La enfermedad que inspiró a Freddy Krueger. Gritaban durante el sueño y morían.

[i]A Nightmare on Elm Street[/i] tiene como protagonista a Freddy Krueger, un ente maligno con navajas en lugar de dedos. [b]Su principal habilidad es ocultarse en las pesadillas de las personas y asesinarlas mientras duermen[/b]. Parecerá una locura, pero el director Wes Craven sacó la idea para este largometraje terror de una serie de artículos publicados por [i]LA Times[/i] en 1987.



[size=27][b]Síndrome de la Muerte Asiática[/b].[/size]

En estos textos sensacionalistas se habla sobre jóvenes refugiados del sudeste asiático que migraron a Estados Unidos. Sin manifestar problemas previos de salud, estos individuos “[color=#8A0808][b][u]gritaban durante el sueño y morían[/u][/b][/color]”. Según la [url=https://www.latimes.com/archives/la-xpm-1987-01-11-mn-3961-story.html]información divulgada[/url], [b]hasta 1983 se registraron 130 casos con estas características en los Estados Unidos[/b]. El común denominador en todas las víctimas era que provenían del sudeste asiático.

En el argot médico, el misterioso fenómeno empezó a referirse como “[b]Síndrome de la Muerte Asiática[/b]”. Finalmente, adoptaría la denominación [b]Síndrome de Muerte Súbita Nocturna Inesperad[/b]a (SUNDS, por sus siglas en inglés). En la cultura popular ganaría diversos motes. Pokkuri para los japoneses y bangungut para los filipinos. Pero, [b]al final todo se resume en muerte por pesadilla[/b].



En cierto momento, la comunidad científica desconfío de las aseveraciones hechas en [i]LA Times[/i]. El periódico también reveló que, en [b]las autopsias de las supuestas víctimas, 17 manifestaron anomalías anatómicas[/b]. Cada uno de los afectados presentaba defectos en los sistemas encargados de coordinar las contracciones musculares.

[size=27][b]La investigación científica[/b].[/size]

Friedrich Eckner, investigador de la University of Illinois College of Medicine y encargado de las autopsias, reveló en una entrevista para LA Times que “[b]era como si los corazones hicieran cortocircuito[/b]”. Para 1987, un grupo de investigadores siguió la pista a estas muertes hasta los campos de refugiados en Tailandia.

Concluyeron que, en esa región, [b]las muertes con esas características eran todavía más comunes que en Estados Unidos[/b]. La investigación también reveló mayor incidencia de muertes en familias de personas afectadas. Lógicamente, esto sugería una predisposición genética al SUNDS.

[size=20][b]El síndrome de Brugada[/b].[/size]

Los científicos encontraron que, a diferencia del grupo de control, [b]las víctimas de muerte súbita del sudeste asiático en Estados Unidos inmigraron recientemente[/b]. Esto sugiere que los refugiados recién llegados al país presentaban mayor riesgo de muerte súbita que los antiguos residentes del mismo grupo. Este patrón también es consistente con la suposición de que el estrés juega un papel importante en la aparición del fenómeno.

Mientras Wes Craven transformaba la desconocida enfermedad en una película de terror, la ciencia seguía buscando. Eventualmente, [b]encontraron el síndrome de Brugada: un padecimiento causado por mutaciones, generalmente en el gen SCN5A, que perturba el ritmo normal del corazón[/b].