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[center][b][i]Yo soy [color=red]tú[/color]. Tú eres yo. Has asquerido un [color=red]nuevo[/color] voto. [color=red]Serán[/color] las alas de la rebelión. Las que [color=red]rompan[/color] las cadenas de la exclavitud. Al nacer la unión de los [color=red]Amantes[/color]. Los vientos de bendición me otorgan Libertad y un nuevo [color=red]poder[/color].[/i][/b][/center] [center][/center] [center][b]. . .[/b][/center] Se puso un tanto nervioso cuando acercó su mano hacia su máscara pero trató de disumularlo de la mejor manera posible. Relajó su respiración rápidamente en un intento de no quedar en ridículo delante de Alter, era de las primeras veces que ambos estaban en una misión conjunta además de que él estaba recien ascendido antes de esta misión. Debía relajarse, la misión dependía de ello, y la persona que estaba a su lado también dependía de ello. Debía estar centrado si quería poder verla en otras condiciones en un futuro no tan lejano. [b][i]— [color=cornflowerblue]Llevo esta máscara desde que tengo memoria, no conozco mi rostro, ni tampoco puedo quitarmela, apenas puedo comer a veces y es muy lioso cuando me pica algo.[/color][/i][/b] Agarró la mano de Delaila. Quizá había sido un acto reflejo por haberla tenido tan cerca de su cara, o quizá había sido totalmente consciente, solo sabía que había querido hacerlo desde hace un buen rato y había aprovechado el momento pues este parecía un pequeño paseo entre ambos, quizá tuviese unos segundos mas para aprovecharlo hasta que tuviese que volver a la realidad del momento. [b][i]— [color=cornflowerblue]Próximas veces, ahora soy parte de la guardia real señorita Delaila, me tendrá hasta en la sopa.[/color] —[/i][/b] Quizá fuese ella la que empezaba a soltar el humor de Iron, siempre había sido alguien recto y con objetivos claros, nunca se había fijado en ningún aspecto de la vida... nunca había visto a una mujer como comenzaba a verla a ella. [center][/center] Pero eso no era posible, no para alguien como él, simplemente la protegería y velaría por su bien. Entonces bajó su mirada para ver que seguía agarrando de su mano para luego mirar hacia el frente. [b][i]— [color=cornflowerblue]Es por su seguridad.[/color] —[/i][/b] Dijo sabiendo que Alter se reiría de él por poner esa excusa para poder mantener agarrada la mano de Delaila aunque fuese unos pocos segundos más. Suspiró. [i][color=cornflowerblue]"Ya podrías inventarte mejores excusas Iron"[/color][/i] [center][/center] [center][b]. . .[/b][/center] [i][size=12]— [b]Que de comienzo tu rehabilitación... Zalph, quizá así llegues a perdonarte algún día[/b].[/size][/i] [center][i][size=12]??? 1 — Es imposible, se suicidaría si conoce su pasado.[/size][/i][/center] [right][i][size=12]??? 2 — Si el Maestro lo ha elegido es porque quizá tenga una miníma posibilidad.[/size][/i][/right] [center][/center]4 VOTOSXhepher6734Hace 1 año65
Hablando del diablo, el diablo apareció. La primera vez que vio a Sezerkhan fue la segunda vez que vio a un dios. ¿Pero, cuando fue la primera vez? Seguía sin llamarle mucho la atención, pero eso era culpa suya. — [b][color=#3EA99F]Entre dioses y mortales, ¿eh?[/color][/b] Rememoró lo que le dijo el primero. ¿Quién fue el primero? Le sorprendió no escuchar a su hermana. Probablemente se había quedado petrificada. Era natural, su primera vez mostrando iniciativa había culminado con la aparición de una leyenda viva. Le dio un poco de pena. — [b][color=#3EA99F]Es un honor conocer en persona a su Majestad. Mi nombre es Vantis, y soy el embajador de la Santa Orden en La Lucera.[/color][/b] Lo malo del cinismo, es que todo lo que haces a continuación requiere de esfuerzo extra. ¿Embajador de la Orden? ¿Qué Orden? ¿Los que ahora mismo se estaban matando entre sí o los que estaban ya muertos? Tenía que fingir un respeto a la autoridad en nombre de una organización que ya no tenía ningún respeto por sí misma. Era absurdo. De hecho, sí que era absurdo. — [b][color=#3EA99F]Hacedme un favor y despejad el lugar. Decid a la gente que se acabaron las visitas por hoy. La embajada no es un sitio para tratar los asuntos de los ciudadanos de a pie. Si los Kiath no hacen caso a su pueblo, yo no tengo por qué encargarme de ello.[/color][/b] — Los guardias acataron las órdenes de inmediato. No prestó interés por como reaccionaba la muchedumbre, y no por falta de empatía hacía el gentío, sino por la timidez con la que su hermana se asomó por la puerta. Fue solo un breve momento, suficiente tiempo para que la muchacha le susurrase algo al oído y Vantis regresase con sus más que peculiares invitados. Él no quería estar allí, entre dioses y mortales, pero una mortal le trajo a este mundo y un dios le obligó a vivir en él. Así que allí estaba, entre Egan y Sezerkhan, preguntándose a quien de los dos debía vilipendiar primero. — [b][color=#3EA99F]Me honra vuestra visita.[/color][/b] — Se dirigió primero a ella, por ser la recién llegada. No, que va, eso daba igual, se dirigió a ella primero porque era ella. ¡Ella! No le dedicó un solo vistazo a su acompañante Ozara. — [b][color=#3EA99F]Me hace saber mi hermana que deseas hablar dentro ...[/color][/b] — Hizo una breve pausa para que posar su mirada en Egan, enfatizando las siguientes palabras. — [b][color=#3EA99F]... con los cinco juntos.[/color][/b] [center] [i]En otro lugar, en otro tiempo, en otro mundo y otra historia, el Gran Maestre soltaba una carcajada.[/i][/center] — [b][color=#3EA99F]¿Será eso un problema, Egan?[/color][/b] — Ignorante de la relación que ambos se traían entre sí, pero sin la curiosidad suficiente como para indagar en ello, lanzó una educada pregunta que buscaba esconder esos pensamientos detrás de una sencilla formalidad. — [b][color=#3EA99F]Hemos tenido una reunión irregular, y pido disculpas por ello.[/color][/b] — Para variar, eran disculpas genuinas. No, en verdad no lo eran, a quien vamos a engañar. — [b][color=#3EA99F]Pero si le concedes a la emperatriz su deseo, te compensaré dándote una respuesta más inmediata acerca de nuestro asunto, en lugar de hacerte esperar hasta mañana.[/color][/b] ¿Que cambió? Tal vez que se dio cuenta de lo inútil que era hacerle esperar hasta el día siguiente para darle una respuesta que ya tenía concluida. Al fin y al cabo, cuando Vantis y Egan salieron a conversar a las puertas del edificio, la bolsa de dinero que había traído originalmente el hombre se había quedado dentro de la embajada. — [b][color=#3EA99F]Por favor, regresemos al interior de la embajada y hablemos allí en privacidad. Haré que mis guardias nos dejen solos.[/color][/b] Observante de la conversación, la joven lamentó el fallo de su hermano. En ese afán por mostrarse estoico en cualquier situación, fuese delante del líder de los Kiath o la mismísima Sezerkhan, denotaba la extrema rigidez inhumana que caracteriza su personalidad. Por todas sus dotes diplomáticas, era incapaz de pensar desde la perspectiva del otro; no caía en la cuenta que una emperatriz esperaba reacciones como la de Mikaela, quien mostrandose nerviosa y de pocas palabras demostraba una humanidad carente en él. Y era ese terrible error lo que provocaba que su actuación fracasase instantaneamente, pues por todo su esfuerzo en aparentar un carácter de serenidad inquebrantable, automaticamente demostraba ser el menos humano de los presentes. Puede que de eso se estuviese riendo él.4 VOTOSElena-elenita7890Hace 1 año66
[center][b][color=steelblue]- Me gusta la sopa.[/color][/b][/center] [center][/center] Contuvo una bocanada de aire mientras apretaba los labios. Asintió mientras observaba sus manos acabando por evadir la mirada. ¿Estaba eso bien siquiera? Seguro que se estaban saltando infinidad de reglas por el camino. No es que ella supiera mucho sobre ejércitos, pero no era la primera vez que llevaba escolta. Y también había asistido a más de una regañina de Alter. Siempre le había escuchado ser bastante tajante con las relaciones en estos casos. Y sobre los sentimientos y como podían enturbiar la cabeza y la misión. Pero no decía nada. Solo veía su erguida espalda de vez en cuando hacer algún leve espasmo como si contuviera la risa. Aquello debía de estar entonces más que mal. ¿Pero eran solo bromas no? Acababan de conocerse, y apenas habían entablado una conversación coherente en lo que llevaban de viaje. A decir verdad, pensaba que a pesar de que Alter, siendo el cargo mas alto en la cúspide del ejercito, siempre se saltase las normas para sí mismo, nunca había permitido que otros lo hicieran si eso ponía en peligro. Así que, si el no decía nada, debía de estar bien. ¿Que más daban unas cuantas preguntas? Y ella solía tener muchas. [b][color=steelblue]- Oye Iron, ¿desde cuando estas en el ejercito? ¿Y como os conocisteis?-[/color][/b] Entonces la risa de Alter si que se escuchó. [b]- Digamos que es un chico peculiar. Y sus superiores necesitaron ponerle muchos ojos encima.-[/b] Hizo una breve pausa y añadió entre risas. [b]- Un tanto impulsivo y rápido para todo en la vida, al parecer.-[/b] Y sus ojos se posaron en las manos de los dos cogidas, sonriendo.2 VOTOSCrisgv13401Hace 1 año67
[b][i]— [color=cornflowerblue]" ¿Le gusta la sopa? No se hacer sopa..."[/color] —[/i][/b] Ese fue su primer impulso al escuchar escuchar sus palabras en su mente pues no había pillado la indirecta siendo él la sopa, a pesar de que Iron había dado un gran paso para él, seguía siendo un pequeño paso para la humanidad pues seguía sin entender del todo las ironías ni tampoco las indirectas. Ahora le preocupaba no saber hacer sopa, pero ¿Qué clase de sopa le gustaría? había tantas formas de hacer sopa, era realmente una misión terrible adivinarlo, y si se lo preguntaba seguramente saltaría a la vista de que no sabía hacer ni un simple sopa. Quedaría en evidencia. Trataría de disimular lo mejor posible sobre la sopa. [b][i]— [color=cornflowerblue]Sí, a mi también me gusta la sopa.[/color] —[/i][/b] Dijo sin llegar a saber si estaba del todo correcto decirlo, su única preocupación era que no se diese cuenta de que no sabía hacer sopas. Entonces ella abrió otro tema de debate, cuanto llevaba Iron en el ejercito, eso en parte le hizo ilusión provocando que cogiese con algo mas de fuerza la mano de Delaila, pero con delicadeza, quizá era una tontería pero para alguien como Iron que nunca había recordado nada sobre su pasado que alguien le preguntase sobre su pasado algo que sí podría responder le hizo sentirse feliz, e incluso ilusionado, quizá también en parte por que fuese la propia Delaila quien hiciese la pregunta. Escuchó a su mentor, y aunque todo lo que había dicho sobre él era verdad quizá no era lo que mejor le dejaba. Iron siempre había sido un loco, un suicida, su capacidad de no sentir dolor alguno por algún motivo le permitía llevar a cabo hazañas que en otras circunstancias no serían capaces de realizarse. Se sonrojó, pero no se le notó debido a la máscara que ocultaba sus expresiones, pero soltó un pequeño suspiro, sería totalmente sincero. [b][i]— [color=cornflowerblue]La Emperatriz me encontró hace 2 años, yo no sabía quien era y llevaba esta máscara en la cabeza la cual no puedo quitarme, para compensarla por salvarme decidí unirme al ejército.[/color] [/i][/b] Hizo una breve pausa para luego mirar hacia Alter, y luego devolver su mirada hacia Delaila, lo cual ... estaba bien ¿no? debía protegerla, no podía dejar de mirar, ni tampoco quería. [b][i]— [color=cornflowerblue]Durante todos estos años tuve muchos superiores, pero Alter me acogió sin pensarselo, me entrenó, me ayudó, y me dio un motivo para vivir hasta el día de hoy, es divertido si se me permite poder contar con él, nunca les podré pagar todo lo que me han ayudado.[/color] — [/i][/b]En el que todavía no comprendía porque alguien como Alter y la Emperatriz se había fijado en alguien como él para darle la vida que estaba llevando hasta ahora. [b][i]— [color=cornflowerblue]¿Tú? ¿Cómo conociste a Alter y a la Emperatriz?[/color] — [/i][/b]Posiblemente era una conversación para en otro momento, pero por alguna razón le gustaba tenerla en ese momento, se sentía mas tranquilo, y preparado para defenderla, como si estuviese teniendo un vínculo con ella. [center][/center]2 VOTOSXheper3431Hace 1 año68
[center][I][spoiler="Tema"]4 VOTOSTakretm-1212218Hace 1 año69[/spoiler][/I][/center] Luke se dirigía de camino a la mítica Lucera, lugar creado por una entidad cósmica (cuyo nombre quedó en el olvido debido a su inactividad) con el poder del mejunje [I]art-at-tak.[/I] —[color=olive][b] Hey...ya sé que hace tiempo que no te mando un mensaje...pero...[/b][/color] — El chico se encontraba hablando por su teléfono. Llevaba un traje igual al que Derek rechazó ponerse en la visita anterior. —[color=olive][b] Mira, Hole...necesito tu ayuda. Dicen que vas a pasarte por la reunión en la Lucera. Me vendría bien verte y hablar un rato. Seguro que estás súper ocupado y tal pero...no sé qué hacer. Necesito consejo, ¿sabes? Y eres de los pocos que me lo pueden dar. Ko me va a decir lo de siempre y no sé si los demás van a aparecer siquiera a la reunión. Jack va a ir. Podemos vernos los cuatro. Dios, hace tanto que no nos reunimos muchos sin que sea urgente. ¿Sueno estúpido? Quizás. Pero me gustaría actuar....normal...aunque sea por una vez.[/b][/color] Luke se detuvo en seco y suspiró. La forma que tenían de verse los demás de la agencia nunca le había parecido rara, hasta que comenzó a ver cómo las personas comunes y corrientes tenían vida más allá del trabajo. Se sintió como si su vida fuese su trabajo. Como si todo girase entorno a ello. Era una sensación extraña. Seguía siempre las órdenes y realizaba sus tareas sin rechistar. Como todo chico de su edad, a veces tenía momentos de rebeldía. Pero esa rebeldía latente en su ser nunca terminaba de florecer...a menos que Derek la alentase. Probablemente de los pocos miembros que siempre cuestionaba las decisiones de la agencia. Derek, Luke y Ko formaban un grupo de operaciones juntos. La Agencia tenía muchos grupos divididos por rangos y los solían repartir en distintas zonas con distintas misiones. A veces, si la misión era muy arriesgada, algunos grupos unían su fuerza con otros. Tras su última misión juntos, el grupo de Luke se desmanteló debido a dos razones: el incumplimiento de las órdenes de sus superiores y la posterior marcha de Derek. La salida de éste último afectó mucho al chico, el cual lo consideraba como su hermano mayor. —[color=olive][b] En fin, olvidalo.[/b][/color] — Guardó el teléfono y se sentó quitándose la chaqueta. Aún le quedaba un poco para llegar al lugar de reunión, pero no sabía siquiera si la mayoría de los invitados aparecerían. [Center][/center] La reunión era opcional. Tan solo un recopilatorio de información. Las reuniones más aburridas eran aquellas donde no solía ocurrir nada. Derek siempre pasaba de ir y le enseñó a Luke a hacer lo mismo. Sin embargo, el chico no podía evitar sentirse sólo. Esas reuniones se habían convertido en su única manera de tener compañía conocida. Siempre se sentaba solo, sin hacer amistad con nadie. Vivía en diferentes hogares temporales que la agencia le cambiaba cada mes, todos repartidos por varias partes de Broken Core. ¿Para qué molestarse en hacer amigos si luego se marcharía? Además, tenía muchos secretos que ocultar. Y con el paso de tiempo no harían más que aumentar. Con la edad y la experiencia, la Agencia promovía a sus miembros a un rango más alto. Cada rango acarreaba más responsabilidades que el anterior, pero también un mejor estilo de vida y...un mayor acceso a los secretos de la agencia. Las personas que actuaban en la agencia tenían un acceso limitado a la información de ésta. Los de mayor rango obtenían conocimientos tan reveladores que se trataba como la moneda de pago principal de la Agencia. Habían muchos rumores en los rangos bajos: algunos decían que en los más altos, los miembros vivían su vida como reyes. Y no por los hogares o bienes proporcionados por la Agencia, sino por los secretos que ésta les revelaban. Incluso se rumoreaban viajes a otros mundos, dimensiones o realidades. ¿Quizás hasta el significado de la vida misma se encontraba en el rango más alto? —[color=olive][b] Soy un imbécil.[/b][/color] Luke prosiguió su camino un rato más. Se encontraba cerca de la Lucera cuando se detuvo en mitad de un valle desértico, pensando en retroceder hacia su hogar. ¿Y si nadie acudía a la reunión? ¿Y si solo venían miembros que Luke nisiquiera conocía bien? ¿Y si tan solo duraba 10 minutos y luego todos se marchaban? ¿Valía la pena? ¿Tan solo se sentía que se patearía toda la frontera de Avelino hasta la Lucera por un pequeño rato junto a alguien al que podía considerar "compañero"? Todas estas dudas se disiparon en cuanto escuchó una voz familiar dirigirse hacia él. —[color=steelblue][b] Oh, hola Luke. Ko se alegra mucho de verte.[/b][/color] — No muy lejos del chico se encontraba una misteriosa figura. Se trataba de Ko, acampando en mitad del desierto y tomándose un café tan pancho. —[color=steelblue][b] ¿Vas de camino a la reunión? Claro, las coincidencias no existen. Te has encontrado con Ko aquí porque así tenía que ser, ¿verdad? Siempre está todo planeado. Ven, siéntate aquí junto a Ko. Hay comida y café. ¿Qué te apetece? Ko ha cazado hace poco, como puedes observar.[/b][/color] [Center][/center] Su extraña pero familiar voz reconfortó al muchacho. Ko tenía la espada clavada en el suelo. Aún se podían ver las manchas de sangre de su anterior presa. Luke sonrió, aunque el hecho de haberse encontrado a su amigo no le parecía cosa del destino. Él no creía en ese tipo de cosas. Ko sí. Era un ser misterioso, al igual que muchos miembros de la Agencia de rango alto. Se hablaba mucho de su supuesto pasado. Habían varias teorías, pero la mayoría sin confirmar. Algunos dicen que antes no se refería a sí mismo en tercera persona, pero que un día perdió parte de su alma, o su corazón, o su ser...debido a sucesos desconocidos. Y desde entonces no era capaz de hablar sobre su persona como un ser completo y normal. ¿Siquiera era humano? ¿Alguna vez lo fue? Fuera como fuese, siempre ayudó a Luke y se ganó el afecto del chico. Además, por muy intimidante que resultase su apariencia, a Luke le parecía un ser de luz como Noel. —[color=olive][b] No sabes cuánto me alegro de verte, Ko. Me tomaré ese café encantado. La verdad es que pensaba irme...pero ya que estamos los dos aquí, supongo que no me queda otra.[/b][/color] — Se acercó a su compañero y le dio un trago al café. —[color=olive][b] Ugh...oye, ¿tú cómo puedes tomarte esto?[/b][/color] —[color=steelblue][b] ¿Estás tratando de ofender a Ko usando el sabor de su café como baza? Porque no lo conseguirás.[/b][/color] —[color=olive][b] ¡No! ¡Nada de eso! Me refería a...bueno, es que esto se bebe. ¿Tú tienes boca? A veces me lo pregunto. Bueno, a veces me pregunto muchas cosas sobre ti.[/b][/color] —[color=steelblue][b] Oh, esa es una buena pregunta. ¿Tanto tiempo pasas pensando en Ko? Quizás, si Ko tuviese mejillas, se sonrojaría al escuchar eso.[/b][/color] Los dos rieron durante un rato. Por primera vez en mucho tiempo, Luke fue genuinamente feliz. Tal vez no había sido tan mala idea acudir a la reunión después de todo. Luke se terminó el café y esperó a la señal de Ko para marchar hacia el lugar indicado por la Agencia. —[color=steelblue][b] A Ko le gusta cómo te queda el traje. Siempre le gustó. Incluso cuando te enfadas y te pones todo colorido. A Ko le recuerdas a Hole cuando te pones así.[/b][/color] —[color=olive][b] No me hagas pensar en eso, anda. Sabes que no soy yo mismo cuando me pasa eso. Aún estoy aprendiendo a controlarlo. La Agencia prometió ayudarme con ello. Tan solo unos meses más y seguro que con la mayoría de edad y mi promoción...[/b][/color] —[color=steelblue][b] Sí. Controlar tus sentimientos y poderes es importante, Luke. Pero quizás quieras esperar un poco más. Que cumplas la mayoría de edad no significa que de repente todos te tengan que respetar y dejar de tratar como a un novato. Llevas ya un tiempo en la Agencia...y la última misión importante no salió muy bien. A Ko no le gusta tener que recordártelo, ya lo sabes. De seguro el destino te tiene preparado grandes planes. Y la Agencia también...pero...Ko te aconseja que disfrutes el tiempo que tengas antes de que todo se ponga en marcha. Aún eres un niño.[/b][/color] — La siempre extraña voz de Ko sonaba con un tono más melancólico de lo normal. —[color=olive][b] He matado gente. Personas. Seres vivos. Como tú...si es que eres humano, o como yo. Si es que no soy una especie de alienígena de otro universo, claro. Pronto dejaré de ser un niño. Estoy harto de serlo. Hace tiempo que ya no pienso como tal. Así que...bueno, me gustaría que por lo menos tú me tratases de manera distinta.[/b][/color] —[color=steelblue][b] Ko ya lo hace. Siempre lo ha hecho. Y le gustaría no dejar de hacerlo. Las personas que has matado han sido siempre en defensa propia. Cuando Derek tuvo que ejecutar a esos miembros de la CCSH, no era en defensa propia. Lo hizo para que tú no tuvieses que hacerlo. Ko tuvo que intervenir. Se estaban quebrantando varias órdenes de la Agencia. Hubo muchos heridos y varios muertos. Fue una misión fallida. Y el objetivo murió también. A Ko le entristeció verte llorar la marcha de Derek, pero murieron inocentes en aquella misión. Sin embargo, Luke...las órdenes se deben cumplir. Las vidas de unos soldados de la CCSH, la vida de un objetivo de rescate y la vida de civiles. Todos eran inocentes según Derek, ¿no? Pero las órdenes fueron claras. Escucha a Ko: no hay moral en estas decisiones. Está todo escrito. Destinado. Por lo menos, eso es lo que le gusta pensar a Ko. Si la Agencia ordenó ejecutar a los miembros de la CCSH, se tuvo que hacer. Dejar de ser un niño es poder llevar a cabo esas órdenes. ¿Comprendes?[/b][/color] Luke escuchó toda la lección de Ko. Como siempre hacía. Su rebeldía se apaciguaba cada vez que Ko le hablaba como si supiese la respuesta a todo. Tenía que hacerlo, ¿no? Al fin y al cabo, Ko estuvo en rangos superiores incluso a Derek antes de bajar voluntariamente. Otro de sus misterios: ¿Porqué haría algo así? Todos luchan por subir rangos y él pidió un descenso. Fuera como fuese, aquél recordatorio de la fatídica misión fallida contra la CCSH no dejó indiferente a Luke. —[color=steelblue][b] Nos marchamos en 5 minutos. Límpiate la chaqueta, Luke. Derramaste un poco del café de Ko antes. Ko no te lo dijo porque le pareció bastante mono verte todo manchado, como un niño pequeño.[/b][/color] — El extraño ser se levantó y agarró su espada. Luke se sobresaltó y miró por todas partes, sonrojado y molesto, en busca de la mancha de café. —[color=olive][b] Jo, tío...que la otra chaqueta la dejé en otra parte. ¡No me digas eso ahora que se va a secar la mancha![/b][/color] [Center][/center]
[center][spoiler="Theme"]4 VOTOSXhepher6734Hace 1 año70[/spoiler] [size=23]Planeta Auralia, en La Crisálida, capital del reino.[/size] [/center] Finalmente, tras las debidas preparaciones, el día había llegado. Aquel día no fue un amanecer normal en La Crisálida. Los habitantes del reino despertaron con la grandiosa movilización de tropas armadas en dirección al castillo, las cuales se apostaron por toda la ciudad asegurando el orden del porvenir de aquel día. Una enorme mezcla de fuerzas de la Orden y del propio ejército divino de Auralia se encontraba por toda la capital, creando cierto temor por lo que podía estar pasando, ¿un ataque enemigo tal vez? No, no había tanto movimiento militar para algo así. Pero entonces, se podía ver como partes de las fuerzas armadas obligaba a un gran sector de la población a encaminarse hacia el gran castillo del reino. Todos, claramente, estaban confundidos, ¿por qué estarían haciendo aquello? Y pronto tendrían la respuesta; dentro de la gigantesca sala del trono, decorada con toda clase de exageración divina, se encontraba un joven de pelo blanco. Era Kiath Kiastha, hermano menor de Sir Jhaos. El chico avanzaba entre las tropas, las cuales con sus espadas en alto, las iban bajando a medida que el joven pasaba en señal de respeto. Podía verse en él cierto sentimiento de temor por la situación, puesto que aún estaba algo dudoso al respecto. [center][/center] En el medio de todo, se encontraba flotando, junto a una luz que venía de los mismos cielos, una gran reliquia. Aquella reliquia era considerada como uno de los artefactos más asombrosos y poderosos de todo Broken Core y Auralia, siendo de las pocas que a día de hoy seguían existiendo. Los sacerdotes ungieron al joven con las marcas de los Altos Cielos, agachando este la cabeza y jurando su lealtad a la Fé divina, pues de allí venía su sangre. — [b]Kiath Kiastha.[/b] — decía el sacerdote más anciano de todos. — [b]Ante los mismos Dioses queda demostrado tu derecho divino a ser la persona que lidere Auralia y a sus generaciones futuras. La grandeza de los Kiath recae sobre tus hombros, carga que llevarás con orgullo mientras guías hacia el triunfo y la gloria a esta nuestra nación, haciéndole Justicia a la sangre que corre por tus venas. Dejo dicho ante todo el pueblo de Auralia... ¡Kiath Kiastha es el legítimo Rey de Auralia! ¡Primero en su nombre, Señor de la Justicia y de los ejércitos divinos![/b] — entonces dejó paso al joven para que siguiese su ascenso y tomase la reliquia. — [b]Ve y empúñala con orgullo, todo el legado y el poder de los Kiath se encuentra en este símbolo.[/b] — Sir Jhaos contemplaba impaciente a través de su yelmo, siendo el que encabezaba a la guardia real. Junto a él, estaban su otro hermano, aunque faltaban algunos miembros de su familia, seguramente aquellos que trataron de impedir aquella coronación forzosa. Kiastha agarró aquel arma, notando como su cuerpo, nada más empuñarla, emitía un gran torrente de energía. Tras ello se giró hacia su pueblo. [center]Y con fuerza levantó a Justice, la espada del antiguo dios de la Justicia, Kiath Thais. [/center] La gente gritaba su nombre, y Kiastha comenzó en ese momento a cogerle el gusto a aquella adulación. — [color=grey][b]Me quieren.[/b][/color] — decía con una sonrisa. — [color=grey][b]De verdad me adoran como su rey.[/b][/color] — seguía bastante sorprendido y feliz por ello. — [color=grey][b]Me adorarán como a un Dios.[/b][/color] — [center][/center] Auralia ya tenía rey. El vacío de poder había llegado a su fin. Sir Jhaos sonrío por detrás de su yelmo, habiéndose quitado al fin un peso de encima. Pero aún quedaba muchas cosas por hacer, le habían llegado las noticias de la situación más actual de Sigmund y el estado de la Orden, y tal vez pronto tendría que tomar cartas en el asunto. Sabía cosas. Y sabía las cosas que tenía que hacer. No solo el reino, sino todos los mundos estaban a punto de volver a correr peligro, y Sir Jhaos tendría que preparar todo para ello... costase lo que costase.
[center][/center] Sueña con él de vez en cuando. Nunca puede ver su rostro. Los ojos le observan con tanta fuerza que siente genuino dolor, le perforan el cuerpo, desea con todas sus fuerzas arrancárselos de la cara. Esa maldita cara que no es capaz de ver, pero él si le ve. No puede huir, no de él, ni de él, ni de él. Así que continuará soñando por el resto de su efímera eternidad. [center][/center] — [b][color=#B87333]Oye, Shura.[/color][/b] — [b][color=#246A0B]Ya, lo sé. Este sitio es repugnante.[/b][/color] — [b][color=#B87333]Cyrus dice que el 99% de los portales que la Orden controla conectan a mundos muertos y dimensiones estériles. Tú conoces al Maestre, has hablado con él. ¿Por qué está tan obsesionado con la búsqueda de portales si todo lo que encontramos es esto?[/color][/b] No lo sabía y no quería saberlo. No le contestó y el silencio fue la respuesta. Para ser uno de los pilares principales de la Santa Orden, los descendientes de Synd eran reacios a interesarse por las motivaciones que movían a su organización. Ligados por cuestión de puro instinto de supervivencia, individuos como Shura o Vantis inevitablemente desarrollaban cierto comportamiento escéptico ante todo lo relacionado con su propia organización. — [b][color=DarkMagenta]Fue la voluntad del fundador de la Orden, el primer Gran Maestre, San Kastan.[/b][/color] [center][/center] — [b][color=DarkMagenta]Kastan teorizó el potencial de los portales que conectaban el multiverso, y consideró a Broken Core como el mejor lugar en el que fundar nuestra organización dado que el planeta actúa como un nexo para esos portales. Pero el objetivo de nuestra cofradía no es buscar puertas a otros mundos, como pensáis vosotros. Lo que busca la Orden son dimensiones muertas que podamos usar a nuestro antojo mediante el uso de portales muy específicos que solo nosotros podamos manipular. Reuniéndonos en lugares como este, ni los dioses más omniscientes de Broken Core se enterarán de lo que salgan de nuestros labios.[/b][/color] [center][/center] [b][i]Mariscal de la Santa Orden Hospitalaria de San Kastan: Cyrus Helvius Pertinax, líder de los Lealistas al Gran Maestre Aurelian.[/i][/b] — [b][color=DarkMagenta]O puede sí lo hagan, pero nosotros tratamos temas terrenales y lo que nos concierne es evitar el oído humano.[/b][/color] Como Mariscal de la Orden, Cyrus era una de las figuras más importantes de la organización incluso antes de la guerra civil. De hecho, ante la ausencia del Gran Maestre Aurelian, Cyrus era sin ninguna duda la figura más capacitada para sustituirle. Su negativa a asumir el manto de líder supremo generó el vacío de poder cuyas consecuencias debían confrontar los allí presentes. La jerarquía de la Orden Hospitalaria, repleta de comandantes, generales y soldados rasos, se centralizaba en las altas esferas que rodean a la figura del Gran Maestre; el Capítulo General, popularmente llamado como el Consejo, cuyos miembros eran los Magistrados que ocupaban las posiciones más importantes de la hermandad militar. El Mariscal, encargado de la logística de los asuntos militares, era uno de ellos. [center][/center] Si el Gran Maestre tenía poder equiparable a un monarca absolutista, el Capítulo General era equiparable a un Politburó. A estas alturas es natural preguntarse, si para Cyrus hubiera sido tan fácil ser el sucesor oficial de Aurelian, ¿por qué no quiso ser Gran Maestre? La respuesta es un poco decepcionante. La facción leal a Aurelian, denominados lealistas por simpleza, se ciñe a los estatutos legales de la Orden que establecen poder absoluto y sagrado al Gran Maestre hasta el día de su muerte. Ahí la parte clave. Es una posición vitalicia. Cyrus tan solo sigue la ley común de su organización, representando el ala más conservadora y ortodoxa de la los Hospitalarios. Y Aurelian debe ser el Gran Maestre hasta que se muera. El concepto de abdicación no existe, y si quisiese abdicar, su única opción es el suicidio. Alguna vez ha pasado, pero eso importa poco ahora. [center][/center] — [b][color=#246A0B]Todo eso está muy bonito, mi estimado Mariscal, pero ambos sabemos que Aurelian solo quiere los portales porque está como una puta cabra. Nada que podamos hacer al respecto, ¿verdad?[/b][/color] Él era Shura, el descendiente de Synd favorito del Gran Maestre Aurelian y fiel seguidor del Mariscal Cyrus. — [b][color=#246A0B]Respirar el aire que hay en este planeta me está dando arcadas, así que vamos a hacer esto rápido. Empezaré por hacer mi reporte. Y mi reporte es el siguiente. Estamos jodidos en proporciones colosales, nos han metido un palo por el culo y han vomitado en nuestra boca.[/b][/color] Pero más importante, era su asesino a sueldo favorito, y compensaba su lenguaje soez con eficiencia a la hora de eliminar objetivos y cumplir misiones. — [b][color=#246A0B]La mayoría de líderes rebeldes eran unos payasos inútiles. He ido a por ellos como me pediste, pero hemos empeorado la situación. A lo grande. Antes eran muchos y estaban divididos, pero con cada comandante muerto los soldados se han ido agrupando detrás de figuras cada vez más potentes.[/b][/color] [center][/center] — [b][color=#246A0B]Los restantes conspiradores tienen tantos hombres como nosotros, y un par de ellos ya se han proclamado Gran Maestres en condiciones. Ya no puedo ir yo solo tan fácilmente a por los principales usurpadores. Toca guerra a la vieja usanza.[/b][/color] Es decir, que no le tocaba trabajar más. Al fin, pensó. Denme vacaciones ya, pensó también. Me quiero quedar en el burdel tres semanas enteras, continuó pensando. Y no añado más pensamientos porque este rol es +13. — [b][color=DarkMagenta]Déjame adivinar, Sigmund es uno de ellos, ¿verdad? Uno de los que se han nombrado Gran Maestre. Desgraciado hijo de la gran puta.[/color][/b] Shura y su compañero se miraron mutuamente, una mezcla de sorpresa y risa convulsionó en sus miradas. Nunca habían visto a Cyrus romper su semblante de seriedad de forma tan repentina, y era ciertamente gracioso para ellos. Ese compañero se trataba de su mejor amigo y compañero en armas, un veterano de guerra llamado Vasil con el que Shura estableció amistad. Eran inseparables y siempre trabajaban juntos. En circunstancias normales alguien de tan bajo rango como Vasil nunca estaría delante del Mariscal de la Orden, mucho menos discutiendo temas confidenciales, pero Shura tenía la suficiente influencia como para permitirlo. — [b][color=#B87333]Mi Señor, si me permite la palabra.[/b][/color] [center][/center] Vasil le caía bien a Shura porque, pese a ser un poco aburrido y formal la mayoría del tiempo, era un leal e intachable miembro de la Orden. Tampoco se aprovechaba de las conexiones del descendiente de Synd con los altos mandos, al contrario que muchos otros. Por todos sus defectos, Shura sabía apreciar lo valioso que es la humildad. — [b][color=#B87333]Sí, Sigmund es por ahora el candidato a Gran Maestre más peligroso para nosotros. He investigado lo que he podido, y parece que Sigmund se marchó de Odane con una parte importante de las reservas de dinero de la organización. Muchos de los bancos afiliados a la Orden y nobles más influyentes se han aliado con él. Además, se ha aprovechado de las negociaciones que estabamos haciendo con los Kiath y se ha aliado con ellos, así que debemos tener mucho cuidado de no enemistarnos con Auralia.[/b][/color] — [b][color=DarkMagenta]Soy consciente de todo ello. El dinero. ¿Has descubierto como ha obtenido tantos recursos económicos tan rápido?[/color][/b] — [b][color=#B87333]No he podido encontrar pruebas convincentes, pero Sigmund el Sabio era el Tesorero de la Santa Orden y controlaba sus finanzas, ¿no es así? Era un Magistrado y parte del Consejo desde hacía décadas, y no por nada le consideraban la mano derecha del Gran Maestre Aurelian.[/b][/color] Cyrus puso mala cara. Vasil se dio cuenta y rápidamente retomó el hilo de la conversación. Shura suponía que al Mariscal no le gustaba que le recordasen que la mano derecha del Gran Maestre fuese otra persona aparte de él mismo, aunque tampoco le importaba lo suficiente como para preguntarlo. Si le interesase, lo preguntaría directamente. No tenía mucha vergüenza, mucho menos miedo. Cosas de la inmortalidad. — [b][color=#B87333]De nuevo, no tengo pruebas, pero creo Sigmund que se aprovechó de su posición de Tesorero durante los años para falsificar la contabilidad de la organización y redirigir significativas cantidades de dinero a su control personal. No le hizo falta hacer nada cuando estalló todo esto. Al menos, es lo único que tiene sentido.[/b][/color] Cyrus no respondió. Su silencio pesaba. Pesaba mucho. — [b][color=DarkMagenta]Me estás diciendo, ¿que ha sido corrupto durante décadas, delante de mis narices? ¿Y yo no me di cuenta?[/color][/b] ¿Qué era? ¿Qué sentimiento estaba expresando en ese momento? ¿Que recorría por la cabeza de ese hombre, que tanta muerte y desgracia había visto en el largo transcurso de su carrera militar, que podía provocarle una expresión tan triste? Shura nunca lo supo. [center][/center] Volvió a soñar con él aquel día. Pudo discernir un arma de fuego en su mano. ¿Un soldado? Sea quien sea, no descansará hasta encontrarle y comerse esos ojos.4 VOTOSTakretm-1212218Hace 1 año71EDITADO EL 18-01-2023 / 00:56 (EDITADO 1 VEZ)
[center][spoiler="Theme moro"]4 VOTOSCrisgv13401Hace 1 año72[/spoiler] [/center] La otra gran nación de Broken Core. Hace aproximadamente 500 años que surgió de la nada, tras el estallido de una gran y misteriosa energía incomprendida a día de hoy. Y, sobre todo, una nación totalmente desconocida en sus misterios para aquellos ajenos a ella. Pero para nada aquello era motivo para subestimarla, por mucho que Beildan no se centrase en los acontecimientos grandes que han ido ocurriendo a lo largo de 500 años, ha sido tiempo suficiente para tener un rápido crecimiento exponencial en su economía, poderío militar y política. También el hecho de que nunca hayan apoyado ningún bando en cualquier conflicto bélico a lo largo de su historia, le ha ayudado. Realmente nunca se aliaban con un solo lado, sino que manufacturaba parte de ambos bandos, para luego cobrarle al perdedor las reparaciones y al ganador exigirle su parte. Pero eso sería solo rozar la superficie de como actúa Beildan. Y es que, seguramente, sean los más despiadados con sus enemigos. No creen en dioses ni creen en figuras históricas, creen en el ahora, en su gente y en su líder. No pelean por honor, pelean para ganar. En definitiva; se reían de las creencias populares de las demás naciones. Pero si algo destacaba al actual regente, Ashrif Nvak, de la dinastía de los De´an-Kavosh, era su orgullo. Y su orgullo estaba por encima también de las formas de actuar a las que venían acostumbrados los habitantes de Beildan, además de sus predecesores. Él adoraba ser reconocido, se veía en las excentridades que decoraban su lujosa sala del trono. Y no solo quería ser reconocido por su gente, también por los "Javoshíes", lo cual en la lengua de Beildan significaba "los de fuera", o más exactamente, los extranjeros. — [color=goldenrod][b]Qué afrenta...[/b][/color] — decía mientras una bandada de pájaros que entró revoloteando al lugar desaparecía a sus espaldas, como si se evaporasen. — [color=goldenrod][b]Ni siquiera han tenido la decencia de nombrarme como idea...[/b][/color] — se recostaba en su lujoso trono, apoyando su cabeza en su puño.— [color=goldenrod][b]El mundo está muy aburrido últimamente, y cuando parece ponerse interesante no cuentan conmigo...[/b][/color] — parecía algo decepcionado. [center][/center] — [color=goldenrod][b]Entonces no mentíais, de verás se está cociendo algo en los albores de este mundo, la famosa Orden está dejando que los cimientos que la sostienen se tambaleen mientras los Kiath se quedan sin un verdadero heredero al trono. Y aun así hacen grandes promesas como dar un reino a la Orden. Todo parece agitarse, pero nadie parece querer que Beildan les financie nada. Qué triste... ¡qué aburrimiento![/b][/color] — decía, mirando a quienes tenía en frente. — [color=goldenrod][b]Mis pajaritos tenían razón, no mentíais cuando dijisteis que se iba a celebrar una reunión. Por desgracia, nadie me ha querido en ella...[/b][/color] — un pájaro de aspecto dorado se posó en la mano del monarca, este lo contemplaba. — [color=goldenrod][b]Mi reinado es el más aburrido y tranquilo de todos los que han habido, nos estamos oxidando y la historia está avanzando sin nosotros... ¿dónde quedará mi nombre en los libros?[/b][/color] — — [color=goldenrod][b]Cerdos mercenarios... ¿de verdad creen que pueden prescindir así de mí, Ashrif Nvak? A veces se olvidan del verdadero poderío de Beildan.[/b][/color] — y el pájaro salió volando. — [color=goldenrod][b]Dioses, brujas... ¿y qué mas da eso? ¿Acaso se han olvidado de que la sangre de aquel que sometía a los que se hacían llamar así corre por mis venas? ¡Desciendo del maldito y jodido Denkav![/b][/color] — decía, esta vez enfadado, levantándose del trono. — [color=goldenrod][b]Unos buscan a los dioses para que libren sus guerras, otros buscan a las brujas para que maldigan a sus adversarios...[/b][/color] — estaba bastante ofendido con que la Orden no hubiese acudido a ellos... o al menos, alguna facción de la misma para que tomase partido en la guerra por ellos... más o menos. — [color=goldenrod][b]Está bien, no pasa nada. Espero que esto sea un mensaje a quien quiera que se haga ahora llamar vuestro jefe y sepa a quien debe acudir y pedir un acercamiento.[/b][/color] — y ante él podía verse a los hombres con los que hablaba. Entre tanto rojo podía verse en sus ropajes los símbolos de la Orden, y, desperdigado por el suelo, el resto de las partes de los cuerpos de aquellos hombres. Un pájaro dorado salió por la ventana, con destino a una de las bases más cercanas de la Orden para hacerles saber lo ocurrido en aquella sala con sus hombres, un completo batallón que había desaparcido recientemente cerca de la frontera con Beildan, el mensaje del rey era claro; Beildan es mejor como amigo. Ashrif contempló una última vez los cuerpos con desdén. [center]En uno de aquellos cadáveres aún podía verse el terror con el que murió. [/center]
[center][spoiler="."]4 VOTOSXhepher6734Hace 1 año73[/spoiler][/center] [center][size=28][i][b]Vagar[/b][/i][/size][/center] [center][/center] [center][size=12][i]Vagar por [b]la Luna[/b]. Por [b]el Cosmos[/b]. Eso llevo haciendo ya [u]demasiado tiempo[/u]. Tanto que [b]el tiempo[/b] se detuvo, tanto que [b]el tiempo[/b] [u]ya no pasa[/u]. [b]Mis recuerdos[/b] son [u]confusos[/u]. [b]Mi mente[/b] esta totalmente [u]nublada[/u]. ¿Acaso soy [b]yo[/b] quien realmente creo ser? Después de tanto tiempo ya ni se la respuesta a esa pregunta. Quizá cuento una y otra vez [b]mi historia[/b] a los borrachos para asegurarlo. Asegurarme a mi mismo que [u]soy realmente quien creo ser[/u]. [b]Pero[/b] ¿Cuándo estamos seguros totalmente de [b]quienes somos[/b]? ¿Cúando nos olvidamos de [b]nuestro dolor[/b]? ¿Acaso no sentir dolor es[b] la forma de estar en paz[/b]? Estoy seguro del motivo por el que estoy donde estoy Porque estoy seguro [b]¿no?[/b] Ha pasado tanto tiempo que ni lo recuerdo [b]A veces creo que no fui yo[/b] [u]En mis recuerdo no salgo yo[/u] En [b]mis recuerdos[/b] salen ellos. [u]Mis amigos, sus amigos...[/u] [b]Sus seres queridos. Ella. ¿Lo era todo [u]para mi[/u]? Lo era todo[u] para él[/u][/b] [u]No se[/u] para quien lo era todo. Para [b]nosotros[/b] supongo. No salgo [b]yo[/b],[u] pero[/u]... Sale [b]mi otro yo[/b] [b]Mi destrozado yo[/b] Que acabó por extingir a toda [b]nuestra raza[/b] Que[b] perdió[/b] todo lo que[u] amaba[/u]. Todo lo que [u]apreciaba[/u]. Ese [b]dolor[/b]. [b]El verdadero Prometeo Espacial[/b]. [b]El dueño de esa leyenda[/b]. Siento que [u]soy yo[/u]. Aunque también [u]siento que no lo soy del todo[/u]. Solo me queda [b]vagar[/b] y [b]seguir vagando[/b]. [u]Quizá un día encuentre las respuestas que estoy buscando[/u]. Quizá un día nos[b] encontremos[/b]. O quizá [b]nunca encuentre[/b] [u]nada[/u]. Porque por eso [b]vago[/b]. Porque no se ni que[u] debo encontrar[/u]. Ni a [u]quien[/u]. Porque yo ya [b]no tengo nada[/b]. Ni a [b]nadie[/b]. ¿Acaso tengo un [u]nombre[/u] siquiera? Ni algo tan simple puedo[u] recordar[/u]. Solía llamarme... [b]Kiryu[/b]. Pero ¿es [b]mío[/b] ese [b]nombre[/b] también? Cuando lo pronuncio [u]no suena como mío[/u]. Ni tampoco [b]mis recuerdos[/b] parecen míos. Quizá son [b]suyos[/b]. Aunque eso solo me deja [u]una duda[/u][/size]. [b][size=24]¿Quién soy yo entonces?[/size][/b][/i][/center] [center][b][i][size=12]Quizá solo sea el resultado de algo que nunca se pudo superar.[/size][/i][/b][/center] [right]— [b][i][color=olive]Tranquilo mi pequeño experimento, pronto tu camino llegará a su fin.[/color][/i][/b][/right] [right][/right]EDITADO EL 20-01-2023 / 01:41 (EDITADO 1 VEZ)
Por todo Broken Core y en sus dimensiones colindantes, las facciones de la Santa Orden movían sus hombres y mujeres en preparación para la inevitable confrontación. No había posibilidad de reconciliación entre bandos, pero harían todo lo posible para no recurrir a combates directos. ¿Una organización militar que quiere evitar batallas? Precisamente porque es una orden militar. Sabían mejor que nadie que la guerra convencional era un desperdicio de soldados y recursos. Los reyes se podían permitir desperdiciar su reino en guerras civiles, pero los Hospitalarios debían de ser más listos. Más astutos. Conspiraban entre sí, se traicionaban entre sí, se mataban entre sí. [i][right]¿Seguro que estaban siendo astutos?[/right][/i] No tenían nada que envidiar a las intrigas políticas de la dinastía del Dios de la Justicia. Así que aquellos hombres y mujeres se movían. Por ejemplo, en el [b]Reino de Beildan[/b], los guardias fronterizos recibieron a un individuo que se hizo llamar embajador de la Orden. Cuando terminó de matar a exactamente diez soldados, se sentó en la pequeña montaña de cadáveres que había formado y se dirigió a los supervivientes. — [b][color=#566D7E]He terminado. La deuda de sangre ha sido pagada, y no tocaré a ninguno de vosotros durante el resto de mi estancia en vuestro reino. [center][/center] Ahora marcharos. Decidle a vuestro rey, Ashrif, que su mensaje ha llegado alto y claro. Soy el Gran Maestre Aludis, líder supremo de la Santa Orden, y en nombre de mi ancestro Synd he venido a negociar una alianza.[/b][/color] En otra parte del universo, los hombres y mujeres de otra facción de la Orden también se movían. [i][right]Todos se movían. Nadie estaba quieto nunca más.[/right][/i] [center][/center] Rostros irreconocibles que portaban armaduras grises, el reflejo del cielo oscuro en sus recién compradas vestimentas metálicas les camuflaba en la distancia. Recorrían los caminos a través de ciénagas, marchaban invisibles a través del mundo. Ah, pero el sonido. Les delataba el sonido. Casi diez mil hombres andando al unísono, sus pisadas retumbaban en la tierra. Esa era la verdadera naturaleza de la Santa Orden Hospitalaria de San Kastan. Eran las huestes del Gran Maestre, y estaban preparados para la guerra. [right][i]Pero, ¿qué guerra y cual Gran Maestre? Hay tantos de ambos que me he perdido.[/i][/right] Pues del único que importa, por supuesto. El ejército recorría un camino que terminaba en una ciudad donde nadie temía un ataque enemigo. Esos soldados tan solo eran sus aliados. Sus casi 10.000 aliados. Y mientras llegaban, una comitiva se había adelantado al ejército principal y ya había llegado a la capital de [b]Auralia, la Crisálida[/b]. [center][/center] — [b][color=Sienna]Buenos días, mis estimados amigos. Es un honor haber sido recibidos en tan majestuosa ciudad. Mi nombre es Otto, y represento a la delegación de las fuerzas armadas del Gran Maestre Sigmund el Sabio, a quien tengo el privilegio de servir como senescal. Su Eminencia está de camino en estos momentos, acompañando a los hombres que, de acuerdo a nuestra alianza, pasarán a vuestro control.[/color][/b] El pequeño contingente de soldados que habían acompañado a Otto ya estaba dentro de la ciudad y habían notificado la llegada próxima del resto de tropas. — [b][color=Sienna]Espero que nuestra alianza sea tan fructífera como el reinado del recién coronado Kiath Kiastha.[/color][/b]6 VOTOSXeper1574Hace 1 año74EDITADO EL 19-01-2023 / 18:54 (EDITADO 3 VECES)
@Xheper. [center][spoiler="Tema."]5 VOTOSTakretm-1212218Hace 1 año75[/spoiler][/center] [center][/center] — [i][b]No hay quien pueda desmantelar este maldito martillo...[/b][/i] [center][/center][center][size=12][url=https://i.postimg.cc/B6g1dgc8/mj.png]El Mjölnir.[/url][/size][/center] Otro día de mierda en la CCSH. Esto era lo que ocurría en uno de sus tantos departamentos, de buena mañana: El androide estaba dale que te pego con el arma divina, y mientras tanto, Reginald le animaba como de costumbre. — [b][i]Tú sigue intentándolo, Mar-kus. Estoy seguro de que un día de estos lo conseguirás[/i][/b] —aunque no lo creía en absoluto. El martillo siquiera mostraba algún rasguño. Más bien, pareciera que lo estuvieran puliendo con el pasar del tiempo. Pero al menos así tenían al defectuoso robot entretenido. — [i][b]Gracias, Regi. Me seguiré esforzando al máximo[/b][/i] —dijo él. — [i][b]Mira que eres imbécil. No le digas esas cosas, ¿no ves que el pobre se lo toma en serio?[/b][/i] —rechistó entonces una gruñona mujer, que estaba recostada sobre una silla un tanto mohosa. Se llamaba [url=https://i.postimg.cc/rmrRWNmr/npc-de-sumer.png]María[/url], y se dirigía a Regi compasiva por la inocencia de Mar-kus. [center][/center] — [i][b]Por eso mismo [/b][/i]—contestó Regi, o Reginald. Como lo prefieras. El sobrenombre del cazador de super-humanos era el [i]perro verde[/i] porque, además de ser un baboso con las mujeres, su gen mutante le había desarrollado exponencialmente el olfato. No obstante, nada en el departamento de la Red se encontraba en buenas condiciones, incluyendo a sus dispares integrantes. La silla mohosa antes mencionada es un buen ejemplo de esto. Allí eran designados los cazadores más estrambóticos de la organización. Muchos de ellos, como Eleonora y Adolf Penepo... como sea, en realidad se trataban de ex-convictos. ¿En qué se diferencia un cazador de la Red de uno convencional? En la legitimidad. [center][/center] Unos actúan en secreto y los otros de forma oficial. Reginald, en cambio, solo era un inepto en lo que a combatir se refiere. ¿Qué podía hacer un mutante con super-olfato? ¿Oler un pedo a kilómetros de distancia? Bueno, algo de utilidad si tenía. Los mandamases decidieron que sería un buen rastreador. Por otro lado, Mar-kus era un robot que se estropeó al caerle un café encima. Al no saber que hacer con él, también lo mandaron al departamento de los marginados. En lo que respecta a la ninfómana María, un equipo de novatos la encontró masturbándose públicamente en Aevelin, escondida entre unos arbustos. Otra que mordió el polvo. Ahora se encargaba de buscar información sobre las potenciales víctimas de los cazadores, ocupando lo que hoy en día conocemos como [i]el puesto de la silla[/i]. Y también había muchos otros oficinistas, que iban por ahí y por allá transportando cajas repletas de objetos fantásticos. Aunque no solían conservarlos en ese basurero, tan solo aquellos que se considerasen rotos o inservibles. A Mar-kus le encantaba el desafío que resultaba restaurarlos, muy pocas veces lo conseguía. [center][/center] Recapitulando, hasta el momento del relato ya han sido presentados tres cazadores de la Red: [list=1][*][i][spoiler="Adolf Dickcock"][/spoiler], la morsa negra. [*][spoiler="Eleonora Clitoriele"][/spoiler], la viuda blanca. [*][spoiler="Reginald Behranus"][/spoiler], el perro verde.[/i][/list] Eran doce en total, y sin importar quienes pertenecieran a este escuadrón suicida, siempre eran nombrados en función de los siguientes colores; [i][color=blue]azul[/color], [color=brown]marrón[/color], [color=grey]gris[/color], [color=green]verde[/color], [color=orange]naranja[/color], [color=pink]rosa[/color], [color=purple]púrpura[/color], [color=red]rojo[/color], [color=gold]amarillo[/color], [color=#E1D9D1]blanco[/color] y [color=#2E0808]negro[/color].[/i] Algo así como los Teletubbies o los Power Rangers. En ese caso, si el perro verde muriese, otro agente ocuparía dicho color. Y ese nuevo sucesor, se haría llamar algo así como el ocelote o la tortuga verde. El animal del apodo no tiene mucha importancia. Todo se trata del color. Regi interrumpió mi tediosa explicación al preguntarle a María: — [b][i]¿Alguna presa para mí, preciosa?[/i][/b] — [b][i]Me das asco[/i][/b] —le escupió ella, metafóricamente hablando. — [b][i]Pero sí. Tu objetivo es un tal Luke. Antes le acompañaba otro agente, Derek. A este último le hemos perdido la pista. Sospecho que ahora ya no forma parte del escuadrón. Ah, y también nos hemos encontrado a un ogro mutilado cerca de Aevelin, y algo de café desparramado por el suelo.[/i][/b] —[i][b]Muy sospechoso...[/b][/i] —musitó Mar-kus. — [i][b]Sí, muy sospechoso[/b][/i] —respondía Reginald, contemplando con desagrado una botella de Whisky. Prefería el tabaco. [center][/center] — [i][b]¿Quién podría beberse un café después de matar a alguien? Es inhumano.[/b][/i] — [i][b]Sí, muy inhumano.[/b][/i] — [i][b]¿Me estás tomando el pelo?[/b][/i] —acabó diciendo el androide, como si tratase de emular lo que respondería una persona ante ese dilema. — [i][b]Pero si tú no tienes pelo, Mark.[/b][/i] — [i][b]Vaya, es verdad[/b][/i] —comentó este tocándose el cráneo. Sin previo aviso, María empezó a desvestirse. Nadie en la oficina pareció dar importancia al hecho. — [i][b]Como iba diciendo[/b][/i] —la muchacha fingió una tos seca. — [i][b]Luke se dirige a la Lucera, creemos que para asistir a una asamblea entre agentes. De hecho, puede que ya haya llegado a su destino.[/b][/i] — [i][b]Iré a echar un ojo, entonces. Nos vemos, aceitoso. Y bueno, tú...[/b][/i] —se quiso despedir Regis, sin embargo, la ninfómana ya lo estaba haciendo de nuevo. — [i][b]Eres una puta cerda. Pero por mí no pares[/b][/i] —eso de masturbarse delante de quien tenga la suerte de presenciarlo. — [i][b]Vete a tomar por culo.[/b][/i] [center][/center] Con una inefable cantidad de semen acumulado en sus testículos, el perro verde abandonó el recinto haciendo uso de un moderno ascensor. [i]"Ahí es justo a donde voy"[/i], le hubiera dicho a su compañera. La luz del sol le bañaba el rostro. Qué espléndido le pareció el día a Reginald, cuando salió al fin de aquel cuchitril. Ahora se sentía inmerso en las calles de Broken Core. Eran como el camino de baldosas amarillas para él. Rodeado de numerosos e indescriptibles seres, pero agradables a la vista, cuantiosamente afables con cualquier hijo de vecino... — [b][i]Hogar, dulce hogar.[/i][/b] [center][/center] [center]Bueno, supongo que cada uno ve la realidad a su manera[spoiler="."]sí, he editado el comentario diecisiete veces, pero mira esto [/spoiler][/center] [center][/center]EDITADO EL 20-01-2023 / 01:53 (EDITADO 17 VECES)
No tardó en llegarle el mensaje a Ashrif, el cual, tras ser informado, desapareció de inmediato de las inmediaciones del lugar en el que se encontraba. Con un destello dorado frente al embajador de la Orden, se materializaba el monarca de Beildan, observándolo por encima mientras iba cayendo en suspensión, como si estuviese bajando del mismísimo sol. — [color=goldenrod][b]Oh, no solo se les ocurre campar por estas tierras sin mi permiso y provocar alboroto entre vosotros, ¿ahora también atacáis directamente a mi reino?[/b][/color] — en su mano portaba su arma. Observaba con una sonrisa altiva, contemplando la escena que el embajador había dejado. [center][/center] — [color=goldenrod][b]Una pena, creo que era el primer día de alguno de ellos. Seguramente también fuese el primer día de alguno de los tuyos, uno de los que recibí era especialmente joven...[/b][/color] — decía, fingiendo tristeza. Los hombres supervivientes de aquello retrocedían mientras su rey posaba el pie en el suelo, caminando hacia la pila de muertos. Tras dar un golpe en el suelo con su báculo, los cadáveres se empezaron a desintegrar en polvo estelar y arena. — [color=goldenrod][b]Aplaudo, sin embargo, que hayas tenido las agallas de venir y hacer esto. No está mal para un mercenario, me gusta.[/b][/color] — decía, aún sonriendo. — [color=goldenrod][b]Aunque, por supuesto, es la última vez que voy a permitir algo como esto, Ashrif´nkav no tiene deuda alguna con nadie, recuérdalo para la próxima.[/b][/color] — — [color=goldenrod][b]Aludis, Líder Supremo de la Orden...[/b][/color] — le observaba de arriba a abajo. — [color=goldenrod][b]Es curioso, tengo entendido que hay otro Líder Supremo. Y otro, y así sucesivamente.[/b][/color] — suspiró, echándose una mano a la cabeza y poniendo una expresión de duda y fastidio. — [color=goldenrod][b]Aaaagh... es tan lioso...[/b][/color] — decía, mientras miraba al cielo. — [color=goldenrod][b]Oh, pero bueno, si hay varios reyes, pueden haber varios líderes también... el problema es que creo que ahora, si mal no me han informado mis pajaritos, también queríais una corona. Y claro, cuando hay intrigas de poder y una corona... las guerras vienen.[/b][/color] — Una bandada de pájaros dorados comenzaron a rodear a ambos, cubriendo pronto sus alrededores debido a la velocidad y cantidad de estos. Cuando aquel enorme revoloteo se deshizo, Aludis y Ashrif podían verse en una sala lujosa, lejos de donde estaban anteriormente. — [color=goldenrod][b]Ponte cómodo, Aludis, Líder Supremo de la Orden...[/b][/color] — cada vez que decía su nombre y título lo decía con un tono jocoso e irónico. — [color=goldenrod][b]Me interesa vuestra situación, ciertamente lo hace...[/b][/color] — se sentaba. — [color=goldenrod][b]Hasta donde sé, tus compañeros han movido hilos con los que más a mano tenían. Unos han acudido a los Kiath, otros, se dice, que están queriendo arrimarse a Aevelin y Sezerkhan... ¿por qué los tuyos no vinieron antes a mí?[/b][/color] — [center][/center] — [color=goldenrod][b]No por nada, simplemente es curiosidad. Todos se arriman al árbol que más sombra da. Pero nadie quiere usar al mismo sol para quemar esos árboles, o al menos nadie lo ha intentado aún. Disculpa, me voy por las ramas...[/b][/color] — dijo, con cierto juego de palabras. — [color=goldenrod][b]El caso es que, ¿como tenías pensado aplastar a los que quieren quitarte tu merecido puesto si solo eres tú contra el mundo? ¿Por qué no viniste al sol?[/b][/color] —4 VOTOSTakretm-1212218Hace 1 año76
[center][spoiler="Theme"]4 VOTOSXhepher6734Hace 1 año77[/spoiler][/center] [center][i]"¿Y quién eres tú?" Preguntaba el orgulloso Lord. Más el tono un error fue, su sonrisa orgullosa desapareció Cuando el extraño con una sonrisa contestó "Soy aquel que acabó con tu rey, conmigo traigo dos opciones lealtad o muerte, tu decisión encaminará tu suerte." Sin ninguna contestación, su espada alzo... Y su espada alzó... Y al pobre Lord, Seeker mató.[/i] [/center] — [color=#3858E8][b]Hazme el favor y cállate de una vez.[/b][/color] — dijo aquel hombre, ya molesto con su acompañante, el cual no dejaba de cantar esa canción. — [color=#3858E8][b]Me pone los vellos de punta el tono con la que la cantas, mira este lugar, es demasiado tenebroso como para que encima acompañes su ambiente con música.[/b][/color] — su acompañante chasqueó la lengua, poniendo cara de fastidio y volviendo a lo suyo. Se encontraban en un pueblo costero de Aevelin, el cual recientemente había sido atacado por un grupo de los Vikars. Apenas quedaba nadie con vida, más allá de los propios Vikars, los cuales en su mayoría habían sido exterminados por aquella banda reducida. Solo quedaban un par de aquellos "hombres libres", los cuales estaban arrastrándose por el suelo. Uno de los presentes, el cual era un enmascarado equipado con un arma de fuego, remató de un disparo en la cabeza a uno de los Vikars restantes. Sus sesos salpicaron el suelo, haciendo que el otro Vikar comenzase a llorar al ver a su compañero reventado de aquella manera. — [color=slategray][b]Por favor, qué molesto...[/b][/color] — decía una voz que se les aproximaba. [center]— [color=slategray][b]Matadlo ya...[/b][/color] — [/center] Aquel era su líder, al que llamaban Nephil. Aquel grupo era una banda "criminal" que abogaba por la independencia a cualquier corona y en general... a cualquier orden o ley que no casase con su estilo de vida. Nadie sabía nada de la vida anterior a la banda de ningún miembro perteneciente a la misma, ni siquiera usaban sus nombres reales, pero de todos, el más misterioso era su propio líder. Como mucho se solía saber de donde procedían cada uno y poco más allá de eso, pero de Nephil ni eso. Era alguien que no pertenecía ni perteneció a ningún sitio, es como si nada más existir se hubiese dedicado a vagar el mundo. Y eso parecía con la cantidad de marcas y heridas que presentaba en su cuerpo, producto de incontables penurias y sufrimiento a lo largo de su vida. El caso es que se habían percatado de otro grupo de "hombres libres" que habían optado por saquear pueblos y masacrar a su gente. Y no es que fuesen unos justicieros, pero como defensores de la libertad, aunque extremistas, no veían con mucho sentido que los que se hacían llamar hombres libres les robasen esa "libertad" a gente que no conocían. Si lo hacían tenía que ser un motivo, ciertamente sería mentir si se dice que aquella banda, de nombre Los Negros, que no negratas pues sería racista, no había antes derramado sangre inocente simplemente por entrometerse en sus ideas extremistas. Y es que era por cosas como esa última que eran buscados por organización terrorista a pesar de contar solo con unos pocos miembros. Eso y sus altas tendencias anarquistas... [center]pero claro, solo valía su anarquía.[/center] Y es por eso y más que aquel día los Vikars de aquel pueblo habían sido exterminados, aún superando en números a los terroristas, de un plumazo. Y es que aquella gente no era gente precisamente normal. Si ibas a la CSSH, podrías ver como sus caras estaban en primera plana como los más buscados. Y como puede verse, atraparlos es una misión muy difícil, todos tienen unas peculiaridades que los hacen de temer, es por ello que jamás necesitaron de más miembros en su reducida organización. — [color=slategray][b]El pueblo está totalmente muerto. No ha habido nada que rascar salvo a los propios Vikars, sus almas están ahora a buen recaudo. Su sucia existencia va a servir, finalmente, a un buen propósito.[/b][/color] — les informaba a sus compañeros. — [color=#3858E8][b]¿Qué hacemos entonces? ¿Nos vamos y ya?[/b][/color] — preguntó Varph, el que sería el tirador de la máscara. Nephil se encogió de hombros, manteniendo una mirada cansada. — [color=slategray][b]Supongo, quiero decir, ¿qué más nos queda aquí? No hay pueblo ya al que liberarles del yugo de esta corona. Suficiente nos hemos desviado ya de lo que íbamos buscando.[/b][/color] — El enmascarado se encendió un cigarro, llevándoselo a la máscara, tras la cual, extrañamente, era capaz de fumar. — [color=#3858E8][b]Carajo, y tanto que nos hemos desviado. Aunque aún no nos ha quedado claro, jefe...[/b][/color] — el humo salió por el propio cigarro, como si estuviese soplando por él. — [color=#3858E8][b]¿Qué buscamos exactamente? No has dejado de repetir de que es nuestra única opción para cambiar las cosas... pero sigo sin saber qué es.[/b][/color] — [center][/center] Nephil suspiró, mirando a sus compañeros. — [color=slategray][b]Hace muchísimo tiempo hubo un reino que ya no existe, ese reino contó con uno de los reyes más poderosos que jamás han existido. Con él portaba la llave para el mayor arma que la historia no solo de este mundo, sino de todo el universo, había visto jamás. Hizo falta la unión de todos para hacerle frente...[/b][/color] — se giró, mirando al mar y dejando que la brisa costera le diese de lleno. — [color=slategray][b]Ciertamente parece un cuento... pero creedme, es cierto. Lo he logrado ver con mis propios ojos. De una forma u otra, he estado allí, lo he sentido en la piel. Nunca antes nada me ha hecho ruborizarme tanto como aquella visión... el problema fue que esa llave cayó en malas manos.[/b][/color] — se giró de nuevo a sus compañeros. — [color=slategray][b]Pero si lo encontramos, yo sabré darle uso, sabré moldear el mundo a nuestra visión y podremos acabar con toda forma de gobierno, ya sea en Broken Core, en Auralia...[/b][/color] — pausó tras lo último, apretando un poco los dientes y endureciendo su mirada. — [color=slategray][b]Y en cualquier rincón donde exista la represión de una corona.[/b][/color] — — [color=slategray][b]Pero primero debemos de poder encontrar las ruinas de dicho reino, se dice que lo que queda de él aún persiste en lo profundo de Broken Core... aunque no fisícamente. Es un plano distinto, y no hay forma de llegar a él que por "ese" único camino. Solo hay una entrada y una salida, y no puede ser replicada...[/b][/color] — suspiró. — [color=slategray][b]El mismísimo centro de Broken Core, vaya...[/b][/color] — — [color=slategray][b]Solo se nos abrirá el camino cuando el planeta sangre... y creedme, viendo la situación actual...[/b][/color] — se refería a todo el panorama político entre reinos. [center][size=20][color=slategray][b]Este planeta pronto va a llorar sangre.[/b][/color][/size] [/center]
[b][i]Reino de Beildan[/i][/b] Aludis era un crío. Físicamente aparentaba ser joven, pero el aspecto físico no era un atributo del todo fiable en estas historias que escribimos. No, los dioses de miles de años se mantienen en sus 30, y nadie llamaría anciana a Sezerkhan por una lista de motivos tan larga como el odio incondicional que Elena me profesará cuando lea este párrafo. Ese chaval era un crío porque se comportaba como tal. Se fascinó al ver los cadáveres desaparecer, metiendo sus manos entre el polvo dorado brillante en el que los cuerpos se habían transformado momentos antes de desvanecerse. Escuchó al rey hablar con impaciencia, sin prestar atención a la mitad de lo que decía y mirando de un lado a otro, observando con curiosidad el lugar donde había sido teletransportado con la clásica hiperactividad que tendría cualquier jovenzuelo. Pero ese jovenzuelo aún tenía un poco del hígado de su última víctima en sus manos. [center][/center] — [b][color=#566D7E]¡Y yo que se por qué nadie ha venido a verte! Pregúntales a ellos.[/b][/color] — Había algo extraño en su forma de hablar. No era sarcasmo, no. Era algo más. — [b][color=#566D7E]Por cierto, no me gustan que me teletransporten, no lo vuelvas a hacer.[/b][/color] — No era honestidad, no. Era algo más. — [b][color=#566D7E]Hablas raro. No entiendo lo que dices, pero me caes bien porque no eres un traidor. El resto son traidores.[/b][/color] — Ah, claro. Era imprudencia temeraria. — [b][color=#566D7E]Puedo yo solo contra el resto del mundo, tampoco es para tanto. Pero después de matar a toda la Santa Orden, necesito nuevos soldados para continuar sus operaciones, ¿sabes? Es un rollo, pero hay que hacerlo. Todos me traicionaron cuando se aliaron con don-nadies. Nadie vino conmigo, no sé por qué. Soy heredero de Synd, la Orden me pertenece por derecho, ¿entiendes? Eres Rey, sabes de lo que hablo, Beildan te pertenece por derecho.[/b][/color] Cambiaba de un tema a otro según los pensamientos cruzaban por su mente. Nunca posaba sus ojos en el rey del sol, desplazaba su mirada agitadamente, molesto. ¿Molesto? Sí, molesto, porque no tendría que estar allí aliándose con nadie si la Santa Orden le hubiese nombrado Gran Maestre como le correspondía. Ahora tenía que hacer todo ese trabajo innecesario. — [b][color=#566D7E]Los descendientes de Synd hemos trabajado en las sombras durante siglos para la Santa Orden. Es nuestra, y no sé por qué nadie lo admite. Pero mis demás familiares están descarrilados, perdidos. [spoiler="Shura"][/spoiler], [spoiler="Vantis"][/spoiler], Catherine, Éléonore, deberíamos ser Gran Maestre los cinco, pero siguen apoyando a Aurelian.[/b][/color] [center][/center] — [b][color=#566D7E]No sé porque le tienen tanto miedo, si somos invencibles.[/b][/color] [right][i]Espera, ¿qué ha dicho?[/i][/right] — [b][color=#566D7E]Enviaron soldados a por ti, ¿lo sabías? Querían saber por qué mataste a sus compañeros. Creo que eran hombres de Sigmund, pero da igual porque ya los maté hace días. Fue entonces cuando me enteré de que no te habías aliado con los falsos Gran Maestres.[/b][/color] Explicó, apático e indiferente. — [b][color=#566D7E]A los demás les pediría sumisión, pero tú eres un rey, no puedes postrarte ante mí, eso no está bien. Como tenemos el mismo rango, lo apropiado es que hagamos una alianza. La alianza sería para conquistar Broken Core.[/b][/color] [center]Dijo, apático e indiferente.[/center] — [b][color=#566D7E]Yo solo quiero los terrenos de la Orden, tú te puedes quedar con el resto de ese universo. Ah, pero leí una vez que los reyes buenos son clementes, así que los traidores que pidan perdón les vamos a perdonar. Al resto los mataremos.[/b][/color] [right]Sentenció, apático e indiferente.[/right] [center][/center] — [b][color=#566D7E]Y cuando Broken Core sea una gigantesca cripta, un cascaron muerto disfrazado de planeta, los cadáveres de los judas servirán como fertilizante para que los colonos de tu reino puedan hacer crecer sus cultivos, donde podrán prosperar, y donde mi organización resurgirá bajo el mando de su legítimo dueño.[/b][/color]5 VOTOSXheper3431Hace 1 año78EDITADO EL 23-01-2023 / 23:52 (EDITADO 1 VEZ)
Luke y Ko finalmente llegaron al lugar de la reunión. No se trataba de nada extravagante. De hecho, para una fuerza tan importante como la Agencia, reunirse debajo de un puente era bastante deprimente. En la parte de arriba de éste, un hombre con gorro y pintas de no haber hablado con una chica en años se encontraba sentado y con la mirada distraída. –[color=olive][b] ¡Eh, Jack! ¡Somos nosotros![/b][/color] — El joven Luke llamó al que parecía ser su compañero. Se trataba de alguien de la Agencia. —[color=olive][b] ¿Los demás están ya dentro del túnel?[/b][/color] El llamado Jack lo ignoró por unos cuantos segundos. Se trataba de alguien con una apariencia bastante más normal y común que los demás miembros vistos hasta hora en la Agencia. Sí es cierto que se le notaba bastante desaliñado. Llevaba el mismo traje que Luke, con la ligera diferencia de estar todo lleno de polvo y en mal estado. También le faltaba la corbata. [Center][/center] —[b] ¿Hm? ¿Luke?[/b] — El hombre al fin reparó en la presencia de los demás. —[b] Vaya, si has venido y todo...y acompañado de él.[/b] — Echó un vistazo a Ko. —[b] Bueno, pues ni tan mal...supongo. Mi equipo está dentro. No te rayes mucho el coco con ellos. Yo no lo hago ya. Uno habla menos incluso que yo cuando estoy de bajona y el otro está poseído o algo por el estilo...aunque creo que eso no había que ir diciéndolo por ahí. Es que no sé si los conoces ya o no, ¿me entiendes? Joder, tronco... qué día más feo. Ojalá vuelva a llover pronto.[/b] El lenguaje de Jack era el de tu amigable y drogado pandillero del barrio. Su expresión nunca cambiaba: siempre se mantenía en una de pesimismo mezclado con depresión. Al final resultó ser tan extraño como los demás. —[color=olive][b] Ugh, no...creo que no les conozco. Por lo menos con la descripción que me has dado de ellos. Aún falta un superior, ¿no? ¿Y Hole? ¿Él también vendrá?[/b][/color] En la entrada del túnel se podían vislumbrar dos figuras. Una se encontraba apoyada contra la pared, inmóvil. Casi parecía una estatua, pues nisiquiera se le podía ver el movimiento característico de alguien al respirar. Llevaba una extraña armadura. Pero antes de poder echarle un mejor vistazo, fue tapado por la otra figura: un hombre con camisa hawaiana, de pelo rubio y con pintas de llegar de la playa por las sandalias que llevaba. Se encontraba encendiéndose un cigarrillo cuando Luke cruzó miradas con él. —[color=Orange][b] Anda ya, pero si han llegado el chaval y su mascota.[/b][/color] — Comentó el extraño hombre mientras se disponía a sentarse en una silla extrañamente colocada en la entrada del túnel. —[color=Orange][b] No pongas esa cara, hombre...que era broma. Yo nisiquiera iba a venir, que conste. Tú has sido un buen chico y has obedecido las órdenes.[/b][/color] [Center][/center] Luke miró un momento a Ko. Éste último no soltó palabra alguna. El chico volvió a mirar al hawaiano. —[color=olive][b] ¿Y qué haces aquí entonces? Tampoco he cumplido ninguna orden. La reunión es algo opcional. Solo para recapitular un poco lo que ha pasado estas semanas. Las novedades y eso. Vuestro equipo debería estar más enterado que el nuestro. Quiero decir...sabes quienes somos. Está claro que sois un rango superior al nuestro.[/b][/color] —[color=Orange][b] Pasaba por aquí, ya sabes. A veces la gente da paseos y tal. Hasta la gente como yo lo hace. Supongo que no te han hablado de mí, huh. Me llamo Leon Summers, antiguo lord de una nación ya no existente que pertenecía a un mundo ya no existente. Vaya dejavú me ha dado presentarme así.[/b][/color] — No era la primera vez que Leon aparecía de manera misteriosa para soltar sus frases raras. Solo que esta vez podría aparecer más veces si no muere el tema. —[color=Orange][b] Y sí, sé cosas. Muchas. Nunca me ha gustado estar ligado a ningún bando. Si formo parte de este "equipo" es solo sobre el papel. Me dan un poco igual el depresivo del puente y el callado del salón de detrás mía. Sé sobre anomalías temporales y cosas fuera de lo común. Soy valioso para la Agencia y ellos me han ofrecido un trato que no podía rechazar. Hace ya un tiempo de eso...¿creo? No sé ni qué día es a veces.[/b][/color] Luke se quedó descolocado. Era la primera vez que un miembro de la Agencia soltaba tanta información de golpe sobre su persona. Incluso mencionó su apellido. La mayoría de los integrantes solo se dejaban llamar por su nombre de pila. —[color=olive][b] Vaya. ¿Un antiguo lord? De normal no me lo creería, pero...me suena haber visto fotos tuyas. Pero eso sería imposible. Eran extremadamente antiguas. ¿Cuántos años tienes siquiera?[/b][/color] El chico no podía evitar contener su entusiasmo ni su sorpresa. Pero Ko le puso una mano en el hombro en señal de que se calmase. Luke hizo el gesto de toser y reincorporarse. —[color=Orange][b] Te suelto media biografía mía y aún quieres saber más. Se nota que llevas esto de la Agencia en la sangre. ¡Estás sediento de conocimiento, chaval![/b][/color] — Leon sonrió de oreja a oreja. —[color=Orange][b] Si me demuestras que no eres un rutina igual te cuento un par de cosas más. De momento vamos a calmarnos, ¿vale? Igual luego te doy una galletita si te portas bien.[/b][/color] — Dijo a modo de burla mientras daba una calada al cigarrillo. Luke se mosqueó, pero inmediatamente cambió de cara al observar de nuevo a la figura de detrás de León que antes se encontraba inmóvil. Ahora se había acercado un poco al hawaiano. Su armadura le cubría todo el cuerpo y solo se le podía ver parte de la boca, pues el resto de su cabeza estaba tapada por un casco. [Center][/center] El ambiente era incómodo, pues el misterioso ser con armadura no soltaba palabra alguna. Llevaba consigo una especie de fusil, el cual guardaba en la espalda. También se podía observar que iba más armado que todos los presentes. —[color=Orange][b] Oh, sí...ni caso a él. No habla nunca. No sé si es mudo o simplemente no le da la gana. ¡Hasta me ha rechazado un piti antes![/b][/color] — Comentó Leon bastante disgustado. —[color=Orange][b] Se llama Modi. Aunque no hable, hace su trabajo. Supongo que todos los presentes lo hacemos al final del día...sino no estaríamos aquí, ¿no?[/b][/color] —[color=steelblue][b] Ko ya conoce a Modi. Y también te conoce a ti. Luke y Ko han venido para atender a la reunión, pero todavía no ha visto a ningún superior. ¿Cuándo se supone que vendrá? Hole no cuenta como uno...y Ko tampoco le ve por aquí.[/b][/color] — Ko rompió su silencio al fin. —[color=Orange][b] Ahí me has pillado. No sé dónde están. Pero yo valgo como superior, aunque no te lo creas. Se ve que han pasado bastantes cosas. Hubo una coronación hace poco. De los Kiath. Y Midi trajo varias cabezas de Vikars muertos. No fue él quien los mató, sino una banda liderada por un tal Nephil o algo así. Ashrif también está teniendo un par de incidentes justamente mientras estamos hablando.[/b][/color] Luke y Ko se miraron mutuamente. Era una sorpresa que alguien como Leon supiese tanto. Su equipo no era de un rango tan superior. —[color=olive][b] ¿Cómo sabes todo eso? No eres un superior. Formas parte de un equipo. Los superiores suelen actuar en solitario. Al menos, así me han hecho estudiarmelo...[/b][/color] —[color=Orange][b] Ya he dicho que cuento como superior. Y también te he dicho que no te voy a contar nada más de mí hasta que valgas la pena. Así que cállate un rato y escucha, que están hablando los mayores. Como iba diciendo...si Nephil sigue buscando por donde Midi se encontró los cadáveres, quizás dé con algo que nosotros aún no hemos dado. Así que a Midi se le ha asignado no atacarlos hasta que no sea oportuno. Pero Nephil parece ser alguien listo. Yo voto por no matarlo y tratar de hacerle entrar en razón. La Agencia podría proponerle una alianza. Conmigo funcionó, vaya.[/b][/color] — Dio otro calo a su cigarro. —[color=Orange][b] El tema de los Kiath está controlado gracias a Jhaos, así que por esa parte no nos tenemos que preocupar. O eso se supone, si es que Jhaos cumple. Y lo de Ashrif aún es reciente, así que nada que podamos sacar en claro de ello. En cuanto a Beildan, Sezerkhan y demases...son temas que a los de vuestro rango no incumbe mucho ahora mismo. Los superiores ya saben todo esto que os estoy contando. Digo yo que habrán querido pasar de venir a una reunión tonta para escuchar cosas que ya saben. ¿Alguna duda? Puedo contaros más, si os interesa. [/b][/color] La cantidad de información soltada por Leon era abundante. Los presentes tenían que analizar cada caso meticulosamente. Sin embargo, Leon parecía bastante confiado. Era como si estuviese esperando algo...o a alguien. [Center][/center]4 VOTOSTakretm-1212218Hace 1 año79
En cuanto aquel chico le dijo lo que no podía hacer, Ashrif arqueó una ceja, en clara señal de molestia, pero continuó escuchando a aquel chico. Fue cuando terminó de hablar sobre que no era un traidor cuando, por su forma de expresarse, se dio cuenta que era un niño tanto física como mentalmente. Una total decepción para el monarca de Beildan. Su rostro pasó a uno de mayor desinterés hacia el susodicho. — [color=goldenrod][b]Creo que necesitas algo de educación sobre como dirigirte a un Rey, muchacho.[/b][/color] — decía, apoyando su rostro en su puño, resoplando por el chasco que se había llevado. [center][/center] Pero entonces mencionó algo curioso. Algo que reactivó, aunque fuese un poco, el interés de Ashrif por la situación y su visitante. El hecho de que fuese un heredero al cual le pertenecía la Orden por derecho hacía la situación algo más jugosa. Podía notar en su expresión corporal y en su tono la molestia por encontrarse en aquel lugar y en aquella encrucijada. Y entonces todo fue aun mucho más interesante... ¿por qué sus familiares apoyaban a alguien externo a los VERDADEROS herederos de la Orden? O mejor aún, ¿por qué Aludis era el único que no lo veía así? Tal vez la respuesta fuese fácil: era un crío. Pero sus palabras acerca de que eran invencibles, por la forma en la que fueron dichas, no parecía la exageración de un niño. — [color=goldenrod][b]¿Quieres someter a los demás reinos?[/b][/color] — entonces el Rey rio sonoramente, como si hubiese sido una gran broma. — [color=goldenrod][b]Esos reinos nunca se han sometido hasta donde dice la historia. Solo han cambiado de manos, pero siempre se han mantenido a sus ideales.[/b][/color] — negó con la cabeza, aun sonriendo. — [color=goldenrod][b]No, no, mi pequeño amigo. Hay que arrasar con ellos. Ningún perdón dura eternamente, si algo he comprendido es que siempre, en este mundo, alguien se te opondrá si dejas una pequeña ventana a ello.[/b][/color] — entonces se levantó, caminando hacia el chico. — [color=goldenrod][b]Eres muy inexperto, niño, pero tienes la ambición de un conquistador. Y vivimos en unos tiempos en los que Beildan debe pasar también al próximo nivel, no seremos un reino más con sus exclusivos recursos. Seremos EL reino con TODOS los recursos. Solo habrá Beildan y junto a él, tu Orden.[/b][/color] — alzo el puño, sonriente. — [color=goldenrod][b]Seremos las piernas que harán que este mundo camine a un nuevo horizonte.[/b][/color] — [center][/center]3 VOTOS