dotes de liderazgo, se había convertido en una especie de líder para el resto del clan. Era como ser el administrador de Blue Stories; muy estresante, poco gratificante, conseguías 0 bitches y acababas con autismo al final. A ella no le gustaba mucho ser líder, igual que a mí no me gustó leer los juicios de la mitad de los desgraciados leyendo esto, pero no le quedaba otro remedio. Si dejaba sus responsabilidades sin atender durante un instante, seguramente sería el fin de aquella banda de mal paridos, y aquello le atormentaría por el resto de sus días. [center][/center] Eran los [b]Varangios[/b], una tribu nómada que migraba de dimensión en dimensión desde los inicios del clan. Una bruja maldijo a la tribu en su universo nativo, o eso dice la leyenda, porque ocurrió hace tanto tiempo que ya no queda nadie vivo de la generación original. Lo que sí es verdad es que, desde entonces, se han visto obligados a adoptar una cultura de nómadas dimensionales porque, de quedarse mucho tiempo en un mismo lugar, la [i]calamidad[/i] se manifiesta. La [i]calamidad[/i] tiene muchas formas. A veces se manifiesta como una tribu enemiga que les atosiga hasta echarles del planeta. A veces es un desastre natural. A veces es una entidad maligna, un dios omnipotente que los quiera fuera de su universo particular. A veces ocurre lo de la primera imagen. Ella empatizaba con la banda, porque también sufría una maldición. Tal vez fue por esa razón por la que abandonó la Orden cuando le encomendaron la misión de infiltrarse en los Varangios. Que risas se pega a veces, cuando no puede dormir, imaginándose al siempre-todo-serio Mariscal gritando al becario de turno que le entregó el mensaje. "Éléonore ha desertado". [center][/center] — [b][color=#FF6347]Vamonos a Broken Core.[/color][/b] — Le dijo al pequeño grupo de líderes de los Varangios que se había reunido en la nave principal de la flota. — [b][color=#FF6347]Hacedme caso, esa dimensión es perfecta para nosotros. La calamidad no puede atacar Broken Core, tiene demasiados seres poderosos protegiendo el universo.[/color][/b] Uno replicó, preocupado. "¿Pero tus antiguos maestros no son de allí? ¿No te perseguirán?" — [b][color=#FF6347]Lo intentarán, por eso siempre he evitado proponer Broken Core como destino. Pero, ¿sabéis qué? Me he enterado de cómo están las cosas allí. Oh, hay jaleo. Están demasiado ocupados matándose entre sí como para prestar atención a un grupo de matados como nosotros. Además, la Orden está en guerra civil. ¡Que oportunidad! Si tengo la ocasión mataré a Cyrus yo misma.[/color][/b] La broma le costó caro, pues tuvo que dedicar los siguientes diez minutos a convencer a los presentes que no iba a perseguir ninguna venganza personal que pusiese en peligro al clan. [center][/center] — [b][color=#FF6347]Crucemos el último portal, desafiemos a todas las calamidades por haber en nuestro nuevo hogar. O también nos podemos llevar por delante a Broken Core con nuestras calamidades, pero no pasa nada.[/color][/b] [center][/center] — [b][color=#FF6347]Como descendiente de Synd, inmortal por naturaleza e invencible por nacimiento, los Varangios seremos eternos e inexpugnables allá donde estemos.[/color][/b] Así fue como una nueva facción apareció en el tema, los Varangios, de los cuales no tenía nada planeado al empezar el comentario más allá de que el nombre estaba chulo. Viene del siglo 9, de los vikingos que viajaban a Constantinopla a trabajar para el Emperador del Imperio Bizantino como guardia personal. En Crusaders Kings 2 ganabas +2 en destreza marcial si eras varangio.4 VOTOSXeper1574Hace 1 año90EDITADO EL 29-01-2023 / 02:20 (EDITADO 1 VEZ)
@Xhepher y @Elena-elenita. — [b][i]Suficiente, ambos[/i][/b] —Egan intercedió en la disputa. [center][/center] Al viajero no le importaba quien la hubiese empezado, sino acabarla... lo cual resultaba un poco extraño. Fue como una especie de arranque paternal, quizás a consecuencia de haber cuidado a un mocoso por tantos años. Supongo que si habéis estudiado algo de historia rolera, sabréis que no es muy común, eso de que un Kyler haga de mediador. No me cabe ninguna duda de que Salazar se hubiera jactado de la situación, echándole más leña al fuego. Pero Egan, que había renunciado a su nombre y a los honores que conllevaban, no estaba hecho del mismo material. Un fénix también es paciente, un ave milagrosa que siente la muerte y la prepara con mimo y serenidad. Y en ese aspecto uno era diferente del otro. Él ya no ardía. Solamente esperaba. Hablando de Salazar, no eran pocas las preguntas que su descendiente aguardaba para Sezerkhan, pero ahora no tenía tiempo de hacerlas. [right]Tiempo, tiempo, tiempo... Lo estaba echando a perder.[/right] Si supiese que Soos y Alex estaban al borde de la muerte, mientras emperatriz y embajador se medían en un duelo intelectual, es muy probable que Egan hubiera actuado de otro modo. Y ahí hubiese relucido su imponente sangre. En ese momento habría sido como el [url=https://i.postimg.cc/NLqKHyjM/salchar.png]ave fénix[/url] al que Sezerkhan tanto conocía. Pero no lo fue. Por el contrario, meditó. — [b][i]En nombre de la razón, discutiréis estos asuntos en otro momento.[/i][/b] [center][/center] Y así lo hicieron, pues mejor ocasión tendrían para ello. ¿Os acordáis de Peludito? Imagináoslo, al pobre carnero pasando frío en esta ventisca polar. Pensad en el frío. Pensad en frío. — [b][i]Me alegro de que el tiempo no haya oxidado el filo de tus palabras, Sezerkhan. Lo admiro[/i][/b] —de todas las mujeres conocidas, no había otra por la que Egan sintiese más respeto. — [b][i]Y Vantis, no tengo nada que lamentar. En vista de lo que has dicho, no pudiese haber encontrado mejor escolta[/i][/b] —porque era un hombre inmortal, cuyas motivaciones parecían loables a su modo de ver. Pobre Peludito. — [b][i]Ahora nos afligen los mismos problemas. Eso es lo único que importa. Vikars, maldiciones, y otras desgracias[/i][/b] —les recordó. Además, como ya me estoy cansado de esta reunión, Egan se volvió hacia Sezerkhan y añadió. — [b][i]Así que te ayudaremos. Es lo más sensato[/i][/b] —hablaba incluso por parte de Vantis. De hecho, se aseguró de que no tuviese nada que objetar, indicándoselo de reojo. — [i][b]Pero tengo una condición[/b][/i] —e ahí la otra cara de la moneda. Si es que ya lo dice la biblia, que no hay dos sin tres. —[i][b]Ella se vendrá con nosotros.[/b][/i] [center][/center] Ah, sí, se llamaba Ozara. A Ozara se refería con ella. A ella le dedicó una mirada furtiva, a Ozara. — [i][b]Me gusta. Tiene coraje. Servirá de garantía hasta que hayamos cumplido con nuestro objetivo. ¿Cómo era? ¿Ozara? A partir de ahora, serás los ojos de Sezerkhan en este viaje. Y una vez terminado, a tu majestad le dirás cuanto hayas descubierto sobre la Orden, el destino de sus hijos, y lo que esté sangrando o no Broken Core[/b][/i] —dijo Egan, en un contundente tono inquisitivo. No era una sugerencia. Era la palabra del fénix, imponiéndose a dioses e inmortales tal y como hubiera sucedido quinientos años atrás. Luego, el viajero se colocó la capucha y limpió el polvo de sus botas. — [i][b]Hay un carnero que está esperándome. Al amanecer, volveré con él y un vehículo, con el que partiremos hacia nuestro primer destino[/b][/i] —fuese el que fuese. — [i][b]Eso es todo por mi parte. Vantis, Ozara[/b][/i] —los nombró, despidiéndose de ellos respectivamente, sin olvidarse de asentir ante Mikaela y Sezerkhan. Y con la majestuosidad que se esperaba de un fénix... — [i][b]Hasta entonces[/b][/i] —abandonó la embajada de la Lucera. [center][/center]4 VOTOSAnarkyn1265Hace 1 año91EDITADO EL 01-02-2023 / 16:03 (EDITADO 8 VECES)
[center][spoiler="Theme"]Bueno, dejaré un último comentario porque me apetecía, así como regalo de despedida para el rol de mi parte, que por falta de tiempo y ganas no creo que rolee más, así que, pa vosotros.5 VOTOSCrisgv13401Hace 1 año92[/spoiler][/center] —[b][color=red]Recordadme una vez más por qué estamos viendo como los insectos discuten y parlotean como si fuesen a tener una repercusión real en el universo [/b][/color]—Cierto ser de armadura dorada miraba con desdén aquella pantalla que mostraba con total claridad la reunión diplomática que estaba teniendo lugar en La Lucera. [center][/center] —[b][color=purple]Porque es divertido [/b][/color]—Los ojos amarillos del que acababa de hablar brillaron con intensidad. Su sonrisa diabólica no desaparecía. Parecía disfrutar con cualquier muestra de conflicto, por pequeña que fuese. Estaba rodeado por una niebla negra, como si fuese un ente incorpóreo—. [b][color=purple]Miradlos... son tan adorables cuando creen ser los dueños de sus acciones y de su propio destino...[/b][/color] [center][/center] —[b][color=red]Solo el Diablo podría ver entretenidas a las hormigas mientras corretean por el hormiguero. Supongo que hace demasiado tiempo que este tipo de cosas me divierten [/b][/color]—Hizo una mueca de desdén. El ser de armadura dorada estaba tremendamente aburrido. Para él, cualquier cosa relacionada con el mundo mortal, era irrelevante. Había demasiados mundos y realidades, ¿por qué centrarse en un lugar, en una situación concreta? Habrían otras miles mucho más interesantes que esta. —[b][color=darkred]Caos Anarkyn, el Dios de la Destrucción y Vladimir Fear, el Diablo [/b][/color]—Salazar soltó una pequeña y rápida risa al ver como ambos seres reaccionaban ante lo ocurrido en La Lucera—. [b][color=darkred]Ni siquiera yo soy tan estúpido como para subestimar a las personas que estáis observando en estos momentos.[/b][/color] En ese instante, Caos alzó su mano, sonriendo de forma arrogante y mirando con cierto instinto asesino a Salazar. Sobre su mano, se empezó a formar un portar dorado. —[b][color=red]Cuidado, Fénix. Sigues estando en presencia de un Dios. Deberías estar agradecido de que haya tenido la benevolencia de permitirte estar frente a mi [/b][/color]—Salazar ni se inmutó ante la amenaza del Dios de la Destrucción. Era evidente que Kyler ya no le temía a nada ni a nadie, por muy poderoso que fuera. [center][/center] —[b][color=darkred]¿Quieres que pongamos a prueba qué inmortalidad es superior? ¿Siempre eres así de competitivo? Que pereza dais los Dioses... [/b][/color]—Salazar era consciente de que Caos era demasiado arrogante, hasta límites insospechados, por lo que provocarle podría ser incluso más divertido de lo que se imaginaba. Para desgracia de ambos, Vladimir apareció entre los dos, sonriente. —[b][color=purple]Aunque me encantaría ver como os intentáis matar por el resto de los tiempos, lo cierto es que esta reunión la he organizado por otro motivo [/b][/color]—El Diablo alzó su mano y sobre esta, apareció un trozo de papel ya escrito—. [b][color=purple]Os presento el Contrato del Libre Albedrío.[/b][/color] Caos bajó su mano y miró el contrato. Comenzó a reírse a carcajadas sin creer lo que estaba leyendo. Salazar por su parte, sabía que este contrato ocultaba algún propósito oscuro. —[b][color=darkred]Es un buen contrato, pero para tu desgracia, hay dos problemas, Diablo [/b][/color]—Salazar sonrió con tranquilidad y se echó el cabello hacia atrás—. [b][color=darkred]Ni yo represento el mundo humano, ni tampoco confío en tu palabra.[/b][/color] [center][/center] —[b][color=purple]Oh querido, que equivocado estás [/b][/color]—Vladimir apareció esta vez justo detrás de Salazar, abrazándolo—. [b][color=purple]Tal vez ya no seas su Emperador, pero eres un símbolo. Sabes mejor que nadie como son, tanto tú como Sezerkhan conocéis su naturaleza, la comprendéis y la habéis experimentado... el amor.[/b][/color] Salazar miró de reojo a Vladimir, con una mirada de desagrado. —[b][color=purple]Sabes que tanto tú como ella sois los que mejor los representáis, pero te he hecho llamar solo a ti porque ella, bueno, está ocupada [/b][/color]—Caos solo observaba la situación, esta sí parecía entretenerle—. [b][color=purple]El contrato es simple, ninguno de los tres podrá interferir en los asuntos del otro ni tampoco podrá hacer nada que pueda suponer el fin del mundo mortal, dejándoles todas las decisiones y acciones para el futuro del mismo a los que allí viven. Está bien, ¿No? Es justo que una familia sea la encargada de cuidar su propio hogar...[/b][/color] Alzó sus brazos, sonriendo. Dio a entender que no había letra pequeña y que todo lo escrito, era tal cual lo que se estipularía. [center][/center] —[b][color=red]No creo nada de lo que salga por tu boca, Vladimir. Pero conozco tu mayor debilidad, se que jamás se te ocurriría engañarme. De todas formas, los asuntos de este mundo hace demasiado tiempo que dejaron de importarme, y mucho menos defendería a estos mortales tan insignificantes. Si con mi firma dejo de verte, con gusto lo haré [/b][/color]—Una serpiente rodeó el cuello de Caos mientras este sonreía y amenazó a Vladimir—. [b][color=red]Sabes perfectamente lo que ocurriría, ¿Verdad?[/b][/color] [center][/center] Vladimir realizó una reverencia, dejando claro que sabe perfectamente a lo que se refería y que jamás haría tal locura. Salazar por su parte, prefirió ceder también. Total, él tampoco quería volverse inmiscuido en los asuntos del mundo mortal. Al menos, esa firma solo le afectaría a él, Sezerkhan era libre de decidir que hacer. —[b][color=darkred]Firmaré, pero recordad ambos una cosa [/b][/color]—Salazar señaló al Dios de la Destrucción y al Diablo, sonriendo—. [b][color=darkred]Sea cual sea el resultado de este contrato, si intentáis algo, no perderé. Aún no lo he hecho.[/b][/color] Al menos, no de forma definitiva, sino, no estaría allí. [center][/center] Finalmente los tres dejaron su nombre estampado en el Contrato del Libre Albedrío. Vladimir sonrió mientras sus ojos brillantes y amarillos resplandecieron de forma inusual, dando por finalizado y zanjado este asunto. Desapareció dejando tras de si esa niebla negra que poco a poco, se desvanecía. —[b][color=red]Te daré un consejo, Fénix [/b][/color]—Caos se puso más serio de lo normal, por un segundo, en sus ojos parecía albergar algún rastro de humanidad—. [b][color=red]Busca la forma de morir, antes de que puedas olvidar siquiera quién fuiste. Puede que la inmortalidad de la que tanto alardeamos, sea más aburrida de lo que parece.[/b][/color] Pero al instante, su expresión volvió a cambiar y el brillo humano de sus ojos desapareció, volviendo a ser frío e inhumano. Comenzó a reírse como si lo que hubiera dicho no fuera más que una broma pesada, como si realmente no creyera sus propias palabras, y finalmente desapareció. [center][/center] —[b][color=darkred]Deberías haberle pedido firmar a Sezerkhan, no a mi, Vladimir [/b][/color]—Salazar se quedó solo en aquella sala, situada en otra dimensión, lejos de todo plano material—. [b][color=darkred]Otra vez todo recaerá sobre ti, querida. Al menos sabes que si no confiara en ti, jamás habría firmado.[/b][/color] Salazar comenzó a rodearse de llamas. Su mismo cuerpo ahora era fuego puro, un fuego que podría consumir cualquier estrella. Miró hacia arriba, serio, para luego sonreír al recordar todo su pasado. Finalmente, desapareció hasta que las llamas comenzaron a apagarse. [center][b][color=darkred]Ha sido divertido, ¿No?[/b][/color][/center] [center][/center]
[center][spoiler="."]4 VOTOSXhepher6734Hace 1 año93[/spoiler][/center] [center][/center][center][size=12][i]Justicia, igualdad.[/i][/size][/center] [size=12][i]Son [b]bonitas[/b] palabras [u]¿verdad?[/u] Suenan [b]bien[/b], dan ... [right][b]Esperanza[/b].[/right][/i] [i]Es [u]curioso[/u] que las palabras puedan inspirar[b] esperanza[/b]. Tantas cosas son [b]curiosas[/b]... Lo mas [u]curioso[/u] quizá sea que la propia [b]justicia[/b]. La propia [b]igualdad.[/b] [right]No es ni [b]igual[/b]. Ni[b] justa[/b].[/right][/i] [i][center][u]Hubo un tiempo que creía que la vida. El mundo. Todo podía llegar a ser justo. Que podía regirse por unos [b]ideales justicieros[/b].[/u] Ese fue mi [b]error[/b]. [u]Lo que es justo para unos. Es injusto para otros. [/u] Todos estan [b]conformes[/b]. [u]Dijo nadie nunca.[/u] Porque [u]somos[/u] así. [b]Nunca[/b] es lo bastante[b] justo[/b] para[u] todos[/u]. La[b] justicia[/b] es algo que se imparte según unos [b]ideales[/b]. Según unos [b]criterios[/b]. [u]Curioso[/u] ¿eh? [u]Dichos ideales vienen de [b]alguien[/b]. Nacen del deseo de justicia de [b]alguien[/b]. Nacen de lo que uno considera[b] justo[/b].[/u] El [b]mundo[/b] es [u]diverso[/u]. La [b]opiniones[/b] son [u]diversas[/u]. Por tanto la [b]justicia[/b] [u]no[/u] puede ser [b]universal[/b]. [u]Un rey[/u] [b]nace[/b] [u]con el derecho de ser rey.[/u] ¿Es eso [b]justo[/b]? [u]¿Si, no?[/u] [u]¿Es justo quitarle el poder?[/u] [u]¿Es justo arrebatarle todo lo que según unos criterios él tiene de fábrica?[/u] [b]Quizá sí, quizá no.[/b] [u]¿Es justo para alguien nacer pobre? ¿Nacer rico?[/u] [b]Quizá sí, quizá no.[/b] [u]¿Dónde la amada justicia que tantos defienden esta para poner una igualdad a eso? [b]¿Dónde?[/b][/u] [b]Fue en ese entonces cuando me di cuenta. Nadie seria justo para mi. Nadie movería ni un solo dedo. Debía... Extender mi mano. Agarrarla yo misma...[/b][/i][/size][/center] [center][/center][center][size=12][i][b]Yo debía ser mi propia justicia.[/b][/i][/size][/center] [center][size=12][i]Mi [b]propia[/b] [u]justicia injusta[/u]. [u]Debían[/u] [b]adorarme[/b]. [u]Me lo merecía.[/u] [u]Así sería, y así debía ser.[/u] Todo lo que él me enseñó y me mostró no servía de nada. Acabó [b]muerto[/b]. Mi cabello se tiñó de [color=red]rojo[/color] intenso como la [color=red]sangre[/color]. La [color=red]sangre[/color] de [u]mi pueblo[/u]. De[u] mi familia[/u]. [color=red]Sangre[/color] que hacia derramar por mi para levantar [b]mi imperio[/b]. Para hacer que mi nuevo hogar me temiese. Levantaría [u]mi propia versión de la justicia[/u] bajo todo propósito. [u]Mis sentimientos, mis emociones.[/u] [b]Mi poder.[/b] [b]Todo evolucionó.[/b] Todo llegó al [b]siguiente nivel[/b]. Conseguí [b]controlar[/b] a todos aquellos que eran[b] inferiores[/b] a mi. [b]Inferiores[/b] a [u]mi justicia.[/u] ¿Dios?¿Humano?¿Otra raza? [b]Mi justicia[/b] no entiende de razas. [b]Mi justicia[/b] es [u]sencilla[/u]. [b][u]Mi justicia es tener todo bajo mi control.[/u][/b] Creíste haberme vencido. Creíste que lo que me robaste te saldría[u] gratis[/u]. [b]Te equivocas.[/b] Sigues sin ser [b]libre[/b]. Sigues siendo [b]mi marioneta personal[/b]. ¿De qué hablo? [b]No te preocupes.[/b] [b]No desesperes.[/b] [u]La justicia siempre llega.[/u] Te opusiste a mi. Me negaste lo mío. Hiciste lo que me hicieron ellos. No lo volveré a permitir. [b]Lo perdiste todo. Me aseguré de arrebatarte todo.[/b] [u]Igual que yo también lo perdí todo una vez.[/u] Eso me ayudó. Me descubrí a mi misma. Descubrí mi lugar. [b]Mi potencial.[/b] Descubrí en que debía convertirme. Descubrí [b]mi lado oscuro[/b]. El lado oscuro del que nadie habla. [b]Descubrí la realidad de mi existencia. Lo que dio sentido a mi vida. Descubrí que soy quien debe ser el pináculo. Pronto volveré por lo que es mío. Por lo que me pertenece.[/b][/i][/size][/center] [center][/center] [center][i][size=12][b]Sube el telón. La primera escena está apunto de comenzar mis pequeños cachorritos.[/b][/size][/i][/center]
[i]Auralia, la Crisalida[/i] — [b][color=#808000]Una profecía, ¿no es así? Empecé una guerra civil para escapar de las profecías.[/color][/b] Mientras Sigmund y Sir Jhaos conversaban, en otro rincón de aquel palacio Otto constataba los reportes que le llegaban. Preocupantes informes sobre cómo los comandantes y generales de la Orden que habían jurado lealtad a Su Eminencia caían muertos en las más extrañas de las circunstancias. Los rumores y las pruebas coincidían en un punto que el senescal no dudó en compartir con las autoridades de Auralia. Eran sus aliados, y tenían derecho a saberlo. "[i]Es el arma secreta de los Lealistas al Gran Maestre Aurelian, y ya ha asesinado a más de cuarenta líderes rebeldes de la Orden.[/i]" [center][/center] "[i]Le llaman [b]Shura el Magnicida[/b], el azote de los Hospitalarios y sus aliados.[/i]" Pero las preocupaciones del campo de batalla no tenían lugar en esa habitación, donde gobernadores discutían el futuro del mundo. — [b][color=#808000]No es ningún secreto, Sir Jhaos, que estoy en plena rebelión. Me he llevado a la mitad de la Orden conmigo y, para qué negarlo, las consecuencias de ese conflicto chocan con su propio deseo de unidad entre reinos y ejércitos. No estarías equivocado en pensar que soy un problema más, y que solo me aprovecho de nuestra alianza para mantenerme en el poder.[/color][/b] — [b][color=#808000]Me gustaría explicarte por qué, pese a mi escepticismo a las profecías y la insurrección que protagonizo, deseo ayudarle en su visión de un mundo más unificado.[/color][/b] Sigmund El Sabio nació en una familia humilde. El menor de seis hermanos, su ingreso en las filas de la Orden no fue motivado por ninguna gran causa, sino por la necesidad de sus padres de quitarse una boca que alimentar. Puede que estuviese destinado a la grandeza desde el principio, o tal vez simplemente se tratase de un pródigo sin precedentes, pero es innegable que desafió tales circunstancias para alzarse a lo más alto. Tras unirse en la Orden, se labró reputación en el campo de batalla y ascendió a general, pero sus dotes de liderazgo innatas le valieron para continuar escalando la jerarquía de la organización hasta alzarse con una posición en el Capítulo General, el cuerpo gobernador de la Orden, recibiendo el importante título de Tesorero. Junto a sus deberes como comandante, Sigmund se volvió muy popular dentro de la organización, ganándose incluso el favor del Gran Maestre Aurelian. [right][i]Se podía decir que eran amigos, de no ser porque Sigmund se le rebeló a la mínima oportunidad.[/i][/right] [center][/center] — [b][color=#808000]Delante de mis huestes, siempre crecientes desde que tomé el título de Su Eminencia, no veo solo una fuerza militar con la que dominar el campo de batalla, sino un poder real para traer un cambio positivo y duradero sobre Broken Core. Progreso. Veo lo que la Dinastía Kiath ha hecho, creando La Lucera y trayendo tanta riqueza a la región, y no puedo sino envidiar.[/color][/b] Pero delante de sus huestes, ¿qué es lo que ven los demás? ¿Que vio Gran Maestre Aurelian o el Mariscal Cyrus? Pues lógicamente, vieron a Dios. — [b][color=#808000]Deseo un nuevo rumbo para la Orden, un camino por el cual mi organización consiga tener auténtico valor. He trabajado casi tres décadas como Tesorero para que los cofres de San Kastan estuviesen siempre llenos, rezando porque Aurelian decidiese invertir tales recursos en expandir organización, en enriquecer a nuestra capital Odane, o incluso en construir nuevos castillos y colonias. Lo que hizo fue lo mismo que los restantes 500 años de historia, Sir Jhaos. Búsqueda de conocimientos ocultos, investigación de dimensiones y universos inimaginables, portales secretos. Establecen redes de espionaje por todo el mundo, entrenan asesinos a sueldo para apuñalar por la espalda a los enemigos de la Orden. ¡Asesinos a sueldo! ¡Ni siquiera se molestan en enfrentarlos con la espada como haría un guerrero en condiciones![/color][/b] Exclamó sin gritar. [center] [b][color=#808000]Actúan como si hubiesen visto la cara de Dios. Como si el mundo terrenal careciese de importancia.[/color][/b][/center] Las primeras sociedades y culturas humanas desarrollaron sus respectivas religiones primitivas acorde al animismo. Esta es la tendencia por la cual se le conceden cualidades de consciencia a los atributos inanimados de la naturaleza y el universo. La naturaleza está viva, y lo que está vivo pasa a ser un Dios; el cielo se convierte en un Dios, el agua se convierte en un Dios, los árboles que dan frutos se convierten en un Dios, y los animales que dan carne son Dioses, el mundo es un Dios, y el universo es un Dios conformado por Dioses. En un pequeño rincón de la Orden, en un minúsculo momento del tiempo, la cara de Dios fue vista por alguien. — [b][color=#808000]La Orden está corrupta. La fachada de grupo mercenario podía admitirse como un mal necesario si queríamos ganar recursos para mantener nuestra existencia, pero hemos fracasado en evolucionar más de ello. Los Gran Maestre carecían de ambición y sus leales sujetos, fuese el Mariscal Cyrus hoy o en el pasado cualquier otro, han provocado que quedemos estancados, inmóviles y podridos.[/color][/b] — [b][color=#808000]Deseo un futuro donde mi Orden deje atrás su alto grado de militarismo a favor de operaciones más constructivas. ¿Se imagina una Santa Orden Hospitalaria que ayude a proteger los caminos, que planifiquen caravanas propias para comerciar entre sus ciudades, o que utilice su dinero para fundar puertos y barrios comerciales para rivalizar a la Lucera? Claro que no.[/color][/b] — [b][color=#808000]Por eso empecé una guerra contra mis hermanos. Porque llevo décadas escuchando sobre la magia que domina Broken Core, sobre sus habitantes más poderosos, sobre mitos y calamidades ocurridos y por ocurrir. Sobre profecías. Pero nadie habla de cómo dejar la huella en la historia mediante el avance de nuestra civilización. Solo profecías y guerras.[/color][/b] [center][/center] — [b][color=#808000]Mi deseo es obtener la inexistente corona de la Santa Orden y reformar la organización. Ayúdadme a luchar contra mis adversarios, y yo haré de tus enemigos los míos. En mi travesía hacia la estabilidad y prosperidad de mi Orden, lograremos la unidad que usted busca entre nuestros pueblos. Y entonces, de llegar la calamitosa profecía, [i]sea la vuestra o la de mi antiguo señor[/i], estaremos listos.[/color][/b]5 VOTOSXhepher6734Hace 1 año94
[center][spoiler="Theme"]3 VOTOSJasak13445Hace 1 año95[/spoiler][/center] [center][/center] [center][size=25][color=#7FFFD4][b][i]Ciudad de Paso[/i][/b][/color][/size][/center] [center][/center] [right][i]Día 4 desde la llegada a Broken Core: Hemos llegado a una gran ciudad, la primera que nos ha dejado atracar nuestras naves pese a nuestro origen extranjero. Las flotas que robamos en la anterior dimensión se caen a pedazos y dicen que reparar los barcos costará mucho dinero, así que he decidido desmontarlos y vender los restos como chatarra. Nadie se ha opuesto. Tres grupos de viajeros y una caravana de refugiados se han unido a nosotros. Parece que la maldición que nos sigue a través del cosmos, mermando nuestros números constantemente, también actúa como un amuleto de la suerte para reclutar más miembros. No sé si quedan Varangios "originales", aunque no creo que importe. A estas alturas la tribu de los Varangios está unida por la cultura más que por la sangre. Eso me gusta pensar a mí, me ayuda a sentirme parte de algo. Según las leyendas, en Ciudad del Paso ocurrieron innumerables batallas de inimaginables proporciones. La ciudad fue arrasada y reconstruida tantas veces, que si excavamos los cimientos de la urbanización actual encontraremos las ruinas de una docena de antiguas Ciudades del Paso. Me recuerda un poco a la leyenda de la ciudad de Troya, de la Tierra, donde los arqueólogos se debatían entre si la ciudad de las leyendas correspondía a las ruinas de Troya VI o Troya VII, dado que había una decena de ruinas de distintas Troyas, una sobre otra. La humanidad es muy perseverante. O cabezota. A veces sueño que Vantis llega por la noche y [tachado]me estrangula mientras duermo[/tachado].[/i][/right] Tachó la última frase y cerró el diario. Éléonore decidió no escribir más aquel día. [center][/center] [center][size=25][color=#800080][b][i]Vergel Radiante[/i][/b][/color][/size][/center] [center][/center] [right][i]Día 17 desde la llegada a Broken Core: Cuando era una niña oí hablar mucho de Vergel Radiante. Decían que era un sitio mágico donde, en tiempos de antaño, vivían individuos de espectacular fuerza y poderío. A mí no me ha impresionado tanto, pero tal vez sea porque llevo diez años dando vueltas por el cosmos y he visto de todo. Algunos Varangios, especialmente los más nuevos, sí que se han asombrado con el lugar. Tras 500 años desde la última batalla que tuvo lugar en este lugar, parece que sus ciudadanos han olvidado el temor a que su hogar fuese conquistado y reconquistado constantemente entre bandos enemigos. No ha cambiado mucho desde entonces, ya que ha dejado de ser un sitio importante para los poderes políticos de Broken Core. Viven en paz y con eso les basta. No les envidio, una vida aburrida me parece una vida de mierda. Ha habido una gran discusión cuando les he dicho que en tres días reanudaremos el viaje. Debo admitir que estaba acostumbrada a que me obedeciesen sin pensarlo dos veces, y creo que no he sabido calmar los ánimos apropiadamente. Por ahora vamos a seguir con mi plan. Entiendo que a muchos les parezca un sitio atractivo, pero hay algo en el aire que me hace querer salir corriendo cuanto antes. La atmósfera mantiene el recuerdo de aquellas personas. Como si pudiesen aparecer de nuevo en cualquier momento. ¿Nos atacarían? Claro que lo harían. La gente con poderes no sabe hacer otra cosa, atacar y destruir y atacar y matar y conquistar y atacar. Nadie sabe construir nada. Yo tampoco.[/i][/right] [center][/center] [center][size=25][color=#808000][b][i]Estado Comunitario Independiente de Jiyuu [url=https://www.foro3djuegos.com/nicomunidad-foros/tema/48525431/0/estado-comunitario-independiente-de-jiyuu-ecij-localizacion/](ECIJ)[/url][/i][/b][/color][/size][/center] [center][/center] [right][i]Voy a dejar de contar los días. Antes era necesario saber cuánto tiempo estábamos en un universo antes de saltar al siguiente, pero esta vez vamos a quedarnos una buena temporada en este mundo. Hemos llegado a un país mucho más tecnológicamente avanzado que el resto del planeta. No estoy segura de que estemos todavía en el mismo universo que Broken Core, creo que este país se encuentra en una dimensión distinta. El espacio-tiempo funciona muy raro en el imperio de Aevelin, nunca me acostumbraré. Parece un sitio próspero y pacífico, e ignoran lo que sucede en el resto del mundo. Les envidio. Desde que he llegado a Broken Core solo escucho acerca de los problemas en Auralia, la Orden, los Vikars, y extraños rumores sobre la Emperatriz. Me gustaría asentar los míos aquí, pero a ellos no les gusta. La sociedad está muy estructurada, muy planificada. Es incómodo ver a los androides vigilando las calles. No es el estilo de vida que nos gusta tener. Partimos al alba.[/i][/right] [center][/center] [center][size=25][color=#00FF00][b][i]Green Island, [url=https://www.foro3djuegos.com/nicomunidad-foros/tema/47941972/0/green-island-hogar-de-la-union-localizacion/]hogar de la Unión[/url][/i][/b][/color][/size][/center] [center][/center] [right][i]Este sitio es bastante famoso por ser el lugar donde la Unión colocó su base para luchar contra la Romalgama hace 500 años. Siempre quise visitarlo. El sitio fue casi completamente aniquilado en el proceso y nunca se supo que fue de la Unión, pero debieron de tener éxito porque el universo ya no está amenazado por una inminente destrucción. Espero. A los chicos les gusta este lugar. Es bastante tranquilo y, más importante, hay mucho trabajo disponible. Hay un montón de ruinas de aquella época que no puedo esperar a explorar, y como todavía quedan algunos monstruos libres seguro que podemos sacar una buena tajada si les ayudamos a pacificar los campos. Los Vikars están dando por culo últimamente, así que propondré a un par de grupos Varangios que ayuden con tareas de defensa para ganarnos el apoyo de los locales. He propuesto quedarnos aquí una temporada, establecer campamento y reunir dinero para futuros viajes. Menos mal, porque ya no quedaba apenas comida. Desde que hemos llegado a Broken Core, muchos refugiados de lugares destruidos por los Vikars se han unido a nosotros. Al principio pensé que era un golpe de suerte, porque murieron muchos en la última dimensión y los nuevos miembros son un soplo de aire fresco a nuestras mermadas filas. Pero ahora me dan pena. Son muchísimos refugiados. ¿Cuántos pueblos han sido quemados por esos barbaros? Intentaré decirles a los chicos que sean amables con los recién llegados. A veces pueden ser un poco duros. Sigo teniendo pesadillas con Vantis. No sé cómo debe ser ahora, pero de niño daba grima. Tenía una mirada muerta. Si el Gran Maestre Aurelian le considera el mejor de los descendientes de Synd, entonces ese crío debe ser invencible. Si quiero tener alguna posibilidad contra él, o cualquier demonio que Aurelian tenga bajo la manga, no puedo depender solo de mi poder. Necesito algún arma o artefacto poderoso capaz de darme la ventaja que necesito. He escuchado rumores acerca de algo llamado la [b][color=darkred]Ofrenda[/color][/b].[/i][/right]EDITADO EL 04-02-2023 / 14:52 (EDITADO 5 VECES)
[center][/center] Una grieta se abrió en medio del cielo encima de un pequeño pueblo no muy habitado, de ella salieron dos personas, un chico de cabello azul y una mujer de gran armadura que dejaba ver dos mechones rojos. A pesar de la gran altura ambos cayeron sin problema aterrizando fácilmente sobre un terreno despejado, nada más tocar el suelo el chico miró hacía arriba, no había nada, pero sentía algo, quizás fuese un animal, un Dios o una gigantesca cantidad de comentarios de proporciones bíblicas que había estado ignorando hasta la fecha. [center][/center] Luego de contemplar a la nada el chico sacó un dispositivo de su bolsillo y lo miró. — [b][color=#1E90FF]Bueno, llevamos unas semanas explorando, hemos salvado gente, hecho fiestas, conocido razas nuevas, pero creo que es momento de hacer algo importante, a pesar de todo siento que todo lo que hemos hecho hasta ahora son como las escenas de relleno que salen en las historias.[/color][/b] — Levantó la cabeza y miró a su acompañante, esta no dijo nada, solamente estaba analizando el terreno con su mano apoyada en el mango de la espada, su armadura brillaba con intensidad, era de un tono dorado que llamó la atención de un niño pequeño que se acercó a ella boquiabierto para obsérvala mejor pero fue detenido por esta clavando con firmeza su espada en el suelo, haciendo que el niño saliese despavorido huyendo. [center][/center] La gente del pueblo estaba asustada, pero ninguno hacía nada por temor, algunos se escondieron, otros decidieron fingir que no pasaba nada, pero desde luego no era habitual que una grieta apareciera en el cielo y de ella cayesen dos personas de aspecto extraño. Nak cerró los ojos y comenzó a concentrarse, una ligera brisa apareció por la zona levantando polvo pero duró poco, seguido de esa ligera brisa lo que apareció fue una enorme ráfaga de aire que tiró varios postes al suelo, la energía se arrodillaba alrededor suya y ahora si toda la gente comenzó a meterse en sus casas por temor. Piedras se levantaron del suelo por la acumulación de energía, y tal como volvió con la misma se fue. — [b][color=#1E90FF]Noto energías que no son normales, sin duda alguna son de gente importante, lo presiento, creo que deberíamos ir a echar un vistazo, ¿quién no quiere una visita de vez en cuando? [/color][/b] — Sonrió y le levantó el pulgar a la mujer. Esta se giró hacía el y comentó en un tono muy calmado. — [color=#E74C3C][b]Como desees, mas no creo que seamos bien recibidos, ya ha podido notar el ambiente de este mundo desde que llegamos. [/color][/b] — Desclavó la espada del suelo y la envainó. El chico del pelo azul se rio y negó con la cabeza despreocupado, estiró su mano y de estas salieron unas garras de zorro con las que rajó el aire, parecía que no pasó nada, pero al momento una brecha como la del principio se abrió, y ambos entraron en ellas caminando para llegar a su próximo destino.3 VOTOS