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Los episodios de niños contando cosas aterradoras surgen de la naturaleza espontánea y sorprendente de los pequeños. Característica que, a menudo, hace imposible adivinar lo que saldrá de sus bocas. De hecho, algunos niños cuentan cosas aterradoras y un tanto perturbadoras a sus padres. Y lo más extraño es que lo hacen aleatoriamente, sin previo aviso. Probablemente se trate de conceptos e ideas en formación influenciados por lo que escuchan en su entorno. Pero, [b]algunas cosas que dicen los niños son realmente espeluznantes[/b]. Es por eso que las personas decidieron compartir en Internet esa clase de historias que son combustible para pesadillas. Cosas que escucharon de sus propios hijos y otros niños, y van mucho más allá de simples relatos sobre pesadillas. [size=27][b]Los sueños prohibidos[/b].[/size] “Hace algunos días, mientras lo llevaba a la escuela, platicaba con mi hijo de ocho años de los sueños. Sobre lo extraño que resulta cuando sabes que soñaste la noche anterior, pero no puedes recordar nada. Tras un largo silencio, él respondió con toda tranquilidad: ‘[b]esos son los sueños que nunca debes recordar[/b]’”. [size=27][b]Niños contando cosas aterradoras: el “hombre ángel[/b]”.[/size] “Al cumplir los tres años de edad, mi hijo entró a una etapa donde se rehusaba a bajar por las escaleras de casa. Decía que ahí estaba el ‘hombre ángel’, el ‘hombre ángel’ que buscaba lastimar a nuestra familia”. [size=27][b]Te persiguen[/b].[/size] “No tengo hijos. Pero, cierta vez mientras caminaba por el parque un niño de aproximadamente seis años se me acercó. Me miro directo a los ojos y con toda seriedad dijo: ‘[b]a ti también te persiguen[/b]’”. [size=27][b]El abuelo que regresó del más allá[/b].[/size] [b]Mi hija nunca conoció a su abuelo paterno, pues el señor murió algunos años antes de que ella naciera[/b]. Sin embargo, era un tipo extremadamente afable y gracioso. Y por más extraño que parezca, mi ex suegra no tenía fotos de él en su casa. [b]Hasta cierto día, que decidió poner una fotografía de él junto a la urna de sus cenizas[/b]. La primera vez que mi hija vio esa foto, inmediatamente lo apuntó con el dedo y dijo: ‘[b]¡ese es el abuelo! Me gusta cuando va a mi ventana y me hace reír[/b]. Pero, sus amigos no me caen bien’. Nunca antes había hecho referencia sobre este tema. Cuando intenté averiguar un poco más, se mostró indiferente. Ahora que es mayor dice no recordar nada. Pero, yo jamás olvidaré lo que dijo”. [size=27][b]El hijo mórbido[/b].[/size] “Mi hijo de cinco años me dijo que me extrañaría cuando muriera… en cinco días. [u]Un par de días después me encontraba realmente mal por la covid[/u]. Eventualmente, me preguntó si me gustaría un memorial cuando muriera. Tengo un hijo bastante macabro”. [size=27][b]Una simple pesadilla[/b].[/size] “Mi hijo despertó y su camisa estaba rasgada. Cuando le pregunté qué había pasado, respondió que tuvo un sueño que ‘se volvió realidad’”. [size=27][b]Él sabe cosas[/b].[/size] “El hijo de un amigo de la familia jugaba tranquilamente con piezas de Lego. En determinado momento exclamó: ‘este es un buen prototipo’. Sorprendida, su madre le preguntó que dónde había escuchado esa palabra. El pequeño solo respondió ‘[b]los humanos son un prototipo[/b]’”. [size=27][b]Niños contando cosas aterradoras: visiones fantasmales[/b].[/size] “Mamá cuenta una historia de cuando mi hermana era pequeña. Mientras conducían por una carretera, mi hermana se asomó por la ventana y empezó a saludar. Cuando mamá le preguntó a quién saludaba, ella dijo ‘[b]a esa familia a orilla de carretera. Murieron ahí en un accidente. ¿También puedes verlos? Nos están saludando[/b]”. [size=27][b]El visitante nocturno[/b].[/size] “Mi hijo cuenta historias del ‘aterrador tío Michael’, quien lo visita en su habitación por las noches. Lo describe como un hombre gris parecido a su tío. Dice que sube por las paredes y lo llama por su nombre. Asegura que una vez intentó devorarlo”. [size=27][b]La anciana de la habitación[/b].[/size] “Cuando tenía unos cinco años, le dije a mis padres que la anciana ya no me dejaba dormir en mi cama. Casi todas las mañanas me encontraban dormido dentro del armario. No le prestaron mucha atención al tema, hasta que otras personas se hospedaron en nuestra casa. [b]Estos visitantes aseguraban que, cuando se despertaban en el medio de la noche, veían una anciana parada junto a la cama[/b]. Tres visitantes vieron lo mismo en ese cuarto. Cada una de estas personas se negó a volver a dormir en esa cama”. [size=27][b]Niños contando cosas aterradoras: la hermana perversa[/b].[/size] “Poco después del nacimiento de mi hermano, mamá nos decía a mi hermana y a mí lo que no debíamos hacer cerca del bebé. Por ejemplo, que no debíamos dejar juguetes pequeños a su alcance. Tras algunos minutos, mi hermana interrumpió la charla y dijo: ‘[b]y tampoco debemos cortar los labios de los bebés con un cuchillo afilado[/b]’”. [size=27][b]Advertencia de muerte[/b].[/size] “Mi hijo de tres años se me acercó y me abrazó, entonces me susurró al oído ‘[b]no vayas a trabajar, vas a morir en una pared[/b]’. Todos los días conduzco a mi trabajo en la construcción civil. Ese día decidí reportarme enfermo”. [size=27][b]El amigo de mi hijo[/b].[/size] “Una noche mientras le preparaba la cama, mi hijo hablaba sobre su amigo, un supuesto payaso con la cabeza al revés”. [size=27][b]Noche de luna llena[/b].[/size] “Cuando mi hija tenía tan solo dos años, dijo algunas cosas que me pusieron los pelos de punta. Una noche la encontré mirando una luna llena por la ventana. En ese momento me pareció lindo, así que me acerqué a preguntarle qué pensaba. Ella me volteó a ver y con una voz inusualmente gruesa me dijo: ‘[b]todos estamos en la misma jaula[/b]’”. [size=27][b]Recuerdos de una vida pasada[/b].[/size] “Mientras almorzábamos en familia, sin previo aviso mi hija de cuatro años dijo: ‘una vez estaba en una montaña, mi padre murió y entonces desperté en esta casa contigo y con mamá’. Mi esposo y yo nos quedamos sentados, viéndonos el uno al otro. Después, ella dijo que quería ver caricaturas”. [size=27][b]En la noche las cosas cambian[/b].[/size] “Una niña, compañera de mi hijo en el kínder, [b]me dijo que vivía en una casa frente a un cementerio[/b]. Le pregunté si le asustaba vivir tan cerca de ese lugar y con mucha naturalidad respondió: ‘en el día no. Pero, [b]en las noches todos ellos se acercan a nuestra ventana y empiezan a gritar[/b]’”.4 VOTOS
Como abreis podido comprobar, todos los niños son menores de 7 años. Antes de cumplir 7 u 8 años, los niños tienen la Glándula Pineal abierta, y es por eso que pueden recordar vidas pasadas. No sé si alguno de vosotros habrá oído alguna vez decir, ''niño con quien estas hablando, y el niño contestar, estoy jugando con mi amigo invisible'' la persona que está al lado del niño no ve nada, pero el si que ve a su amigo invisible. A partir de los 8 años, la glándula pineal se va cerrando debido a la alimentación que llevamos y a los fármacos que vamos tomando a lo largo de nuestra vida, después dejamos de poder visionar nada. Podría exponer mas cosas, pero para no hacerme aburrido, el que esté interesado puede investigar lo que es la ''Glándula Pineal'' y verá lo que con ella se puede hacer.1 VOTO